La deuda soberana es uno de los mercados más grandes y líquidos del mundo, con más de 60 billones de dólares en circulación1, pero la aplicación de de un marco medioambiental, social y de gobernanza (ESG) en este segmento conlleva un conjunto de desafíos. Desde JP Morgan AM los afrontan con un sistema de puntuación soberano propio tanto para mercados desarrollados como emergentes que contribuye a generar una rentabilidad ajustada al riesgo más sólida.
En un análisis conjunto de Janet He, Executive Director y estratega macro de Emerging Markets Debt, y de Fan Wu, vicepresidenta y gestora de carteras de Global Rates en JP Morgan AM, las expertas destacan que los factores ESG son impulsores importantes para el desempeño económico e impactan sobre el riesgo financiero y la rentabilidad en el espacio de la deuda soberana.
«Como inversores en deuda soberana, creemos firmemente que la integración de los factores ESG es fundamental para obtener mejores resultados de inversión; no se trata de un mero ejercicio para señalar virtudes», señalan en el documento, titulado Deuda soberana y factores ESG: Nuestra posición ante un mundo complicado.
Los factores ESG complementan el análisis crediticio convencional, recogiendo información que no es capturada por el análisis de riesgo crediticio tradicional, con un enfoque a largo plazo. Identificar un vínculo fundamental y empírico entre los indicadores ESG y los precios de los activos es un paso fundamental en la creación de sus marcos propios.
La dificultad puede surgir porque si bien se ha demostrado ampliamente en el espacio de renta variable que los enfoques ESG no se logran a costa de la rentabilidad2, los inversores en renta fija se han mostrado más escépticos, dado que los créditos con puntuaciones ESG más bajas suelen presentar rentabilidades más elevadas.
«En concreto, en el caso de la deuda soberana, podemos ver el ejemplo del conjunto de índices ESG de JP Morgan en comparación con sus índices tradicionales de deuda de mercados emergentes (ver gráfico). Las versiones ESG de los índices han podido demostrar rendimientos similares, con una volatilidad cada vez más baja. En los mercados desarrollados, las puntuaciones ESG más altas se han correlacionado históricamente con retrocesos más bajos en tiempos de tensión en los mercados», escriben las autoras.
Características únicas
Además, el análisis ESG en el espacio de los bonos soberanos presenta algunas características únicas frente a otras clases de activos, como el hecho de que estén significativamente influenciados por las políticas de los bancos centrales y que el riesgo crediticio puede variar según el nivel de apoyo oficial del sector. Por ejemplo, los bonos soberanos con un fuerte apoyo de bancos centrales totalmente fiables, como los bonos del Tesoro estadounidense, se negociarán con poco o ningún riesgo crediticio, frente al riesgo más elevado en los mercados emergentes.
«En cuanto a la deuda soberana que se negocia principalmente con riesgo crediticio, la óptica ESG es similar a la de las acciones o los bonos corporativos. Para aquellos que no se negocian en función del riesgo crediticio, el análisis ESG está más relacionado con el impacto de estos factores sobre las perspectivas de crecimiento e inflación», explican Janet He y Fan Wu.
Por otra parte, aunque los datos ESG pueden estar disponibles más fácilmente que para otras clases de activos, no siempre son puntuales o precisos, y pueden implicar sesgos, por ejemplo políticos o de ingresos. Por ello observar una amplia gama de fuentes de datos internacionalmente reconocidas es un buen comienzo para formarse una perspectiva objetiva.
Sin embargo, si bien la puntuación puede ser útil, no proporciona una imagen completa. Los inversores deben considerar la trayectoria e implicarse para alcanzar una comprensión más profunda. Por una parte, comprender la metodología utilizada y sus limitaciones. Además, las puntuaciones deben adaptarse a un enfoque ESG más amplio que puede requerir más análisis a escala de valores, en lugar de depender únicamente de las puntuaciones en el ámbito del emisor. Asimismo, los tenedores de bonos desempeñan un papel importante en la promoción de un cambio positivo, destacan desde JP Morgan AM.
Ajustar el enfoque
«En JP Morgan Asset Management utilizamos un marco de puntuación ESG soberano propio para generar puntuaciones para nuestros procesos de inversión en mercados emergentes y desarrollados que se adapta a las diferentes disponibilidades de datos y los impulsores de los mercados desarrollados frente a los emergentes y se construye de modo que se alinee con nuestros procesos de inversión existentes», se explica en el documento. «Creemos que una puntuación ESG propia nos permite comprender mejor las entradas de datos y las limitaciones, además de ajustar nuestro enfoque con nuestros procesos de inversión existentes».
En conclusión, desde la gestora consideran que aunque se dispone de una amplia gama de datos ESG en el ámbito de la emisión soberana, su interpretación puede ser irregular, sesgada y compleja. Las puntuaciones de terceros pueden proporcionar una comprensión simple de las características ESG de un país, pero pueden carecer de transparencia y, hasta el momento, no existe un estándar del sector.
«Creemos que nuestro marco propio nos proporciona información más completa y, por tanto, una mayor convicción», subrayan, con un enfoque multifacético y transparente, que tiene en cuenta una amplia gama de información y puede combinarse con una superposición cualitativa y complementarse con la implicación. Todo ello les proporciona en su opinión una visión más holística de los emisores soberanos, lo que contribuye a generar una rentabilidad ajustada por el riesgo más sólida.
Notas
1 ICMA, agosto 2020. https://www.icmagroup.org/Regulatory-Policy-and-Market- Practice/Secondary-Markets/bond-market-size/
2 ESG factors and equity returns – a review of recent industry research. https://www.unpri.org/pri-blog/esg-factors-and-equity-returns-a-review-of-recent-industry-research/7867.article