Estados Unidos se encuentra en la actualidad en un momento de transición a nivel económico en el que están sucediendo muchos cambios, pero que también presenta oportunidades de inversión, sobre todo de cara a 2023, aseguró en una reciente visita a Madrid Christian Preussner, responsable del equipo de especialistas de producto de renta variable americana de JP Morgan AM.
Preussner comenzó realizando un análisis del actual entorno, uno de los peores años para los mercados de los últimos tiempos, pero en el que también la dispersión de valoraciones entre compañías ha sido muy elevada, hecho en el que reside en su opinión gran parte de las oportunidades.
Mientras que la energía es el único sector que lo ha hecho muy bien, existen otros que han sufrido importantes caídas –sobre todo servicios de comunicación y tecnología de la información-, con el S&P 500 acumulando un retroceso del 24% hasta finales de septiembre. Esta situación coloca a algunas compañías tecnológicas como una interesante oportunidad, “aunque no ahora mismo, sino después de la temporada navideña y de cara a 2023”, indicó.
Ha habido un claro deterioro de la situación económica en el último medio año. “En nuestra opinión Estados Unidos ya está en recesión, aunque leve. Hay un cierto nivel de contracción de la producción industrial, el consumidor no está gastando tanto, por lo que se siente como una recesión. Nuestro pronóstico para todo 2023 es una caída del PIB en EE.UU. de un 1%”, añadió.
En este país es fundamental el peso del consumo, que representa un 70% del PIB, por lo que es clave entender su evolución en los próximos meses. Preussner recordó las tasas de ahorro que se alcanzaron durante la pandemia entre los consumidores, y el aumento del gasto en 2021, que ha vuelto a revertirse este año. Por una parte por la incertidumbre, pero también por el aumento de los costes de la energía y de la vivienda, que redujeron el dinero disponible para otros gastos.
Otros aspectos que afectan al consumo son la tasa muy baja de desempleo frente a un aumento de un 6% de salarios, que aunque por debajo de la inflación, representa una situación mucho mejor que en Europa. Pese a ello, la Fed ya ha advertido que podría sacrificar empleo en su lucha contra la inflación. En opinión de JP Morgan AM, los precios irán retrocediendo pero con lentitud y la inflación podría cerrar 2023 en un 4%, aún por encima de los objetivos pero la mitad de la actual.
A nivel de las compañías, en general existe un nivel elevado de efectivo tanto para hacer frente a pagos o dividendos, como para invertir. Debido a que además han caído las valoraciones, Preussner comentó que en el mercado se esperan numerosas fusiones y adquisiciones el año próximo.
También destacó que pese al entorno de desaceleración, los beneficios de las compañías se han mantenido estables en torno a un 5%. Y aunque considera que las actuales previsiones de beneficios por acción siguen siendo demasiado optimistas, la gestora prevé un crecimiento del S&P 500 de un 10% para todo 2022 y de un dígito el año que viene.
Value vs. Growth
Sobre estilos de inversión, Preussner indicó que las carteras de JP Morgan AM se encuentran neutrales en la actualidad, y que su recomendación sería esperar unas semanas más antes de comprar para ver cómo transcurre la temporada navideña y cuáles son los planes de las tecnológicas para hacer frente a la inflación.
En value observa numerosas oportunidades en el sector financiero, que se ve favorecido por el entorno de subidas de tipos e hipotecas, así como en el de salud. “Recomiendo sobre todo las compañías del S&P 500, que tienen exposición a ambos estilos y a la vez calidad. Desaconsejo por otra parte las empresas de pequeña capitalización, porque en este entorno inflacionario no tienen el mismo poder de fijación de precios que las de gran capitalización”, añadió.
Respecto del dólar, reconoció que está caro, pero que el escenario no es propicio para que baje: por una parte porque la situación económica en Europa -y por tanto del euro- es peor, porque los tipos de interés lo mantendrán en ese nivel, y además porque muchos bancos centrales se han movido al dólar como divisa refugio ante la debilidad de la libra esterlina.
Fondos de renta variable estadounidense
Caroline Karlander, especialista del equipo de renta variable americana, expuso a continuación la estrategia de dos de los fondos de la gestora a considerar en el actual entorno de mercado: el US Select Equity Fund y el US Value Fund. También destacó el amplio equipo de analistas que realizan el estudio de los fundamentales de las compañías invertidas en todos sus fondos como la piedra angular que distingue a la gestora.
El US Select Equity Fund es un fondo core lanzado en 1984. Busca aprovechar el desajuste temporal de los precios de las acciones respecto de su valor real a largo plazo, lo que realiza mediante un modelo de valoración propio de la firma que se utiliza para captar las opiniones de sus analistas y que ha probado con el tiempo el éxito del proceso de investigación, clasificación y selección de valores, indicó Karlander.
En primer lugar los analistas -que están especializados por sectores- establecen las ventajas competitivas de las compañías, las clasifican y también tienen en cuenta los aspectos ESG. En segundo lugar se estudian las previsiones de beneficios y finalmente se clasifica a las empresas por quintiles desde las más a las menos atractivas. Es entonces cuando intervienen los gestores, que aportan su visión general del riesgo, en un proceso conjunto en el que determinan con los analistas una cartera de gran convicción y relativamente concentrada.
“Desde que iniciamos nuestro ranking de análisis en 1987, los nombres contenidos en el primer quintil han tenido un mejor rendimiento que el mercado sobre una base anualizada de casi un 3%”, dijo Karlander. Por el contrario, el quintil 5 se comportó peor que el índice. “Así que en la medida en que sobreponderamos el primer quintil e infraponderamos el último quintil, a largo plazo de consigue un buen rendimiento”.
Para navegar la gran volatilidad de los últimos años, buscan centrarse en los “ganadores estructurales” pero sin caer en la complacencia de considerar que los triunfadores de ayer serán los del futuro, por lo que la investigación de los analistas vuelve a ser clave para descubrir a los ganadores estructurales menos obvios del mañana.
También observan oportunidades en los activos cíclicos de calidad, en los que buscan tomar posiciones en momentos de incertidumbre para aprovechar el siguiente ciclo.
En la construcción de la cartera de centran en el alfa, no en el beta, y mantienen un enfoque equilibrado a nivel macro y sectorial. En la actualidad, añadió la experta, la cartera se encuentra neutral entre estilos, centrada en nombres de alta calidad tanto de crecimiento como de valor.
El US Value Fund sigue un proceso similar de inversión, pero con un sesgo de valor, aunque también en este caso se tiene en cuenta en primer lugar la calidad y luego la valoración. Es algo más diversificado que el fondo core, pero con un enfoque conservador de valor de gran capitalización con atractivas características de riesgo enfocado a empresas de calidad, con ganancias y sólidos equipos de gestión.
En términos de sectores, desde la gestora encuentran oportunidades en el financiero, que representa un 26,2% de la cartera, seguido del de salud, con un 20,5%, que tiene un efecto defensivo importante. El sector financiero se encuentra muy diversificado, destacó Karlander, desde grandes bancos a entidades regionales o aseguradoras, de modo de no estar expuestos a ningún riesgo de tipos de interés.