Los mercados de valores mundiales han frenado y la volatilidad ha vuelto, precipitada por la preocupación de que las tensiones comerciales y/o un posible error en la política monetaria, puedan acabar con este ciclo económico. «Reconocemos los riesgos, pero vemos suficiente apoyo en el aumento de los beneficios y en los precios razonables para seguir invertidos en valores—y señalamos que la volatilidad es todavía moderada según estándares a largo plazo», afirma Paul Quinsee, responsable de renta variale global de JP Morgan AM.
En su opinión todavía nos esperan suficientes beneficios para seguir plenamente invertidos en renta variable, aunque también reconocen que el equilibrio entre riesgo y recompensa resulta ahora menos atractivo. Así, desde JP Morgan AM esperan una rentabilidad media del 42% para la renta variable en los próximos 18-24 meses, ligeramente inferior a lo que esperaban a principios de año. Para Quinsee, la renta variable de mercados emergentes sigue siendo una de sus favoritas y Europa resulta más atractiva tras el reciente descenso de la rentabilidad.
En cuanto a los valores financieros de todo el mundo, cree que ofrecen muchas oportunidades y el sector tecnológico de alto nivel, aunque ahora es claramente menos atractivo, todavía no constituye una amenaza para los inversores. «Los avances han sido espectaculares y compañías relativamente nuevas ocupan ahora los puestos más altos de capitalización de mercado, tanto en EEUU como en Asia. Si los valores de internet se han comportado muy bien, también sus negocios; los precios, por lo menos en el caso de las principales compañías, todavía no parecen excesivos», argumenta este experto.
En el otro extremo de los gráficos de rentabilidad, los valores energéticos se han quedado marcadamente rezagados hasta las últimas semanas, y los “valores similares a bonos” han tenido dificultades desde que los tipos de interés en EEUU empezaron a elevarse.