La renta variable es uno de los activos financieros que ofrecen mayor atractivo en el actual entorno de mercado. Así lo defiende Romain Boscher, responsable global de Renta Variable en Amundi. En el marco de una entrevista con Funds Society recientemente París, en el Amundi World Investment Forum, el experto explicaba que actualmente no hay alternativa, pues el atractivo histórico de la renta fija ha mermado en un entorno de tipos por los suelos.
Como prueba, menciona las rentabilidades por dividendo –fuente de ingresos por excelencia- que ofrecen mercados bursátiles como el europeo (entre el 3% y el 5%), el japonés (superior al 2%) o el estadounidense, frente a las rentabilidades de la deuda pública cercanas a cero. “Hay un atractivo relativo de la renta variable frente a la renta fija”, dice, incluso teniendo únicamente en cuenta los dividendos.
Con todo, Boscher es consciente de que los retornos en renta variable ya no serán de doble dígito, como en el pasado, y espera cifras de un solo dígito, pero en la parte alta –como resultado de la suma de la rentabilidad por dividendo y la evolución del precio de las acciones-. Eso sí, cree que los emergentes pueden saltarse este “new normal” y ofrecer retornos más altos: “El único segmento donde podríamos esperar retornos de doble dígito en bolsa son los mercados emergentes”. El experto asegura que hay un buen punto de entrada, pues las valoraciones son muy atractivas, pero además espera ganancias derivadas de la revalorización de sus divisas, ahora en niveles muy deprimidos.
Boscher también alaba sus rentabilidades por dividendo (mayores que en mercados como EE.UU. o Japón) y sus historias de crecimiento, siempre con una visión de largo plazo. Y señala, por tanto, que la belleza de estos mercados ya no es puramente su crecimiento: “La belleza de los emergentes es tanto growth como value”, dice. Aún atraen por su crecimiento, porque siguen mostrando cifras de 5%-6% frente a 7%-8% del pasado, mientras los países desarrollados crecen al 1%-2%. Pero también ofrecen historias de valor, debido a la fuerte depreciación que estos mercados han venido sufriendo estos años y a la caída de los beneficios de sus compañías. “Ahora estamos ante un punto de inflexión; la situación es favorable a los emergentes”, asegura.
Una lista positiva
De hecho, la lista de países en los que es constructivo es mayor a la de aquellos con los que es más negativo. Así, infrapondera China, Taiwán o Corea. Pero es constructivo desde hace dos años con la historia de India (con la que es positivo, aunque no tanto como entonces), y también va teniendo una visión más positiva de países como Rusia o México, y otros países de Latinoamérica, una vez considera que las materias primas han tocado suelo y ofrecen una historia de valor. “China es un importador, no un exportador, así que no se verá beneficiado por la recuperación de las commodities”, dice, pero sí mercados como Rusia.
En Latinoamérica, habla de puntos de inflexión en la situación política en países como Argentina, Brasil, y quizá Venezuela… que podrían justificar que los inversores los miraran “con nuevos ojos”, aunque habrá que estar atentos a la situación. También hay otros puntos favorables como el nivel tan bajo de sus divisas, que ayuda a una mejor situación del déficit por cuenta corriente. Y se puede mirar a los emergentes desde un punto de vista táctico, dice, ante riesgos políticos en Europa: “Vemos riesgos políticos en Europa, de forma que es posible apostar de forma táctica por los emergentes, si no estamos cómodos con la votación del Brexit, por ejemplo”, añade.
En resumen, en la entidad están “razonablemente positivos” y sobreponderados ligeramente en bolsa emergente, pues esperan que dé los mayores retornos dentro de la renta variable, si bien también son positivos con la bolsa europea, la japonesa y la estadounidense, por este orden. “Los mercados emergentes pueden ofrecer retornos de doble dígito pero también tienen más volatilidad; en términos de retornos ajustados al riesgo, la rentabilidad esperada de Europa no está muy lejos de los mercados emergentes», dice Boscher.
En el Viejo Continente, el experto cree en la recuperación económica y en un “crecimiento decente” y no ve razones para que haya una crisis del euro, ante el final de la austeridad y unas políticas fiscales más expansivas en mercados como España o Italia. En los últimos doce meses, el gestor mostraba una clara preferencia por los mercados periféricos, sobreponderando con fuerza estos dos países, pero desde el último trimestre su visión es más cauta (sobreponderación modesta) por el miedo a que puedan ser “víctimas potenciales” de un escenario de Brexit, aunque no es su escenario central. “El coste de un Brexit para España sería mayor que el de sus elecciones generales, pues habría flujos de salida de inversores no europeos”, dice.
Una volatilidad creciente
El experto espera que los mercados de renta variable sufran una volatilidad creciente por dos motivos: los riesgos políticos (Brexit, elecciones en España, auge de partidos populistas en Austria…) y un poder mucho más limitado de los bancos centrales (“los bancos centrales han hecho ya mucho y pueden seguir aplicando más medidas pero hemos de admitir que su poder es mucho más limitado”, dice). Por eso, para cubrir sus carteras llevan 18 meses comprando volatilidad y seguirán haciéndolo, porque la ven al alza.
Con respecto a la Fed y las próximas subidas de tipos, Boscher cree que la reacción de los mercados será muy diferente a la de hace tres años, con el anuncio del fin de la expansión monetaria: “Los mercados descuentan la subida y asocian los tipos de interés negativos con un escenario de deflación. Una subida modesta será testimonio de una economía en EE.UU. más fuerte”, dice, y espera ver una o dos subidas de tipos este año. “Una restricción monetaria modesta será más que bienvenida y será útil para sectores como el financiero”, añade. Y asegura que la apreciación del dólar está haciendo la mayor parte del trabajo a la Fed: “La Fed no está detrás de la curva, está detrás del mercado de divisas. La apreciación del dólar es equivalente a una mayor restricción monetaria”, añade.
Necesidad de ser tácticos
Para el experto, aunque hay oportunidades en renta variable, no estamos en un mercado alcista, que él define como aquel que ofrece retornos de doble dígito y en el que se puede tener una estrategia de comprar y mantener y esperar que la beta haga todo el trabajo. “Hoy los retornos esperados en bolsa son menores y hemos de tener cuidado con el punto de entrada. Hemos de ser más tácticos”, apostilla. En este contexto, solo cree que se pueden obtener retornos de doble dígito, además de en emergentes, con una estrategia centrada en la obtención de alfa, con una gestión muy activa y táctica.
Y todo, en un entorno en el que se desdibuja la frontera entre inversión activa y pasiva con la aparición de las estrategias de smart beta. Boscher apuesta por una combinación de estrategias pasivas con otras muy activas y de alta convicción y active share para tener éxito en estos mercados inciertos.