En 2023 continuaron los avances hacia la electrificación mundial, ya que las ventas de vehículos eléctricos (VE) alcanzaron los 4 millones durante los cinco primeros meses del año, con un crecimiento del 32% en el primer trimestre, señala el equipo de análisis de Kraneshares en un análisis reciente.
“A pesar de la promesa de innovación e investigación en el campo de la tecnología de las baterías, todavía estamos a la espera de un avance significativo en la autonomía de los vehículos con una sola carga”, destacan desde la gestora. “Sin embargo, este año se ha intensificado la atención prestada a la creación de infraestructuras y cadenas de suministro de VE, con la construcción de un número creciente de cargadores eléctricos y el continuo apoyo de las políticas gubernamentales”.
Crecimiento de las ventas de los automóviles eléctricos y competencia en la industria
A pesar de los retos macroeconómicos, los vehículos eléctricos siguen siendo una fuente excepcional de crecimiento para los inversores mundiales, indica el estudio. La mayoría de los principales fabricantes de vehículos eléctricos puros obtuvieron buenos resultados, superando las expectativas de los analistas. “Esto ilustra los beneficios potenciales de diversificación obtenidos de la inversión en vehículos eléctricos, ya que el crecimiento tiende a estar más impulsado por los vientos de cola de la transición energética que por los ciclos económicos -añade el texto-. La desviación en los resultados económicos y el crecimiento existe incluso dentro de la industria automovilística, ya que los coches con motores de combustión interna siguen registrando un crecimiento negativo, mientras que los vehículos eléctricos crecen a escala mundial”.
Bloomberg New Energy Finance (BNEF) calcula que el pico de ventas de coches con motores de combustión interna se alcanzó en 2017. En 2030, las ventas de coches con motores de combustión interna podrían ser un 39% inferiores al máximo alcanzado. Se trata de un fuerte lastre para los fabricantes de automóviles tradicionales, cuyas ventas son predominantemente de vehículos de combustión interna.
Los fabricantes de automóviles tradicionales, como Ford, General Motors y Volkswagen, parecen tener más dificultades de las esperadas para diseñar vehículos eléctricos y ampliar sus operaciones. Esto deja a la cabeza, al menos durante los próximos dos o tres años, a los fabricantes de vehículos eléctricos puros, como Tesla, BYD, NIO y otros. Además, los fabricantes de automóviles tradicionales tienen que gestionar un negocio de motores de combustión interna en declive, lo que puede restarles esfuerzos y concentración en la transición. Ford anunció recientemente su retirada de China, especialmente del segmento de turismos, debido a la fuerte competencia, destacan desde Kraneshares.
El tenso microentorno de este año ha obligado a los VE a recortar precios, revelando en el proceso algunos líderes y rezagados entre los VE puros. Tesla está firmemente a la cabeza, dada su integración vertical entre vehículos eléctricos, baterías y componentes, así como su marca dominante y su capacidad de fabricación. BYD ha superado a Tesla por primera vez en lo que va de año en vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés). BYD también está integrada verticalmente con un exitoso negocio de baterías que da a sus productos una valiosa ventaja de costes.
En cuanto a las startups chinas del sector, Li Auto ha logrado unos resultados sorprendentes en términos de ejecución de la estrategia y ventas en lo que va de año. Consiguió ser rentable a finales de 2022, lo que dio a los inversores más confianza en su gestión y en su estrategia centrada en los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) y en las familias. NIO y Xpeng volverán a renovar su ciclo de productos en 2023. La segunda mitad del año será clave para que ambas empresas demuestren que pueden cumplir sus objetivos y encajar con los gustos de los consumidores dentro del mercado de coches premium.
Innovación en baterías e infraestructura de carga
El análisis de Kraneshares añade que la innovación de la última década ha permitido reducir el precio de las baterías en un 90%, pero que se necesita más para alcanzar la paridad con los vehículos con motor de combustión interna, lo que significa un coste de producción igual para los vehículos eléctricos y los vehículos con motor de combustión interna equivalentes sin subvenciones. “Por desgracia, los precios de las baterías aumentaron en 2022 por primera vez en al menos 10 años debido a los altos precios de los metales. Aunque el aumento de precios es solo a corto plazo, ha retrasado la esperada paridad de los vehículos con motor de combustión interna”, indica el artículo.
“En cuanto a las infraestructuras, en los últimos meses se han producido algunos acontecimientos interesantes que podrían ser beneficiosos para el mercado estadounidense. En pocas semanas, Ford, GM y Rivian anunciaron un acuerdo con Tesla que les permite acceder a la red nacional de recarga rápida de Tesla. El acuerdo debería dar más confianza a los compradores de vehículos eléctricos. Tesla tiene la mayor red de recarga del país. Algunos estados y empresas están empezando a presentar planes y leyes para convertir las tomas de carga al cargador NACS (North American Charging Standard) utilizado por Tesla”, agrega.
La mayoría de las empresas de vehículos eléctricos exitosas hasta ahora tienen planes claros a largo plazo para crear plataformas y procesos centrados en la calidad de la tecnología, crear una vía hacia la rentabilidad y ampliar las operaciones. Por ello, desde la gestora destacan: “Si las operaciones de las empresas siguen por buen camino y mejoran, creemos que deberían ser capaces de extraer valor a largo plazo para los inversores. El continuo apoyo gubernamental y los cambios en los gustos de los consumidores pueden servir de telón de fondo propicio para que estas empresas prosperen y superen potencialmente las expectativas, como hemos visto recientemente”.
Para finalizar, el análisis subraya que si bien los automóviles eléctricos han sufrido reveses a corto plazo, la oportunidad a largo plazo sigue siendo evidente. “Confiamos en que muchas de estas empresas dispongan de múltiples palancas de las que tirar que podrían desbloquear más valor a largo plazo. Por ejemplo, la reciente aparición de Tesla como principal proveedor de servicios de recarga de VE en Estados Unidos ha creado un segmento de negocio completamente nuevo. La conducción autónoma podría ser otro comodín en los próximos años. Los avances en la tecnología autónoma pueden abrir lucrativas fuentes de ingresos e impulsar el crecimiento de las empresas del sector de los vehículos eléctricos”, escriben los analistas de la gestora.
“Por último, cualquier innovación en la tecnología o fabricación de baterías que acelere la paridad de precios de los VE con los vehículos de combustión interna podría afectar significativamente a la adopción y demanda por parte de los consumidores”, añaden.
Aunque las fluctuaciones de precios y los acontecimientos a corto plazo pueden llamar la atención, es crucial adoptar una perspectiva a largo plazo al considerar el mercado de los vehículos eléctricos. “Siempre recordamos a los inversores que la electrificación es una maratón, ya que nos embarcamos en la misión de sustituir 1.300 millones de motores de combustión interna por vehículos eléctricos. Las estimaciones apuntan a 40 millones de vehículos eléctricos en circulación a finales de 2023”, concluye el análisis.
Para leer el informe completo, acceda a los siguientes enlaces: Versión US – Versión UCITS