Nos acercamos al final del año y las principales casas de inversión comienzan a presentar sus perspectivas para 2020. En esta ocasión ha sido BBVA Asset Management la que ha compartido su visión: una economía global en fase madura del ciclo y una tendencia de crecimiento por debajo del potencial en la mayoría de los países.
Según la gestora, aunque en 2019 la política fiscal ha tenido un sesgo expansivo, similar en términos globales a 2018, los planes presupuestarios actuales no contemplan por el momento un impulso fiscal positivo a nivel global en 2020. “Tiene sentido que los pocos países que tienen margen para implementar una política fiscal más expansiva, entre los que destaca Alemania, lo hagan. Pero no se deberían olvidar tampoco las reformas estructurales que tengan capacidad de aumentar el crecimiento potencial de las economías”, afirmó Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management.
En general, en 2020 la subida de las bolsas se debería producir de nuevo en gran parte por valoración, y en menor medida por beneficios, porque estos crecerán solamente entre el 2% y el 5%. Por tanto, se trata de una previsión que descansa más en un escenario de contención de la incertidumbre política y económica que en puro crecimiento económico. García Huerga explicó que el balance de riesgos está sesgado a la baja, por lo menos hasta que se firme la primera fase del acuerdo comercial entre EE. UU. y China.
En su opinión, por primera vez en muchos años, el potencial de las bolsas europeas para 2020 es mayor que el de la estadounidense. “Las bolsas europeas subirán en torno a un 10%, mientras que creemos que el S&P 500 solo lo hará un 3% en 2020”, destacó durante la presentación. Respecto a la bolsa española, García Huerga sitúa el potencial del Ibex 35 en el 15%, por encima del resto de las del viejo continente. “La bolsa española se ha quedado más barata y, si todo va bien, puede ser un índice atractivo el próximo año”, apuntó.
Pese a que considera que los índices europeos tienen mayor potencial de subida que el S&P 500, espera que la dinámica de beneficios será similar. La extensión del ciclo económico, el apoyo de los bancos centrales y la tregua en el frente comercial son los motivos que llevan a la gestora a esperar menores primas de riesgo en los índices, es decir, que pueden cotizar de forma “sostenida” en un rango de valoración más alto. “En términos de rentabilidad ajustada por riesgo, y aunque pensamos que las bolsas tienen recorrido al alza, preferimos enviar cierta señal de prudencia, por la madurez del ciclo macro y porque los riesgos son de índole política y por tanto impredecibles”, señaló.
Principales clases de activos
En renta variable, no obstante, desde BBVA AM muestran una clara preferencia por los mercados emergentes frente a los desarrollados. “El diferencial de crecimiento puede ser una décima mejor en los mercados emergentes, pero la gran diferencia estará en el mejor comportamiento de los beneficios de las empresas», aclara García Huerga.
También en renta fija los mercados emergentes sigue siendo sus preferidos. “Si hacemos un análisis de riesgo/rentabilidad, aumenta nuestra preferencia», explica García. Un contexto de crecimiento moderado, inflación controlada y, por tanto, margen para bajadas adicionales de tipos de interés en varios países emergentes son los principales factores que empujan a la firma a decantarse por los activos emergentes.
Según explicó García Huerga, el crédito está caro por valoración, pero muy soportado por la búsqueda de rentabilidad en un entorno constructivo para el riesgo, apoyado por la política acomodaticia de los bancos centrales. “Esperamos rentabilidades bajas, pero en nuestro escenario central estas rentabilidades volverán ser positivas otro año más”, añade. EE. UU. puede tener mejor comportamiento relativo que Europa, tanto en el segmento de grado de inversión como en el high yield, en parte porque los bonos estadounidenses ofrecen cupones más altos.
Visión macro
El inicio de la nueva década viene marcado por perspectivas de crecimiento por debajo del potencial en la mayoría de los países. Como explica García Huerga, “nos acercamos al final de un ciclo de expansión que ya dura 10 años y cada año que pasa estamos más cerca del final. Aún así, consideramos que en 2020 no acabará y posiblemente tampoco en 2021 y 2022. No existen grandes desequilibrios a nivel global, no hay euforia económica, el petróleo está barato y todo esto nos invita a pensar que el ciclo continuará”.
En Estados Unidos, BBVA AM espera un crecimiento del 1,6% en 2020, por debajo del potencial de su economía que sitúan en el 2%. “EE.UU. muestra algunas señales de agotamiento, pero la ausencia de graves desequilibrios macroeconómicos (mantiene un consumo privado fuerte y un mercado laboral y de vivienda sanos) y el apoyo de la política monetaria limitan el riesgo de un escenario recesivo”, detalla. Sin embargo, la confianza empresarial no es tan positiva debido, según ha indicado, al conflicto comercial, que esperan que se resuelva pronto. “Asumimos que van a firmar la fase uno del acuerdo, algo que el mercado ya ha interiorizado. Pero si se demora va a ser algo negativo para la confianza económica y los mercados”, apunta.
Respecto a la zona euro, García Huerga sitúa su crecimiento en torno al 0,8%, un crecimiento algo más bajo de su potencial que ronda el 1%, debido a que esta región “se ha visto lastrada por la demanda externa, con limitado espacio para reforzar el apoyo monetario e implementar una política fiscal expansiva”, ha explicado.