Los mercados emergentes están navegando por aguas más tranquilas de lo que lo han estado haciendo durante años. Las principales razones para el actual entorno benevolente son un perfil de riesgo mejorado en relación con otras regiones, unas expectativas de políticas monetarias expansivas en los mercados desarrollados, sobre todo en lo que se refiere a la Fed, y la disminución de las preocupaciones de los inversores sobre China, al menos a corto plazo.
Para los expertos de NN Investment Partners, la mejora del perfil de riesgo es el factor más reciente a favor de los activos emergentes. La decisión del electorado británico de abandonar la Unión Europea ha creado nueva incertidumbre política en Reino Unido y Europa continental y ha provocado, de manera inmediata, preocupaciones en torno a los bancos italianos y un descenso generalizado de las expectativas de crecimiento en Europa. El aumento en el riesgo europeo significa que el perfil de riesgo de los emergentes ha mejorado en términos relativos.
Aparte del efecto Brexit, el perfil de riesgo de los emergentes también se ha beneficiado de la estabilización del crecimiento y de los flujos de capital de China. Esto ha alejado buena parte de los riesgos sistémicos inmediatos en China y explica parte de la mejora de los últimos meses en la propensión al riesgo de los inversores respecto a los activos de estos países.
Recortar tipos de interés
En segundo lugar, la incertidumbre que acompaña al Brexit también ha aumentado la probabilidad de un estímulo monetario adicional en Europa al mismo tiempo que ha reducido la probabilidad de que este año se produzcan subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Las expectativas de subidas de tipos por la Fed aumentaron ligeramente a raíz de la notable mejoría del informe sobre empleo estadounidense del mes de junio tras unas cifras muy discretas en mayo. Actualmente, los mercados dan por descontada una primera subida a finales de 2017, lo que sigue siendo, en nuestra opinión, una visión demasiado pesimista.
De todos modos, explica la firma en su último informe de análisis, los bancos centrales en los mercados desarrollados probablemente seguirán adoptando una postura de política monetaria muy expansiva. “Esto hace que el entorno de liquidez global sea muy cautivador, lo que tiene implicaciones positivas para la búsqueda de rendimiento a nivel global. Esta búsqueda, cada vez más desesperada entre los inversores internacionales, está favoreciendo las entradas de capitales en los mercados emergentes, ya que los rendimientos en los países emergentes (el 5,1% para la deuda soberana en monedas fuertes y el 6,6% para los bonos locales) son mucho mejores que los rendimientos de los bonos en los países desarrollados, situados en niveles históricamente bajos”, argumenta NN IP.
Otro factor a tener en cuenta es que la mejora de los flujos de capital proporciona margen para que los bancos centrales de los emergentes reduzcan los tipos de interés. “En las últimas semanas, hemos visto numerosos recortes de tipos y las declaraciones que anticipaban subidas de tipos ya no están sobre la mesa. En el caso de los mercados emergentes, esta relajación de las condiciones monetarias ayuda a crear las condiciones para una recuperación del crecimiento”, escribe la gestora.
Y es que, la dinámica de crecimiento en los emergentes ha mejorado claramente en los últimos meses e incluso, recientemente, ha pasado a ser ligeramente positiva. Las posibilidades de un crecimiento moderado han aumentado gracias a la mejora de los flujos de capital y a la disminución de los tipos de interés en los emergentes.
“Este entorno contrasta fuertemente con la situación de 2015, cuando los inversores esperaban una normalización sostenida de los tipos de interés en Estados Unidos. En consecuencia, las grandes salidas de capitales de los emergentes obligaron a los bancos centrales de los emergentes a subir los tipos de interés o a mantenerlos en unos niveles incómodamente altos”, recuerda NN IP.