Después de que las particularidades de 2021 provocaran movimientos interesantes en el mercado de commodities, el banco privado suizo Julius Baer espera que 2022 sea un período de normalización.
El año recién pasado estuvo marcado por el estrés en las cadenas de suministro, “tropiezos” que provocaron fuertes subidas de precios en materias primas. Estas “salvajes” dinámicas en las cotizaciones, según describe la firma europea en un informe, se vieron apoyadas por la rápida recuperación económica y un rebote impulsado por la manufactura.
En medio de este contexto, algunos metales industriales subieron a nuevos récords, el crunch en el mercado energético alimentó los miedos de déficit, los precios del petróleo superaron los 80 dólares por barril y la inflación dominó los debates, opacando la turbulencia del mercado de propiedades chino.
¿Qué viene para 2022? Para Julius Baer, la dinámica de este nuevo año será de normalización en el mundo de las materias primas. “Esperamos una normalización amplia. Vemos que los tropiezos fueron más resultado de factores cíclicos, no estructurales, por lo que están en el campo de la inflación temporal, no duradera”, indica la firma en su reporte, escrito por Carsten Menke y Norbert Rücker.
Según su análisis, hay señales de que las cadenas de suministro se van a expandir y desbloquear. Como anticipan que el crecimiento de la oferta supere al crecimiento de la demanda, los vientos a favor por el lado fundamental se convertirían en corriente en contra.
“Incertidumbres clave e imprevistos, que incluyen la política, están viniendo de las naciones petroleras, China y los bancos centrales, en vez de la pandemia”, añadieron los ejecutivos de Julius Baer.
En esa línea, el banco privado de origen europeo augura que los precios del crudo migren al rango entre los 60 dólares y 70 dólares por barril, a medida que el balance del mercado se asiente. En el caso de los precios del oro, la firma espera que se muevan “más a la baja que al alza”, con las subidas y bajas de corto plazo inspiradas por la confianza del mercado y las políticas de los bancos centrales.
“Solo vemos efectos estructurales en juego para los precios de los metales de baterías, considerando que el rápido giro a la movilidad eléctrica ha empezado un ciclo de industria que ofrecerá un apoyo duradero a los precios”, indicó.