Los tipos de interés estadounidenses podrían aumentar un 1% más en los próximos 18 meses si la Reserva Federal viese factible la aprobación del paquete de estímulo fiscal de 5000 millones de dólares propuesto por el presidente electo Donald Trump, afirma David Roberts, responsable de renta fija de Kames Capital.
Desde las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, tanto los bonos gubernamentales como la deuda de mercados emergentes han sufrido fuertes ventas ante la expectativa de que el paquete de rebajas fiscales y gasto público en infraestructuras y defensa propuesto por Trump provocará un repunte de la inflación que obligará al banco central estadounidense a adoptar una política menos acomodaticia.
En opinión de Roberts, los precios de los bonos gubernamentales podrían caer aún más si la presidente de la Fed viese factible la aprobación del paquete de estímulo financiado con deuda pública.
«Hay preguntas para las que aún no conocemos la respuesta», apunta Roberts. «¿Cree Yellen que Trump flexibilizará la política monetaria? ¿Qué tipo de respuesta podemos esperar por su parte? ¿Cuánto tiempo seguirá al frente de la autoridad monetaria? Aún no lo sabemos pero, con pleno empleo y cierta presión inflacionaria, creemos que los tipos de interés estadounidenses podrían aumentar un 1% más en los próximos 18 meses. Si Yellen cree que Trump invertirá 5000 millones de dólares en políticas que podrían marcar la diferencia, las ventas de bonos continuarán».
En un entorno de este tipo, Roberts ve probable que el crédito se comporte mejor que la deuda soberana, aunque advierte del aumento de los riesgos bajistas. «Desde el punto de vista de los fundamentales, creemos que este entorno resulta positivo para el crédito», explica. «Sin embargo, se está extendiendo la idea de que el crédito podría verse atrapado entre unos activos libres de riesgo más atractivos y la renta variable, que se verá beneficiada por el repunte del crecimiento y la inflación. Los factores técnicos podrían volverse muy negativos».
«Obviamente, el sentimiento del mercado puede cambiar muy rápidamente pero, de momento, tanto la victoria de Trump como la reacción posterior han sido, por lo general, beneficiosas, y los precios empiezan a acercarse a su valor razonable de largo plazo. Es posible que dentro de poco incluso empiece a gustarnos la beta de la clase de activo», concluye.