Europa afronta retos importantes: no habrá recesión pero el entorno podría estar marcado por un bajo crecimiento, además de los problemas políticos vinculados a temas como el Brexit o los populismos. Pero ello no es impedimento para que Ken Hsia, gestor y miembro del equipo Global 4Factor Equity en Investec AM, se muestre constructivo con la renta variable europea, en el marco del evento Global Insights, Spain 2018, celebrado recientemente en Madrid, que la gestora celebró de la mano de su distribuidor en España, Capital Strategies Partners.
“El caso de inversión en bolsa europea presenta tres problemas: la guerra comercial, el Brexit e Italia”, recordó el experto, empezando por las dificultades. En cuanto a la primera, indicó que los anuncios de Trump hasta ahora podrían restar solo 10 puntos básicos al crecimiento mundial, si bien en el peor escenario el impacto en EE.UU. podría llegar al 5% y en Europa, al 1,5%. Pero las elecciones podrían impedir llegar a ese punto extremo: “De todos los líderes, Trump es el que afronta elecciones a corto plazo y en 2019 tendrá que hacer campaña: en esos momentos, los políticos tratan de estimular la economía para ganar poder, de ahí que el escenario central es que no haya una recesión global y eso nos hace ser constructivos con la bolsa europea”, dice Hsia.
Con respecto al Brexit, habló de la posibilidad de un segundo referéndum y de una economía británica resistente, y en cuanto a Italia, criticó los frecuentes cambios de gobierno pero explicó que el impacto en el crecimiento teniendo en cuenta las nuevas políticas de gasto –que podrían restar uno o dos puntos al PIB frente al crecimiento esperado de 1/2 puntos- es manejable.
Beneficios en recuperación
Sin embargo, lo que más le hace ser constructivo con el activo son los beneficios empresariales: “Los beneficios aún están deprimidos pero podrían recuperarse”, desde crecimientos del 8%-9% previstos a inicios de año (y frente al fuerte doble dígito del año pasado), hasta cifras más altas, gracias a la recuperación económica, europea y global, pero también por la salud de las compañías. “Los balances de las compañías son más fuertes y las valoraciones siguen siendo atractivas. Todo depende de cómo se recuperen los beneficios: si lo hacen, el PER de la bolsa europea podría situarse en 11 o 12 veces, por debajo de la media de largo plazo de 14”, señaló el experto, convencido de que en Europa aún estamos por debajo de los picos mientras en EE.UU. están un 60% por encima de máximos.
En su cartera (el fondo Investec GSF European Equity Fund), los temas de inversión que ahora mandan son ganadores globales (compañías con grandes ventajas competitivas), firmas expuestas al continente (compañías con diferente oferta capaz de explotar a competidores más débiles) y evitando industrias en problemas.
Tecnología, energía y banca…
En positivo, y por sectores, destaca la sobreponderación del fondo en tecnología y energía, y la visión positiva en bancos: “Somos constructivos con los bancos europeos: los beneficios se han movido desde una posición plana a positiva y además están sobrecapitalizados. Utilizarán ese capital para repartir a sus accionistas o para crecer y empezar a prestar de nuevo, sosteniendo la recuperación económica en Europa”, dice. Al otro lado, infraponderan sectores como el de la salud.
Por países, sobreponderan Holanda (con nombres de banca y seguros) y España (con nombres como Repsol o Bankia) e infraponderan Suiza, donde las multinacionales no son atractivas. Para jugar las multinacionales prefieren el mercado británico (nombres como HSBC), donde apuestan por grandes nombres frente a los valores domésticos –donde sí juegan la economía doméstica es en Alemania-.
El riesgo, dentro del proceso
El experto explicó las claves de su fondo de bolsa europea (Investec GSF European Equity Fund) gestionado desde una perspectiva bottom-up (“no creemos en la macro, somos stock pickers”) y con un método basado en cuatro factores.
En cuanto a dicho método, el gestor destacó que “las finanzas del comportamiento están ganando importancia a la hora de gestionar. Para hacer las cosas bien, es necesario tener un buen proceso y embeber el riesgo en dicho proceso en lugar de considerarlo como algo separado. El gran riesgo es invertir en valores con un caso de inversión equivocado: es fácil de decir pero difícil de implementar”, explica.
Para ello, usan un método basado en cuatro factores: dos tradicionales (estrategia y value), que son estratégicos y ayudan a posicionarse, y dos de momentum (factores técnicos y beneficios), que ayudan a entrar y salir bien de los mercados. Su cartera tiene tres características clave: son agnósticos en cuanto a índices de referencia, también en cuanto a estilo de inversión (value o growth, pues “el value ha funcionado bien en los últimos años, pero junto a otros factores de crecimiento”) y en cuanto a capitalización (“buscamos ideas en el universo de large caps y también de empresas medianas y pequeñas”).