La expansión de la economía estadounidense, que se prolonga ya diez años, puede continuar a pesar de que se encuentra en las últimas fases del ciclo económico ahora que la Reserva Federal ha interrumpido su proceso de subidas de tipos de interés. Así lo considera Joyce Gordon, gestora de renta variable de Capital Group, que se muestra convencida de que “los mercados pueden seguir subiendo”.
Gordon reconoce que es cierto que los mercados de renta variable tienden a mostrarse más volátiles durante las fases más avanzadas del ciclo económico. “En parte, ello se debe a que el volumen de los pedidos comienza a disminuir, o al menos a estabilizarse, lo que aumenta la posibilidad de que las compañías no cumplan sus previsiones de ganancias. Por tanto, creo que los mercados van a mostrarse volátiles en el futuro”, asegura.
Por eso afirma que, en un entorno como este, “trato de ser más defensiva, y busco compañías consolidadas con una sólida trayectoria de generación de rentas independientemente de lo que esté pasando en la economía”.
La experta asegura que las compañías del sector de las eléctricas y el gas, con contratos a largo plazo y una tarifa base estable, suelen resistir relativamente bien en momentos de dificultad. “También me fijo en compañías estadounidenses del sector de defensa, compañías del sector sanitario y empresas de alimentación, muchas de las cuales han conseguido superar al mercado en periodos anteriores de caída”, añade.
Este tipo de compañías tienden a presentar niveles reducidos de deuda y en ocasiones presentan una posición positiva de tesorería neta. Además, muchas de ellas reparten dividendos. “No busco únicamente una elevada rentabilidad por dividendo; cuanto más se prolongue el actual periodo de expansión, más me fijo en la sostenibilidad de los dividendos. Quiero asegurarme de que una compañía va a poder pagar sus dividendos a lo largo del ciclo económico. Si una compañía decide recortar sus dividendos, cae el respaldo del mercado al precio de la acción. Eso fue lo que ocurrió con muchas compañías durante la Gran Recesión de 2008 y 2009”.
Gordon señala que de la crisis financiera de 2008 y la posterior recesión nos enseñó que “es mejor evitar aquellas compañías que presentan un nivel excesivo de deuda, ya que han de enfrentarse a numerosos problemas”.
Aunque no ve problemas como los de entonces, indica que algunas compañías están emitiendo deuda para recomprar acciones y pagar sus dividendos, en lugar de utilizar el flujo de caja libre. “Resulta tentador hacerlo, porque los tipos están muy bajos. Pero puede tratarse de una señal de alarma”, sostiene.
Por otra parte, algunas compañías que suelen aumentar sus dividendos todos los años, el año pasado no lo hicieron. “En muchos casos se trata de empresas muy apalancadas a las que les empieza preocupar cómo reducir su nivel de deuda. Lo hemos visto en numerosas compañías del sector de la alimentación, lo que nos señala que el crecimiento de las ventas es más difícil en las fases avanzadas del ciclo económico”, alerta la experta.
En este contexto, la experta está adoptando un enfoque más defensivo con el objetivo de la preservación del capital puesto en el foco. “La preservación del principal es una parte importante de la rentabilidad a largo plazo, por lo que siempre estoy pensando en qué medidas adoptar para favorecer la protección frente a las pérdidas. En la actualidad mantengo más liquidez de lo habitual, en parte porque nos encontramos en una fase avanzada del ciclo y en parte porque las valoraciones comienzan a ponerme un poco nerviosa. Aunque es cierto que estoy renunciando a parte del potencial de rentabilidad del mercado, la posición de liquidez puede ayudarme a mitigar la volatilidad; y si se produce una corrección, me permite invertir en compañías buenas con unas valoraciones relativamente atractivas”, apunta la experta.