Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y su mujer se unen a la lista de dirigentes políticos que han dado positivo por COVID-19. A un mes de las elecciones, este anuncio de la Casa Blanca lanza una importante pregunta: ¿cómo afectará a la carrera electoral y a los mercados?
Los principales analistas señalan que, tras el debate de esta semana, se visibilizó que no hay nuevas propuestas electorales, por lo que, positivo o no en COVID-19, los candidatos ya han mostrado todas sus cartas. Aún así, queda por ver cómo afectará la cuarentena que debe de pasar a su popularidad. En opinión de Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, si tomamos como referencia lo ocurrido a Boris Johnson, cabe destacar que experimentó cierto rally cuando estaba gravemente enfermo. «Los debates se pondrán en duda, incluyendo el de los vicepresidentes la semana que viene dependiendo de si Pence ha sido expuesto o no. Gran parte del impacto dependerá de los síntomas de Trump y de cómo reaccione su base”, señala Kelly.
La economista política de Aberdeen Standard Investments también advierte: «Otras preguntas que surgen son quiénes podrían haber sido infectados. Teniendo en cuenta las reuniones y los debates, esas personas podrían incluir a Mnuchin, Pelosi, Biden, Meadows, miembros del Congreso y otros. La lista de potenciales infectados es larga, pero es evidente que Biden es el más relevante para las elecciones. Debatieron a una distancia social, pero todavía hay un riesgo”.
Por su parte, Adam Vettese, analista de mercados de eToro, considera que el positivo de Trump puede impactar seriamente en la campaña y acabará dominando la información en los mercados. “Las especulaciones sobre su salud y su edad ahora dominarán las informaciones en los mercados, ya que Trump, 74 años y técnicamente obeso, está en la zona de peligro del virus”, apunta el analista de eToro, que añade “esto puede impactar seriamente en su planificación de la campaña electoral”. En este contexto, los mercados han caído como respuesta a estas informaciones y los futuros de Estados Unidos apuntan a más descensos.
En este sentido, los analistas coinciden en que el positivo de Trump por COVID-19 añade más volatilidad al mercado, así como mayor percepción de riesgo. «En una sesión europea que inicialmente debía ser tranquila antes del importante informe de empleo de los EE.UU. de esta tarde, los mercados se han visto afectados por una ola de riesgo. Las acciones muestran el mayor malestar con las noticias. Los futuros de S&P han bajado un 1,20%, los futuros de NASDAQ y Dow han bajado un 1,60% y un 1,15% respectivamente, mientras que los índices europeos también están en números rojos de medio a tres cuartos de porcentaje”, explica Olivier Konzeoue, operador de ventas de divisas de Saxo Markets.
Konzeoue explica que la razón de este movimiento es que las probabilidades de que el candidato presidencial demócrata Joe Biden gane las elecciones presidenciales de los Estados Unidos han aumentado. “A la espera de más noticias sobre el asunto y las posibles consecuencias adicionales en la campaña electoral de EE.UU., esto hará que la sesión sea muy movida antes del informe de la nómina no agrícola de EE.UU., el último obstáculo para el riesgo antes del fin de semana”, añade.
Para Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA IM, el simbolismo de que el Presidente Trump dé positivo en las pruebas de coronavirus no pasará inadvertido para los mercados y los economistas. «Con poca confianza en que las tasas de infección estén cayendo, una reacción podría ser que el comportamiento económico vuelva a ser más restrictivo. Podríamos tener que volver a centrarnos en los datos de movilidad de alta frecuencia para tener una pista de adónde van las economías en la carrera hacia el final del año. Igual de importante es la incertidumbre que trae a las elecciones de los Estados Unidos y todo lo demás que se deriva de eso», afirma.
Mayor volatilidad
Kelly coincide con la valoración de Konzeoue y advierte que toda esta incertidumbre es lo que ya estamos viendo en los movimientos de la bolsa en la preapertura de EEUU. “Esta situación plantea muchas preguntas sobre cómo se desarrolla la carrera, pero sólo el tiempo dirá cómo reaccionan los votantes a las noticias, que serán las que afecten a la carrera y, por lo tanto, a los precios de los activos”, afirma Kelly.
“La noticia de que Donald Trump ha dado positivo por coronavirus significa que, con mayor seguridad, las elecciones de EE.UU. serán una fuente más de volatilidad para los mercados en los próximos meses. Después del debate presidencial de esta semana, las probabilidades parecían moverse más a favor de Biden. Además, una mayor atención sobre los problemas del COVID-19 debería ser favorable para Bida, pero Trump podría beneficiarse de un voto de simpatía. La noticia también podría afectar a la economía, ya que los escépticos ante la pandemia se vuelven más cautelosos en su comportamiento, lo que retrasaría la recuperación. Al mismo tiempo, podría aumentar la presión sobre el Congreso para que acuerde un nuevo paquete de estímulo fiscal que, hasta ahora, no han logrado. Ya parecía que los mercados habían entrado en aguas agitadas y el último acontecimiento sólo significa que las olas podrían ser un poco más grandes», añade Rupert Thompson, director de Inversiones de Kingswood.
Los analistas de BancaMarch coinciden en que este anuncio de ayer lo que hace es sumar más riesgos y volatilidad al panorama al que se enfrenta Estados Unidos, que también está pendiente de otros aspectos relevantes como la aprobación de nuevos estímulos o el avance de la pandemia.
“Las noticias procedentes de Estados Unidos centran la actualidad en los mercados. En el frente positivo los avances de la renta variable, con cinco de las seis últimas sesiones en positivo y con la tecnología recuperando parte del terreno cedido en septiembre. En el terreno de las sombras, el anuncio del positivo por coronavirus de Donald Trump, que le obligará a guardar la preceptiva cuarentena, y la incertidumbre que rodea a la aprobación de un nuevo plan de estímulos. Las últimas noticias apuntan a la aprobación, en la Cámara de Representantes, de la propuesta de estímulos demócrata por importe de 2,2 billones de dólares, pero que necesita ahora del preceptivo refrendo en el Senado, de mayoría republicana y para el que parece todavía no hay consenso. Nos parece complicado que pueda aprobarse un nuevo plan antes de las elecciones presidenciales”, destaca la firma en su último análisis.