El pasado lunes, la compañía brasileña de telecomunicaciones Oi SA y seis de sus filiales se acogieron a las leyes de protección por bancarrota, abriendo un largo camino para reorganizarse dentro de la compleja ley de quiebra de Brasil.
Oi solicitó protección contra sus acreedores por 65.400 millones de reales, unos 19.300 millones de dólares, después de que fracasaran las conversaciones para reestructurar su deuda, después de una larga trayectoria de fusiones y cambios en la cúpula directiva. La compañía buscará mantener su nivel de calidad de servicio durante el proceso y preservar el efectivo, según declaró en su comunicado. El martes 21 presentó su solicitud para acogerse a la protección del Capítulo 15 en Estados Unidos.
Esta bancarrota representa la mayor quiebra de la historia de Brasil y está afectando al sistema financiero del país. Los principales bancos del país, Banco Do Brasil e Itaú Unibanco Holding SA, han experimentado ya fuertes pérdidas en sus posiciones como tenedores de deuda de Oi. Los bancos estatales Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Caixa Económica Federal también se encuentran entre los mayores acreedores de Oi.
Oi tenía una cierta presión por acogerse a la quiebra ya que uno de sus bonos denominado euros vencía dentro de un mes, teniendo que cumplir con el pago de 231 millones de euros en capital o 261 millones de dólares. Asimismo, la solicitud ha sido realizada a penas diez días después de que Bayard Gontijo renunciara como CEO de la firma, tras desacuerdos con los miembros del consejo de la compañía sobre las negociaciones con los acreedores de la deuda.
Las conversaciones con los acreedores se estancaron la semana pasada después de que algunos de los miembros del consejo rechazaran un plan de permuta de deuda por acciones, otorgándoles el 95% de la empresa. El consejo de Oi decidió continuar adelante con la solicitud después de determinar que la compañía no podría obtener aprobación de los accionistas y de los tenedores de bonos a tiempo para realizar el siguiente pago de la deuda.