La posibilidad de que Cataluña declare mañana la independencia de forma unilateral ha puesto en alerta a las empresas y entidades bancarias de la comunidad, que en muchos casos están trasladando sus sedes a otras ciudades españolas. La semana pasada lo anunciaron empresas como Gas Natural, Oryzon Genomics, Eurona o Proclinics, siguiendo movimientos idénticos de otras compañías a lo largo de los últimos meses, como Naturhouse, Derby Hotels, Unico Hotels, WPP o Chsibsted. Otras como Abertis o Colonial analizarán el traslado de sus sedes a lo largo del día de hoy.
En la banca también se está tomando esta decisión, ante el temor de que, tras declararse la independencia, las entidades pudieran quedar fuera del amparo del BCE. La semana pasada, Sabadell anunció el traslado de su sede desde Cataluña a Alicante, para “proteger los intereses de nuestros clientes, accionistas y trabajadores», según indicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. También CaixaBank lo anunció, el viernes, eligiendo Valencia como nueva sede: “La decisión tiene como objetivo proteger los intereses de los clientes, accionistas y empleados, garantizando en todo momento la permanencia de la entidad, en la zona euro, bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE)”, decía en un comunicado. Y añadía: “La continuidad en la zona euro garantiza a CaixaBank seguir contando con óptimas condiciones de financiación para, a su vez, mantener el flujo de crédito a familias y empresas en Cataluña y en el resto de España así como preservar la integridad de los depósitos de sus clientes”. De esta forma, Cataluña se ha quedado sin ser sede de ninguna gran entidad financiera española.
Lo mismo hacía hace unos días Banco Mediolanum, que elegía Valencia como nueva sede, con el objetivo de garantizar los intereses de sus clientes, “mantener la máxima normalidad y asegurar un marco estable para el desarrollo de su actividad, siempre en el ámbito de supervisión del Banco Central Europeo (BCE)». En un comunicado, el consejero delegado del banco, Vittorio Colussi, aseguraba que “formamos parte de un grupo bancario europeo con más de 1.300.000 clientes en el continente. Tanto los créditos como los depósitos de nuestros clientes seguirán igual y mantendrán todos sus niveles de protección”, indicando que la decisión operativa tomada por la entidad sigue unos criterios estrictamente económicos y comerciales. Arquia Banca, entidad especializada en el asesoramiento a profesionales, también anunció que se mudará de Barcelona a Madrid mientras la aseguradora Catalana Occidente, con sede en San Cugat podría tomar decisiones en este sentido próximamente.
En estos casos, las entidades explican que los cambios de sede no suponen el traslado de los centros operativos del banco ni de sus empleados, pero tratan de garantizar el normal funcionamiento de sus servicios en un entorno incierto, y asegurar que siguen quedando bajo la protección del BCE y la normativa europea.
Desde JP Morgan, explican que la reubicación de los bancos catalanes para no perder el acceso al BCE limita el riesgo de salida de depósitos: “La reubicación de los bancos locales en el territorio español fuera de Cataluña para tener acceso sin restricciones a las facilidades de refinanciación del BCE limita en gran medida el riesgo de las salidas de depósitos. Como se ha visto en Grecia, la fuga de depósitos podría haber tenido un gran impacto emocional en la población local”, dice la entidad.
Las decisiones también son una forma para parar la sangría bursátil de la banca catalana, principalmente: el pasado lunes, tras el referéndum, los seis bancos españoles que cotizan en el Ibex sufrían recortes entre el 5,5% y el 1,5%, lo que en términos de capitalización representaba la pérdida de más de 5.500 millones de euros, aunque en los últimos días ha habido recuperaciones. Según los expertos, la banca saldría ganando en un escenario no extremo.
