El banco privado suizo Julius Baer ha publicado las perspectivas económicas de España para el segundo semestre de 2023. Explican que de manera anualizada, la economía creció un 5,5% interanual en 2022 (el mismo ritmo que en 2021). Sin embargo, esperan que el crecimiento económico de España se ralentice hasta el 2,2% anual en 2023 y el 0,6% en 2024, principalmente como consecuencia de la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras por la subida de tipos que está llevando a cabo el Banco Central Europeo.
Por los mismos motivos, Julius Baer muestra tanto el consumo de los hogares como la inversión disminuyeron un 1,8% intertrimestral y un 3,7% intertrimestral en el último trimestre del año pasado. Una muestra más de que estas condiciones desfavorables están teniendo un efecto en la economía española.
Según datos del FMI, se espera que el déficit público se mantenga estable en el 4,5% en 2023 y se reduzca gradualmente hasta el 3,5% del PIB. La caída de los precios de los combustibles ha ayudado a justificar la eliminación de subvenciones públicas a los carburantes, favoreciendo así la reducción del déficit. Sin embargo, se espera que los próximos datos sigan siendo superiores a los niveles prepandémicos, ya que las medidas de apoyo como consecuencia de la inflación (como por ejemplo la subida de las pensiones) han tomado el lugar de las medidas de apoyo por el COVID-19.
“Esperamos que el ratio deuda/PIB de España se reduzca gradualmente en 2023 y 2024 (frente al 120% en 2020), dada la ralentización de los déficits. Muchas de las inversiones públicas actuales están dentro del marco de los fondos de recuperación de la UE a España (incluidas subvenciones), evitando así presiones inmediatas en la financiación del gasto público. A pesar de ello, la relación deuda/PIB de España sigue siendo una de las mayores de la zona euro lo que no es tomado como un buen signo por el mercado”, comentan.
En cuanto a la inflación, esperan que la cifra anualizada se sitúe en el 3,7% para 2023, pero que se ralentice hasta el 2,6% en 2024 (frente al 8,3% en 2022), como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria del BCE y la relajación paulatina que estamos viendo en los precios de la energía.
Destacan que hay que prestar atención al factor político y al efecto que podrían tener potenciales cambios en las políticas actuales sobre todas estas previsiones debido al periodo electoral en el que estamos actualmente, después de las recientes elecciones locales y de algunas comunidades autónomas y más importante, las próximas elecciones generales de julio.
“Esperamos que el crecimiento económico de España se ralentice hasta el 2,2% anual en 2023 y el 0,6% en 2024, principalmente como consecuencia de la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras por la subida de tipos que está llevando a cabo el Banco Central Europeo”, explica Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras para Iberia. Asimismo, estiman que la inflación se situará el 3,7% para 2023 y se ralentizará hasta el 2,6% en 2024.
No obstante, Benedit recuerda que es necesario tener en cuenta “el factor político y el efecto que podrían tener potenciales cambios en las políticas actuales sobre todas estas previsiones debido al periodo electoral en el que estamos actualmente”.