Para Julius Baer, la economía seguirá avanzando con cierta dificultad, con la próxima recesión acechando hacia finales de 2019 o en 2020. La inflación se mantendrá controlada, impulsada por los salarios. Además, gracias a la continuación de las políticas monetarias favorables, las acciones siguen siendo la clase de activos de preferencia, mientras que los precios de la renta fija son demasiado buenos para ser verdad.
En opinión Julius Baer para 2018, la revisión de los últimos doce meses ofrece valiosas lecciones para el futuro. “La principal sorpresa de este año ha sido la amplitud del repunte económico mundial. Concretamente, Europa experimentó unas revisiones sustanciales en las expectativas de crecimiento. China y otras economías de mercados emergentes también lograron alcanzar tasas de crecimiento estables y sólidas”, apunta.
Todo esto ofrece un marcado contraste con un 2016 desolador. Según la firma, “en términos de inversión, la principal sorpresa fue el régimen de inversión, con fluctuaciones de precios históricamente bajas en acciones y bonos y una importante desconexión en términos de correlaciones”. Para los inversores, esto significó muchos replanteamientos y un entorno de inversión lleno de retos, a pesar de la rentabilidad general positiva de los activos.
En otras áreas, en 2017 ha sido un año perfecto; por ejemplo, por el hecho de que el crecimiento económico y, en particular, el crecimiento de los beneficios, más que los aspectos políticos, ha sido el principal motor de los mercados financieros en los últimos meses.
“Nuestros analistas técnicos vieron confirmado su argumento en favor de un mercado alcista estructural en acciones. Y nuestros analistas de la Próxima Generación afirmaron que estaban en un entorno dorado para su franquicia: suficientemente cálida como para que prosperasen los negocios disruptivos, pero suficientemente fría como para que los bancos centrales no se desenchufasen de los activos de riesgo. Por el contrario, los especialistas en renta fija lucharon para encontrar alternativas a los bonos, al igual que muchos inversores en su campo. Finalmente, los inversores en bolsa deben reconocer que los mercados de renta variable no son particularmente caros, al menos no según los niveles del legendario inversor Warren Buffet”, explican desde Julius Baer.
Visión para 2018
Para el año que viene, la firma espera que la economía siga avanzando con cierta dificultad, postergando la próxima recesión hacia finales de 2019 o en 2020. En su opinión, las dinámicas de la inflación probablemente seguirán estando bajo control, e impulsadas por los salarios. En este sentido, no esperan una repetición del auge o caída de las materias primas de 2003-2007. Incluso cree que China se mantendrá estable, y proporcionará un crecimiento más lento pero constante.
Según explica, “esperamos que los bancos centrales sigan apoyando, a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos continúa sus ajustes moderados, el Banco Central Europeo cierra su programa de compra de activos y el Banco de Japón imprime constantemente dinero. Este generoso suministro de dinero debería convertir a la renta variable en la clase de activos de preferencia, dado que la renta fija ha sido calificada como demasiado buena para ser verdad. Al mismo tiempo, los rendimientos de los bonos deberían comportarse y no causar problemas”.
Respecto a los riesgos, desde Julius Baer destacan que, según los especiales del World Economic Forum (WEF), los riesgos en los mercados financieros podrían seguir siendo provocados por el hombre, pero ya no tienen un carácter tan financiero.
Activos clave
En cuanto a las recomendaciones de clases de activos individuales, Julius Baer destaca los siguiente:
- Mercado de divisas: El dólar estadounidense puede haber alcanzado un pico cíclico, pero aún le queda algún beneficio a corto plazo. Por el contrario, algunas monedas europeas, como el euro y la libra esterlina, podrían suavizarse.
- Renta fija: Dado los niveles de rentabilidad todavía muy bajos, favorecemos las estrategias sin restricciones, y destacamos el atractivo de los pagarés de alto rendimiento protegidos con capital. Para las posiciones largas simples, existen oportunidades en los mercados emergentes de divisas fuertes, bonos bancarios convertibles contingentes y vinculadores de inflación.
- Renta variable: La entidad reconoce limitarse a las acciones europeas, financieras y tecnológicas. Además, añaden acciones de energía y de Japón, pero evitan los proxies de bonos, como los productos básicos de consumo. En los mercados emergentes, Asia y la tecnología son clave.
- Materias primas: Compran de forma generalizada, ya que consideran que es hora de comprar oro a bajo precio, a medida que aumentan las incertidumbres más allá de 2018.
- Análisis técnico: Las acciones individuales ofrecerán amplias oportunidades, además de comprar acciones japonesas en general y buscar un repunte del dólar estadounidense.
- Next Generation: La firma se está concentrando en la disrupción digital y la movilidad eléctrica, pero afirman evitar las criptomonedas.