Una cita deportiva como los Juegos Olímpicos es, sin duda, el mejor escaparate para cualquier gran ciudad del mundo. Sin embargo, no son pocas las voces que ponen en cuestión el verdadero impacto económico que un evento de tal magnitud puede causar en las urbes que los acogen. En la última entrada del blog corporativo del Grupo Banco Popular, la entidad financiera reflexiona sobre los beneficios de acoger unas Olimpiadas.
Hacer números
Probablemente sea muy complicado que se conozcan al detalle las cifras concretas de gastos e ingresos que originen los Juegos de Río. Sin embargo, lo que es indudable es que dejarán un legado muy importante para el futuro de esta gran metrópoli, como todas las infraestructuras deportivas, la nueva línea de metro o la gran reordenación urbana que ha sido preciso realizar llevar a cabo. En el apartado de los intangibles, quedará la magnífica campaña de imagen que supone ser el centro de atención del mundo durante los quince días de desarrollo de las competiciones deportivas.
Los organizadores esperan una cifra de 350.000 visitantes que van a viajar hasta Río, una ciudad que ha invertido 7.100 millones de dólares en infraestructuras, la misma cifra que se destinó para la Copa del Mundo de Fútbol que se celebró en 2014 en las doce ciudades brasileñas que fueron sede del campeonato y que supuso una gran inyección económica para el país. Sin embargo, la agencia de calificación Moody’s considera que los Juegos van a suponer una mejora muy limitada para la economía de Río, máxime si tenemos en cuenta el escenario de recesión en que se encuentra Brasil desde hace meses.
La agencia de calificación avanza que la postración económica brasileña va a continuar una vez finalice la cita olímpica y señala en su informe que “las perspectivas comerciales de este proyecto son menos seguras”, aunque indica que los sectores que más se beneficiarán de los Juegos son “los medios de comunicación, las empresas de procesamiento de pagos y las compañías de alquiler de automóviles”.
A esta visión se suma el banco de inversión Goldman Sachs, quien considera que “las inversiones relacionadas con los Juegos Olímpicos han sido demasiado pequeñas como para levantar una gran economía como la brasileña”. Esta entidad financiera norteamericana señala que los Juegos Olímpicos “no son suficientes para que Brasil logre reponerse de una de las peores contracciones que está viviendo este país en toda su historia”.
Incluso los propios brasileños se muestran escépticos sobre el impacto que tendrá la competición olímpica. De hecho, el 63% de la población, según una encuesta realizada por la empresa Datafolha, opina que traerán más perjuicios que beneficios, mientras que el 53% afirma no tener ningún tipo de interés por la cita olímpica.