Bank of America ha publicado la primera encuesta global a gestores de fondos de su serie mensual de 2022. En ella destaca una conclusión clave que retrata cuál es el posicionamiento de los inversores en este entorno de post pandemia: las esperanzas de reapertura mundial superan los temores que genera la subida de tipos de la Fed.
De hecho, los encuestados señalan que los inversores esperan que la inflación, y no el crecimiento, caiga en 2022, por lo que están tendiendo a aumentar el efectivo y buscar exposición a las materias primas y a la renta variable. “Las expectativas de crecimiento y beneficios mundiales se mantienen estables y apenas 7 de cada 100 inversores cree que se producirá una recesión económica en los próximos 12 meses”, apunta la encuesta en sus conclusiones.
A la hora de hablar de riesgos de cola, los gestores de fondos consideran que los bancos centrales y su línea dura de normalización monetaria es el más importante.Según recoge la encuesta, en promedio, se esperan tres subidas de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para este año. Es más, los inversores creen que la primera subida será anunciada en abril y esperan que la curva de rendimientos sea más plana.
A esta preocupación le sigue la evolución de la inflación y las “burbujas de activos”, sin embargo, no está el COVID-19 (solo un 6% lo sigue considerando un riesgo de cola). Sobre la inflación, uno de los grandes temas de debate de finales del año pasado, sólo un 36% considera que la inflación es permanente, frente al 56% que afirma que es transitoria. Eso sí, nadie cree que la inflación vaya a estar por debajo de la tendencia, ya que las expectativas de aumento de tipos se elevaron este mes.
Como respuesta a estas consideraciones, los inversores están pasando del crédito a las materias primas, del growth al value, de los sectores tecnológicos a los bancos. Sin embargo, siguen prefiriendo la renta variable a los bonos y los países desarrollados a los emergentes”, apunta la encuesta en sus conclusiones. En este sentido, los gestores de fondos observan una rotación hacia activos más cíclicos porque confían en la recuperación económica: “Siguen siendo bajistas a un entorno de estanflación debido al shock de los tipos y el miedo a la recesión”. Por señalar algunos datos relevantes, se observa, por ejemplo, que los niveles de efectivo en enero bajaron del 5,1% al 5%.