En opinión de Phillipp Wass, analista de Scope Ratings, la burocracia y los controles normativos sobre los alquileres desalientan la financiación verde en el sector. Según el analista, la regulación representa «un obstáculo que impide que el sector cumpla con normas ambientales, sociales y de gobernanza más estrictas».
En este sentido, Wass reclama una simplificación de los requisitos regulatorios sobre cómo los agentes del mercado mitigan y se adaptan a la lucha contra el cambio climático: “Tienden a ser complicados, largos e implican una fuerte inversión”, afirma Wass. “Si además se tiene en cuenta la normativa poco favorable para la inversión, que supone un dolor de cabeza especialmente para las pequeñas empresas inmobiliarias y los inquilinos, el riesgo crediticio relacionado con la normativa en el sector inmobiliario empieza a crecer”.
En el sector residencial el riesgo normativo relacionado con la sostenibilidad es evidente desde hace tiempo, según Wass. En su opinión, el desequilibrio entre la oferta y la demanda en los mercados de la vivienda en Europa, que se refleja sobre todo en el aumento de los precios de la vivienda y de los alquileres en las áreas metropolitanas, está atrayendo un control normativo cada vez mayor. Por ejemplo, con la congelación de los alquileres en Berlín (2019), París (2019) y Barcelona; el planteamiento de la medida en el Parlamento Europeo o el programa de renta segura de Lisboa (2020).
El analista afirma que se produce una paradoja entre los controles de los alquileres y la consecuente disuasión de inversión sostenible, “con un efecto en cadena en la industria de la construcción, exacerbando el desequilibrio entre la oferta y la demanda en el sector residencial”. De esta forma, reclama una mejor alineación entre las autoridades locales y los inversores para mejorar la calidad del parque inmobiliario y ofrecer viviendas de alquiler asequibles.
Para Wass, es tranquilizador que, en términos absolutos, la financiación de los ODS en Europa para el sector haya demostrado ser resistente en los últimos 18 meses. «Las empresas inmobiliarias europeas captaron casi 7.000 millones de euros en financiación mediante bonos verdes en el primer trimestre, entre ellas la española Aedas Homes, la checa Atrium European Real Estate, la británica Canary Wharf Group, la alemana Deutsche Wohnen y Vonovia. Esperamos que el segmento crezca más este año. La sostenibilidad está cada vez más integrada en la infraestructura de los mercados financieros y de inversión”, concluye.