Las rentabilidades negativas de la deuda pública de ciertos países del núcleo europeo suponen una amenaza para el sistema bancario y es poco probable que sean sostenibles a medio y largo plazo, según Ken Leech, director de inversiones de Western Asset, filial de Legg Mason, donde supervisa 466.000 millones de dólares en activos de renta fija. Leech es además gestor jefe de carteras del fondo Legg Mason Western Asset Macro Opportunities Bond, con 3.534 millones de dólares de AUM.
En su último artículo, el experto de Western Asset afirmó que las rentabilidades negativas de las emisiones de deuda pública suiza a 10 años y algunos bonos del Tesoro alemán son acontecimientos extraordinarios ante los que los inversores deberían ser muy cautos.
«A pesar de haber trabajado durante muchos años en el universo de la renta fija, jamás pensé que vería tipos de interés negativos«, apuntó. En Suiza, los bancos están pagando al banco central por depositar dinero en el mismo. «Está claro que el Banco Nacional Suizo está haciendo todo lo posible por desalentar a los inversores a seguir asignando capital a la deuda suiza, especialmente al eliminar el tipo de cambio fijo con el euro a principios de año”, explicó.
La deuda estadounidense ofrece un 2%
Pero, incluso con estos potentes elementos como telón de fondo, Leech cree que nos encontramos claramente en uno de los puntos más bajos del ciclo. “Lo cierto es que los inversores en bonos de mercados desarrollados pueden vender deuda suiza o alemana y adquirir bonos del Tesoro estadounidense, que arrojan una rentabilidad de casi el 2%. ¿Por qué no lo hacen?”, se pregunta.
Leech comentó que las rentabilidades en rojo entrañan una amenaza mayor para el sector bancario, especialmente si siguen adentrándose en terreno negativo. «Existe un límite en cuanto a lo lejos que pueden llegar las rentabilidades negativas —de hecho creo que ya lo hemos alcanzado— porque en un momento determinado terminan suponiendo una amenaza para el sector bancario», confesó.
«Por tanto, esperamos que los inversores den la espalda a las rentabilidades negativas en algún momento, especialmente a medida que nuestras propias perspectivas de crecimiento se tornen más positivas».
Aunque la deuda pública suiza a 10 años ha mantenido los tipos negativos en lo que va de 2015, Leech apuntó que ya hay indicios de reversión de esta tendencia, puesto que las rentabilidades han pasado de su mínimo histórico del -0,26% en enero al -0,05% de finales de marzo.
Así pues, Leech comentó que la firma está infraponderando la deuda pública de mercados desarrollados, en especial el Bund alemán, dado que ve mejores oportunidades en otros segmentos de la renta fija.
«Somos optimistas y creemos que el crecimiento volverá a hacer acto de presencia a nivel mundial y, por tanto, creemos que la deuda corporativa superará a los bonos del Tesoro”, afirmó.
“Priorizamos los mercados de deuda corporativa en general y, en particular, los bonos de empresas estadounidenses con calificación Investment Grade y determinados títulos de alto rendimiento. La deuda emergente denominada en dólares y en divisa local también nos resulta interesante. Buscamos países con fundamentales positivos como México, donde las reformas estructurales impulsan en gran medida las perspectivas», concluyó.