Impacto en los mercados
Los expertos indican que esta tendencia de movilizaciones corporativas no es nueva. “Los negocios catalanes siguen sacando sus sedes de Cataluña, un camino que se ha dado durante varios años”, comentan desde Investec, donde recuerdan en cuanto a la renta variable del país, que en general la exposición a la región es baja. “El mayor banco es Sabadell, con un 20% de exposición”, explican, aunque no tienen el valor en sus carteras. En el caso del fondo Investec European Equity Strategy, dicen, tienen un 9% de exposición a España a través de valores como Repsol, Prosegur Cash, ACS, Bankia, Mediaset España e Iberdrola, con baja exposición a la comunidad. Con respecto a la renta fija, señalan cómo las rentabilidades del bono catalán han subido del 2,6% al 2,9% en solo unos días, y advierten de que el rating crediticio catalán es uno de los peores de entre todas las comunidades autónomas en España. “Nuestra estrategia será vigilar la situación”, dicen desde la gestora, desde explican que, a corto plazo, los riesgos de una declaración unilateral de independencia son bajos, pero advierten de que “el mayor riesgo podría ser otra respuesta del gobierno español mal recibida”.
Desde Aberdeen Standard Investments consideran que la independencia de Cataluña es muy poco probable, debido a las restricciones que impone la constitución española, pero advierten de las dudas sobre la resolución del conflicto “dada la polarización y los riesgos reputacionales que afrontan los líderes unionistas y separatistas”; de ahí el alto riesgo de que los malos cálculos y errores políticos den como resultado una fuerte “convulsión política”. La gestora se planea cinco posibles escenarios, que van desde el mantenimiento del status quo a la independencia o la toma de control por la fuerza por parte del Gobierno español, pasando por un fortalecimiento regional –el más probable según la gestora- y mayores concesiones sin secesión en los escenarios intermedios.
En su escenario más probable, el fortalecimiento regional, la gestora ve alivio en el mercado de bonos y un rally en la renta variable que beneficiaría sobre todo a los nombres locales y a la banca; en los más extremos de independencia y toma de control por la fuerza (ver cuadro), el impacto económico sería “muy disruptivo” y también habría fuertes consecuencias en los mercados.
Desde JP Morgan, de cara a esta semana, hablan de dos posibles escenarios: por un lado, la posibilidad de que las autoridades catalanas procedan a la declaración unilateral de independencia: “En nuestra opinión, esto probablemente dará lugar a la respuesta del gobierno central al artículo 155, cuya aplicación mantendrá de facto a Cataluña en España”. La otra opción es que “las autoridades catalanas suspendan temporalmente la declaración unilateral de independencia (DUI) y se muestren abiertos a escuchar las ofertas de negociación de Madrid”. En la entidad además, esperan que el nivel actual de incertidumbre “afecte significativamente la inversión extranjera y doméstica en Cataluña, así como los flujos turísticos en el trimestre actual. Si se prolonga aún más, el impacto podría ser similar a un choque de confianza amplio y afectar al consumo también”, advierte.
La agencia de rating europea Scope considera que la secesión de Cataluña es poco probable, pero las tensiones con el gobierno central están aumentado.“Hay múltiples obstáculos jurídicos, institucionales, económicos y financieros a la independencia catalana, entre ellos, que la opinión pública española se mantiene en contra de la secesión catalana lo cual bloquea la formación de los canales constitucionales de independencia. En estos momentos, Cataluña carece de un apoyo internacional adecuado, en particular de la Unión Europea, para forzar negociaciones significativas con Madrid”, comenta Dennis Shen. “Si Cataluña intensifica significativamente las acciones de secesión, es posible que el gobierno central active el artículo 155 y asuma el control directo sobre Cataluña. Si se tomara esta medida, esto obstaculizaría los preparativos formales para la independencia, pero también agravaría la relación entre Cataluña y España. Cataluña ha pedido negociaciones mediadas; sin embargo, cualquier conversación en el corto plazo se hará onerosa debido a la distancia entre los dos lados”. En opinión de la agencia, el resultado más probable a largo plazo sigue siendo algún tipo de devolución negociada, incluyendo una mayor autonomía fiscal y / o política para Cataluña.
Scope no espera que la crisis de Cataluña resulte en un cambio en la calificación soberana de España que está en A-/ Stable. Sin embargo, incluso en caso que Cataluña siga siendo parte de España como se espera, las tensiones pueden seguir siendo negativas para el crédito si escalan significativamente o persisten por un tiempo extendido.