La situación en Ucrania y Rusia ha intensificado el debate sobre las materias primas y su desempeño, pero se trata de un activo que se ha recuperado en los dos últimos años después de tocar fondo en 2020. Desde JP Morgan AM analizaron las perspectivas y el enfoque de inversión en commodities en la segunda entrega de este año de sus Investment Episodes.
Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal, explicó que en los últimos 100 años ha habido cuatro superciclos de materias primas. El último fue impulsado por China, pero a medida que este país comenzó su transición hacia una economía más centrada en el consumo y los servicios, se produjo un hundimiento de la demanda y las compañías afectadas, como las mineras, reaccionaron con una reducción de su inversión en CAPEX y nuevos desarrollos.
En 2020, con la pandemia, la energía fue uno de los sectores más castigados, pero se ha recuperado desde entonces. «No sabemos si se trata de un nuevo superciclo, pero sí de un escenario favorable y las commodities deberían seguir haciéndolo bien», indicó.
Gutiérrez-Mellado destacó que hay dos motivos fundamentales por los que se trata de un buen momento para invertir, si bien puntualizó también que es necesario hacerlo de una manera diversificada en distintos subsectores, porque cada uno lo hace bien en un entorno distinto.
Inflación y desajuste oferta-demanda
Uno de los factores que impulsa la inflación es la escalada de las materias primas, «y qué mejor recurso para protegerse de la inflación que invertir en el activo que la está provocando», explicó. Si además se añade el conflicto en Ucrania, se intensifica esta tendencia.
En segundo lugar, en la actualidad existe un desajuste entre oferta y demanda. «Uno de los motivos por los que nos gusta invertir en materias primas es que tienen una correlación bastante baja con la renta variable y en algunos casos negativa con la renta fija. Cuando calculas el valor de cualquier bono o acción lo puedes descontar trayendo a valor presente los flujos de caja del futuro. El precio de las materias primas depende de otras variables, y fundamentalmente de la oferta y la demanda. Este actual desajuste hará que ese precio continúe al alza», explicó.
Vamos a un mundo cada vez más tecnológico y digital en el que dependemos para muchas cosas de las materias primas, también en los países emergentes con su proceso de urbanización.
Pero, ante el entorno más complicado para las compañías productoras de minerales o metales en los últimos años, estas empresas se han dedicado a sanear sus balances y reducir las inversiones. Debido a lo acordado en el Acuerdo de París también se han reducido las nuevas exploraciones por su impacto medioambiental. Aunque ahora existe una fuerte demanda, se tarda tiempo en volver a poner el marcha este tipo de proyectos. «Ante este desajuste, subirán los precios», consideró Gutiérrez-Mellado.
Transición energética
Aunque los esfuerzos están puestos en la transición energética, no es posible realizarla de un día para otro, por lo que en el corto a medio plazo va a seguir habiendo bastante demanda de petróleo. Desde la gestora consideran además que el mundo continúa en un escenario de crecimiento económico incluso pese a lo que ocurre con Rusia y Ucrania. Si bien en Europa estiman que habrá un crecimiento plano en el segundo y tercer trimestres, por ahora no prevén una recesión. La demanda será además importante en los mercados emergentes, que están experimentando en sus economías una transición que Europa hizo hace años.
Un buen ejemplo son los metales, fundamentales para la transición energética. En el caso del cobre, como muestra la gráfica, entre la línea roja (demanda) y los proyectos aprobados o que probablemente se aprueben, la diferencia es considerable y difícil de cubrir.
Finalmente, Gutiérrez-Mellado explicó que JP Morgan AM siempre mantiene una cierta exposición al oro, que suele actuar como activo refugio, para diversificar las carteras.
Solución de inversión
Elena Domecq, especialista de producto y estrategia local para España y Portugal, detalló a su vez el funcionamiento del JP Morgan Global Natural Resources, un fondo gestionado por expertos que siempre se han dedicado al sector, con una media de 17 años de experiencia en materias primas.
«Es una cartera diversificada con exposición al sector energético aproximadamente en un 50%, minería (30%) y oro (15%). Sigue un proceso fundamental bottom-up con la idea de seleccionar las mejores ideas dentro de cada uno de estos sectores a nivel global. Tiene entre 50 y 100 valores en cartera, aunque estamos ahora en el rango bajo, con 52», señaló.
El fondo invierte en todas las capitalizaciones y se lanzó hace casi 30 años. Ha tendido a estar sobreponderado en el sector energético y concretamente en el subsector de la exploración y producción. El patrimonio asciende en la actualidad a 2.500 millones de dólares.
A día de hoy tiene una sobreponderación en minería, con preferencia por los metales básicos como el cobre a los minerales de hierro. «En oro tenemos una ligera infraponderación, solemos tener una posición en línea con el índice de referencia, no solemos hacer apuestas en oro», añadió Domecq.
En todos los casos las compañías deben reunir como condiciones una rentabilidad atractiva, balances saneados y equipos con experiencia y enfoque en la sostenibilidad.
«En un entorno de inflación una forma de protegernos es invertir en los activos que lo están provocando –señaló-. Además los recursos naturales ofrecen diversificación en carteras tradicionales y las compañías están mucho más saneadas que hace 10 años. El fondo ofrece acceso a mejores ideas en cada uno de estos sectores».