El «riesgo Trump» empieza a ser algo posible en LatAm. Su elección como presidente de Estados Unidos tendría implicaciones obvias en la región dados los vínculos con la economía estadounidense, el comercio global, el dólar y los flujos financieros. Con la excepción de México, en términos de política exterior Estados Unidos ha estado menos comprometidos en LatAm en los últimos años, dice el último elaborado por Compass Group e Investec. La ayuda a Colombia para luchar contra los cárteles de la droga ha sido relevante, pero la mayoría de los gobiernos de la región, tras el giro a la izquierda visto en la década de 2000, se han alejado ligeramente de EE.UU.
El comercio y las inversiones directas extranjeras en LatAm (exceptuando México) también se han vuelto mucho más diversificadas geográficamente, girando más hacia Asia. De hecho, las exportaciones a EE.UU. representaron sólo el 5%-13% de las exportación de los principales países de LatAm en 2014, con la excepción de Colombia (32% de las exportaciones) y México (79%). Aunque las propiedades de las empresas de Estados Unidos en América Latina son relevantes, los flujos de inversión directa de Estados Unidos en 2014 osciló entre el 0% y el 15% del total de la inversión extranjera en la mayoría de los países y el 29% en México.
En el caso de que se produzca una victoria Trump, Compass Group cree que será difícil que pueda seguir adelante con sus promesas de campaña de aumentar el proteccionismo contra México. Los presidentes de Estados Unidos tienen una libertad significativa en términos de comercio, inmigración y la política exterior. Sin embargo, México se ha convertido en un lugar de fabricación de alto valor añadido para las cadenas de suministro de muchas empresas estadounidenses. Según el ministro de Hacienda de México, 4 millones de puestos de trabajo de EE.UU. dependen de los 600.000 millones de dólares anuales de flujos comerciales entre los dos países. Lo más probable es el tema aislacionista de la campaña de Trump dará lugar únicamente a cambios marginales en el TLC durante un periodo de tiempo, incluso si el futuro presidente de Estados Unidos decide abrir una renegociación del tratado.
Caería la inversión directa
En caso de que intente imponer un mayor grado de proteccionismo, la economía mexicana sufrirá, empezando por el sector industrial y tendrá efectos secundarios en toda la economía. La incertidumbre se contendría la inversión directa extranjera, que está concentrada en un 50% en el sector de la fabricación. Aunque el sector representa sólo el 15% del PIB, ha crecido más de un 1% anual más rápido que la economía en general desde 2009.
En contraste con la actitud de Trump y, en parte también la de Europa con el Brexit, de ‘quemar los puentes’, los nuevos liderazgos políticos en Argentina, Perú y Brasil han presionado para hacer sus economías más abiertas y para mejorar la competitividad. Chile está a punto de alinear los candidatos para las elecciones de noviembre de 2017 y destacan en la izquierda la figura de Ricardo Lagos, y en el centro derecha Sebastián Piñera. Ambos son personas de negocios y candidatos a favor del crecimiento, por lo que gustan mucho entre los analistas.
México ya ha llevado a cabo reformas estructurales significativas desde el año 2012. Por desgracia, el fracaso del PRI, el partido gobernante, para hacer frente a la corrupción está frenando la confianza en los negocios y dando paso a un movimiento populista izquierda que quiere convertir a Manuel López Obrador en un rival para las elecciones presidenciales de 2018.