Los minoristas españoles se sienten seguros de sus inversiones. De hecho, la confianza ha subido 10 puntos porcentuales en el tercer trimestre del año, comparada con junio, hasta situarse en el 71%. Esta confianza se ve reflejada en la rentabilidad media que esperan obtener de sus inversiones en 2023, que asciende al 7,6%, según los datos de la última edición, correspondiente al tercer trimestre, de la encuesta “El pulso de la inversión minorista” (RIB, en sus siglas en inglés), realizada por la plataforma de inversión social eToro.
El dato eleva las expectativas que tenían los minoristas cuando fueron preguntados en junio; entonces el rendimiento previsto para el conjunto de 2023 era del 7,2%. El Retail Investor Beat es un estudio que eToro realiza trimestralmente entre 10.000 inversores de 13 países, 1.000 de ellos en España.
Cuando las expectativas de retorno de los inversores españoles se analizan por segmentos de edad, entonces los resultados varían significativamente. Así, los españoles más optimistas son aquellos comprendidos entre los 18 y 34 años, que esperan que sus inversiones les proporcionen este año un rendimiento medio del 9,5%. El tramo de edad de 34 a 44 años prevé una rentabilidad media del 7,8% para sus inversiones, mientras que los segmentos de inversores de 44 años en adelante son más conservadores y coinciden en rebajar las expectativas al 6,3%.
En todo caso, sólo el 9% de los inversores españoles está considerando reducir el volumen de su cartera en los próximos tres meses, frente al 30% que prevé incrementarla y el 61% que espera mantenerla sin cambios.
“Los inversores son optimistas. Más del 50% considera que estamos ya en un mercado alcista o que éste empezará de aquí a la primera mitad de 2024, y están tomando posiciones en consecuencia”, explica la directora regional de eToro para Iberia y América Latina, Tali Salomon. “Más del 70% lleva al menos tres años invirtiendo y uno de cada cinco supera ya los 10 años en los mercados. La gran mayoría de estos inversores declara que su principal objetivo es obtener seguridad económica a largo plazo, lo que demuestra que sus estrategias son cada vez más sólidas y definidas, evitando dejarse llevar por el cortoplacismo, las modas o los picos de pánico. En este sentido, contar con una red social de inversores que permite intercambiar conocimientos y experiencias es clave para ayudar a los minoristas a establecer una adecuada relación entre rentabilidad y riesgo”, concluye Salomon.
Por otra parte, la encuesta del RIB también mide cuáles son las principales amenazas que detectan los inversores. La inflación ha dejado de ser la principal fuente de preocupación para los minoristas. El primer lugar es ocupado ahora por el estado de la economía española y el riesgo de recesión (24%), seguido de la preocupación por la economía global (15%) y los altos tipos de interés (14%). La inflación queda relegada así al cuarto puesto, con un 13%, frente al primer puesto que ocupaba a comienzos de año.
La percepción de los inversores españoles está en línea con los resultados del RIB a nivel mundial, donde más de una quinta parte (22%) considera que el estado de la economía y el riesgo de una posible recesión son la mayor amenaza para sus inversiones, frente al 13% que apunta a la inflación.
«Los inversores minoristas ya no se centran en la inflación y parecen confiar en la capacidad de los bancos centrales para poner coto al alza de precios. El foco de preocupación se ha trasladado ahora al riesgo de recesión y el impacto en la actividad económica que las políticas monetarias restrictivas pueden estar provocando”, destaca Salomon.
En este sentido, si bien los inversores españoles exhiben una gran confianza en aspectos como seguridad laboral (73%); sus inversiones (71%) y el mantenimiento de sus ingresos y su estándar de vida (67%); al mismo tiempo, la desconfianza es muy elevada respecto a la economía global (68%); la economía doméstica (64%) y el mercado inmobiliario español (60%).
Banca, tecnología y energía, los sectores con más potencial
Los principales sectores que están actualmente en las carteras de los inversores españoles son, por este orden, servicios financieros, energía, comunicaciones, tecnología y utilities. Respecto a sus estrategias para el último trimestre del año, los entrevistados señalan a banca, tecnología y energía como los sectores donde es más probable que aumenten sus inversiones.
Al mismo tiempo, los criptoactivos vuelven a escena en las preferencias de los españoles. El 19% considera que es el activo donde es más probable que aumente sus inversiones en el próximo trimestre, la respuesta más repetida, frente al 11% que opta por la renta variable española. La renta fija nacional y la bolsa extranjera empatan en la lista de preferencias, con un 10%.
Los datos del RIB también revelan que Europa es la región preferida por la mayoría de los inversores, ya que el 73% están expuestos a activos de este mercado. EE.UU. permanece en segundo lugar, con un 35%, mientras que los países emergentes experimentan una caída del interés se quedan ya a mucha distancia, con un 9% (en comparación con el 18% del trimestre anterior). Europa es, de hecho, el mercado donde están depositadas las expectativas de retornos más fuertes, con un 31% de respuestas positivas, frente al 24% de EE.UU. o el 13% de China, las otras dos regiones donde mayores expectativas hay.