El impacto más obvio de la crisis de Ucrania en los mercados emergentes ha sido la subida de los precios de las materias primas. El incremento más notable se ha producido en el precio del crudo, pero también en los metales y en alimentos primarios, como la soja o el trigo.
Según explica Nick Payne, responsable de estrategia en el área de Mercados Emergentes Globales en Jupiter Asset Management y principal gestor del fondo Global Emerging Market Focus, Asia se presenta como la región más afectada por este incremento de precios, pues la mayoría de los países asiáticos son importadores de metales y energía. En cualquier caso, el daño provocado por la guerra de Ucrania en la confianza y el crecimiento de la economía hará que disminuya la demanda de combustible y evitará que el precio del crudo continúe su escalada. Eso no evita que este impacto se refleje en los niveles de crecimiento. Por ejemplo, se espera que la India experimente una bajada de un punto porcentual en su PIB.
La otra cara de la moneda se está viendo en América Latina. Los países exportadores de materias primas “blandas” -como Brasil o Argentina-, de metales como el cobre, el oro y la plata -Perú o Chile-; así como países productores de petróleo -Colombia o Venezuela-, se han visto beneficiados por el incremento en los precios.
Otro de los problemas que pueden afectar al crecimiento es el repunte de COVID en China, que ya se ha convertido en el brote más serio desde que el virus surgió en Wuhan en 2020. China continúa aplicando su política de cero casos, dando lugar a nuevos confinamientos en Shanghái y Shenzhen. Siendo el gigante asiático el único país que mantiene estas medidas de contención dentro del grupo de países que pertenecen a las economías emergentes.
2021 no fue un buen año para la renta variable emergente y esto se debió al mal desempeño que las acciones chinas obtuvieron después de un 2020 en el que sí consiguieron un buen rendimiento. Los motivos fueron nuevamente la estricta política de cero casos ante los brotes de COVID y los cambios regulatorios.
El otro tema que ha afectado a los mercados emergentes ha sido la disparidad entre el número de personas vacunadas frente a las economías de Occidente. Una vez que lo peor de la variante Ómicron parece haber pasado, los confinamientos han dejado de verse en Indonesia, Sudáfrica e India. A medida que las economías emergentes recuperen la normalidad deberían seguir ofreciendo unos mejores diferenciales de crecimiento.
El ciclo de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos también preocupa a los mercados emergentes. El consenso del mercado cree que unos mayores tipos pueden ser perjudiciales para los mercados emergentes, basándose en el episodio del “taper tantrum” que se produjo en 2013 cuando Ben Bernanke sorprendió a los mercados. Pero, en la opinión de Payne, la Fed no está sorprendiendo al mercado esta vez, si no que la subida de 25 puntos básicos ya había sido anunciada.
Normalmente, los mercados emergentes suelen tener un mal desempeño en el periodo de anticipación de una subida de tasas y un mejor desempeño cuando esta subida se materializa. Dentro de los mercados emergentes, China es el único país que mantiene una política monetaria expansiva, una respuesta contracíclica que les puede beneficiar. Muchos otros países adoptaron políticas restrictivas antes que la Fed para controlar las presiones inflacionistas. Tras la crisis del COVID muchas de las economías emergentes habían bajado sus tipos de interés para facilitar la liquidez y proporcionar unas mejores condiciones de cara a una recuperación. Por ejemplo, Brasil ha subido tipos desde unos niveles excepcionalmente bajos para su economía, regresando a unos tipos más en línea con sus niveles históricos. Unas políticas más restrictivas por parte de los bancos centrales pueden tener algo de impacto en el crecimiento, pero este impacto es relativamente gestionable, sobre todo si contribuye a mantener sus divisas relativamente estables o incluso con signos de apreciación, una señal que deja entrever que el mercado percibe la subida de tipos por parte de la Fed de una forma más relajada.
Invirtiendo en el entorno actual
A la hora de invertir en mercados emergentes, en Jupiter Asset Management se centran en cuatro tendencias que representan una oportunidad para tener exposición a un crecimiento estructural a lo largo de los años: la digitalización de la economía, la infraestructura tecnológica, la inclusión financiera y el consumo aspiracional.
Las empresas que se enmarcan en estas cuatro temáticas son capaces de prosperar con independencia del comportamiento del ciclo económico o de las materias primas. Obviamente, estos factores tendrán algo de impacto en el crecimiento de sus márgenes, pero no son el principal factor que los determina.
Dentro de la transformación digital, se enfocan en aquellas empresas que se dedican principalmente al comercio digital, la computación en la nube, las redes sociales y los pagos digitales. Ejemplos de estas empresas son Tencent y Alibaba, multinacionales chinas enfocadas en tecnología, Mercado Libre, la plataforma de comercio electrónico con sede en Argentina, o Infosys, la empresa de consultoría digital que ayuda a las empresas que están tratando de desarrollar sus canales de ventas digitales.
