Aunque la reapertura de China le ha dado un impulso importante a la confianza del mercado de los metales industriales, el frenesí en torno al cobre parece estar desvaneciéndose de nuevo. Esa es la visión de Julius Baer, que señaló que, si bien no ven un motor relevante para la demanda en el corto plazo, sí se ven oportunidades en el horizonte.
“No compartimos las esperanzas de que la demanda de metales se fortalezca, ya que la producción manufacturera en China se mantuvo fuerte el año pasado”, indicó el Head de Next Generation Research de la firma, Carsten Menke.
A la par, agregó en un reporte reciente, “no parece hacer una necesidad de reposición”. Los inventarios a lo largo de la cadena de valor, explicó, parecen ser suficientes. En ese contexto, recalcó que la visión de Julius Baer es que “el rally reciente fue demasiado rápido y demasiado lejos”.
¿Significa que el banco de inversiones suizo está negativo con el cobre? No. El informe de la firma destacó que mantienen su visión positiva de largo plazo para el metal industrial, aunque creen que “mejores oportunidades de compra deberían aparecer en el transcurso de este año”.
El rally
La confianza en el mundo de los metales industriales se vio fuertemente impulsada por la reciente reapertura de China, uno de los mayores consumidores de metales del planeta. Entre principios de enero y principios de febrero, la esperanza de una demanda fortalecida empujó los precios entre 7% y 17%.
Recientemente, eso sí, la efervescencia se ha ido desvaneciendo. “Nos cuesta ver el potencial de fortalecimiento de la demanda en China, principalmente porque la demanda no se debilitó el año pasado, al menos no en el sector manufacturero”, destacaron.
“La producción de productos que contienen metal, como los autos, los electrónicos y los artículos de uso doméstico ha aumentado, de hecho, y está muy por encima de sus niveles prepandemia. Así que, incluso di la demanda doméstica para esos productos aumenta, ya están en stock”, señalaron.
Respecto a la demanda de exportaciones, en Julius Baer aseguran que los consumidores del mundo occidental han estado “de compras” en los últimos años, pero que la confianza se ha calmado y los inventarios se ven “más que suficientes”, lo que sugiere lo que describen como una demanda de exportaciones “bastante blanda”.