La pandemia provocó una aceleración de tres a cinco años, haciendo que la transformación digital se transformase en un imperativo. Por ejemplo, en América Latina, la penetración del comercio online es del 9%, situándose muy por debajo del 30% de China, pero muestra un amplio margen de crecimiento.
Las empresas que se dedican a la producción de microchips, centros de datos, infraestructura relacionada con la tecnología 5G, la computación en la nube o la inteligencia artificial son la base que sostiene la transformación digital. En esta categoría destacan empresas como TSMC, con unos altos márgenes de beneficio, unas elevadas barreras de entrada que le ayudan a mantener sus ventajas competitivas, así como su capacidad para reinvertir en su negocio.
TSMC invierte cada año unos 5.000 millones de dólares en investigación y desarrollo, así como en la construcción de nuevas fábricas. Las barreras de entrada para cualquier otra empresa son tan elevadas que la competencia se reduce a otras dos empresas a nivel mundial: Samsung e Intel, sobre las cuales TSMC tiene una posición de dominio.
Muchos gestores que se encuentran dentro del segmento de calidad y crecimiento excluyen al sector bancario. Esto puede ser una realidad en los mercados desarrollados, pero no en determinadas economías emergentes. En materia de inclusión financiera, los bancos de los países emergentes desempeñan un papel fundamental en un mercado en el que 2.000 millones de adultos y 200 millones de pequeñas empresas no tienen acceso a los servicios financieros. Por ejemplo, HDFC Bank y BCA son los mayores bancos en India e Indonesia respectivamente. Estas entidades tienen sus propios bancos digitales, su propia tecnología y se asocian con empresas de Fintech en un mercado en el que el 70% o 80% de la población todavía no tiene acceso a una cuenta bancaria, algo que representa una enorme oportunidad de crecimiento para los márgenes de estas empresas dedicadas a los servicios financieros.
Por último, el consumo aspiracional se explica por unos mayores niveles de renta en las clases media emergentes. A medida que las clases medias acumulan más riqueza dejan de centrarse únicamente en el consumo de bienes de primera necesidad para consumir un menor número de bienes con mayor calidad o en servicios relacionados con el ocio y los viajes. Así, se espera que el gasto por parte de la clase media emergente crezca en un 70% en 2030.
Dentro de esta categoría, Kweichow Moutai es una empresa china productora de licor Moutai, una bebida alcohólica que se considera un bien de lujo en el gigante asiático y para la que el valor de cada botella supera los 300 dólares. Otros ejemplos son LGH & H, una empresa coreana productora de cosméticos especializada en mujeres asiáticas, y Locailiza, una empresa de alquiler de automóviles en Brasil, donde cada vez más personas desean viajar sin incurrir en el desembolso que supone comprar un vehículo.
Los factores ESG en mercados emergentes
Los factores ESG son especialmente importantes cuando el horizonte de inversión es de cinco a 10 años. Es necesario saber que una empresa está siendo gestionada de una forma correcta, pero también es importante que las ventajas competitivas creadas no se mantienen a expensas del resto de las partes vinculadas con la producción de un bien o un servicio, como pueden ser los proveedores o los empleados.
En la opinión de Payne, no se pueden obviar las cuestiones medioambientales, pagar persistentemente de menos a los empleados o retrasarse con los proveedores. Las empresas que tienen un buen comportamiento corporativo son las que suelen tener un mejor desempeño en el largo plazo. Con 30 valores en cartera, la estrategia Jupiter Global Emerging Markets Focus está alineada con el artículo 8 de la SFDR y produce un 97% menos de emisiones de carbono que el índice MSCI Emerging Markets.
Esta cifra es sorprendentemente buena, pero todavía no llega a las cero emisiones de carbono. Por eso, en Jupiter Asset Management mantienen un compromiso constante con las empresas, hablando de su proceso de transición. Para asegurarse de que las empresa llegan a estos objetivos, la gestora mantiene conversaciones con sus equipos directivos para conocer qué iniciativas van a implementar para llegar a las cero emisiones netas. Algunas de las empresas que mantienen en cartera ya pertenecen al grupo de cero emisiones netas, pero lo son por compensación. Sin embargo, en la estrategia de Jupiter AM promueven que haya una menor compensación y más acción real.
En ese sentido, Payne destaca el proyecto 30/60 de China en el que las empresas deberían alcanzar su pico de emisiones en 2030 y llegar a las cero emisiones en 2060. Dos objetivos que probablemente serán alcanzados teniendo en cuenta el carácter autoritario del gobierno chino.