Jim Leaviss (M&G), gestor del fondo M&G (Lux) Global Macro Bond y CIO de renta fija en M&G Investments, cuenta con más de 30 años de experiencia en la industria, por lo que, básicamente, ha visto de todo. Por eso, hemos analizado con él en esta entrevista el entorno actual y las posibles oportunidades de inversión en el mercado de renta fija.
Pregunta. Tipos bajos, rendimiento negativos en algunos bonos públicos, inflación, programas de compras por parte de los bancos centrales, perspectivas de aumento de default… ¿Cuál cree que es el principal reto al que se enfrentan los gestores de renta fija?
Respuesta. Podría decirse que el entorno de bajos tipos de interés representa el mayor reto para los inversores en renta fija, aunque mediante un enfoque flexible y diversificado creemos que es posible captar atractivas oportunidades en los mercados de renta fija mundiales. Con esta flexibilidad, podemos reevaluar constantemente el valor relativo, desde los bonos del Estado y los títulos vinculados a la inflación, hasta todos los segmentos de la deuda corporativa y la deuda de los mercados emergentes.
P. De cara a preparar las carteras para entrar en 2021, ¿en qué activos de renta fija ve que hay valor? ¿Y por áreas geográficas?
R. Seguimos manteniendo una visión constructiva sobre las valoraciones a largo plazo en los mercados de deuda emergente de forma selectiva, teniendo en cuenta factores como los rendimientos reales disponibles en muchos países en desarrollo. Además, el contexto de rendimientos bajos o negativos en los mercados desarrollados ha contribuido a subrayar el atractivo de los mayores rendimientos que aún pueden encontrarse entre los bonos de mercados emergentes. Aunque es de esperar que las tasas de impago en los mercados emergentes aumenten, creemos que todavía se pueden encontrar oportunidades que ofrezcan una compensación adecuada por el riesgo de impago. También señalamos que los mercados emergentes siguen siendo favorables en comparación con los países desarrollados en términos de previsión de crecimiento económico y en el ratio de deuda respecto al PIB.
P. Tomando como referencia el fondo M&G (Lux) Global Macro Bond Fund, vemos que usa la exposición a la divisa para generar retornos, pero también para reducir riesgos. ¿Podría explicarnos esa visión y cómo se concreta en la exposición de la cartera?
R. Consideramos que la inversión en divisas es una extensión natural de la inversión en renta fija que ofrece el potencial de añadir rendimiento. Dentro de nuestro enfoque, examinamos el atractivo relativo de las distintas divisas, analizando indicadores como los flujos de capital, el crecimiento económico, las balanzas por cuenta corriente, la política monetaria y las métricas de valoración, como los tipos de cambio efectivos reales y la paridad del poder adquisitivo. De este modo, tratamos de ponderar los valores relativos de las monedas y evaluar cómo pueden cambiar. El resultado de este proceso es que solo mantenemos las divisas que esperamos que se comporten bien. En este sentido, el rendimiento de los mercados mundiales de divisas se debe a una serie de factores. Algunas monedas, como la corona noruega y el dólar canadiense, han tendido a correlacionarse positivamente con el precio del petróleo y la inflación. Esto puede llevarnos a mantenerlas junto con bonos ligados a la inflación, ya que buscamos aumentar la sensibilidad del fondo a la inflación. Otras divisas, como el dólar estadounidense y el yen japonés, se consideran normalmente como divisas «sin riesgo» que han tendido a tener buenos resultados en tiempos de tensión en los mercados. A través de estas consideraciones, vemos las divisas dentro del contexto de los demás activos que se mantienen en la cartera, y abordamos el posicionamiento en divisas no solo como un medio para tratar de generar rendimientos, sino también como una forma de gestionar y diversificar el riesgo.
P. Pensando en el largo plazo, ¿cómo afectaría al mercado de renta fija una vuelta a la normalidad y que los bancos centrales fueran menos activos comprando en los mercados de renta fija?
R. Creemos que los alentadores avances en relación con la vacuna del COVID-19 contribuirán sin duda a acelerar la vuelta a la normalidad y podríamos asistir a un fuerte repunte de la actividad económica este año. Creemos que esto podría tener implicaciones significativas en el comportamiento de los mercados de renta fija. Por ejemplo, pensamos que los tipos de interés negativos en EE.UU. parecen ahora improbables, y esperaríamos que el próximo movimiento de los tipos fuera al alza en lugar de a la baja. Por estos motivos, mantenemos una posición prudente desde el punto de vista de la duración. Al mismo tiempo, creemos que muchas de las tendencias a largo plazo que han impulsado los rendimientos a la baja durante los últimos 30 años siguen vigentes, como el envejecimiento de la población, los avances tecnológicos y la globalización. Por lo que no esperamos ver un aumento significativo de los rendimientos de la deuda pública. Seguiremos siendo flexibles y buscaremos oportunidades para añadir duración cuando veamos un valor atractivo.
P. ¿Cómo se están adaptando las carteras de renta fija a ese horizonte de tipos bajos a muy largo plazo?
R. Como te decía en mi respuesta anterior, creemos que un enfoque flexible será clave para añadir valor en un entorno de tipos de interés bajos a largo plazo. Aunque consideramos que la llegada de la vacuna es un hecho positivo, creemos que la economía mundial aún se enfrenta a importantes retos. Por lo tanto, seguimos teniendo una posición bastante defensiva en general, con una asignación considerable hacia la deuda pública. También hemos reducido nuestra asignación a los bonos corporativos, especialmente al crédito high yield, dado el reciente endurecimiento de los diferenciales de crédito y las continuas dificultades económicas causadas por la pandemia. Sin embargo, creemos que todavía se puede encontrar valor en los mercados de bonos mundiales, y mantenemos una perspectiva constructiva sobre una serie de mercados emergentes, como te comentaba anteriormente.
P. En línea con lo anterior, ¿volveremos a una política monetaria normal o estamos en un callejón sin salida? ¿Qué activos sufrirán ante un escenario de subida de tipos?
R. Creemos que los bancos centrales de todo el mundo seguirán apoyando los mercados de bonos, ya sea a través de tipos de interés bajos o ampliando sus programas de QE. Aunque pensamos que es posible que se produzca una modesta subida de los tipos de interés a medida que el crecimiento económico repunte el próximo año, pero no esperamos que los tipos vuelvan a acercarse a sus niveles históricos. En este sentido, no esperamos una vuelta a la política monetaria normal a corto plazo. Aunque por el momento mantenemos una posición prudente desde el punto de vista de la duración, podríamos aprovechar cualquier aumento futuro de los rendimientos para añadir algo de riesgo de duración donde veamos valor.
P. Algunos analistas apuntan que para el segundo semestre de 2021 veremos algo más de inflación. ¿Cuál es su perspectiva respecto a la inflación? ¿Hemos de proteger las carteras para un posible aumento de la inflación?
R. A corto plazo, la pandemia parece haber tenido un impacto deflacionista. Nos encontramos con una demanda significativamente reducida que compensa con creces la oferta. Creemos que la inflación puede repuntar este año a medida que las economías se reabran y los consumidores empiecen a gastar de nuevo. También somos conscientes del impacto potencialmente inflacionista de los enormes niveles de estímulo fiscal de los gobiernos de todo el mundo. Por estas razones, mantenemos una cierta exposición vinculada a la inflación, como una asignación a TIPS estadounidenses, que creemos que ofrecen una forma atractiva de protegerse contra una mayor inflación en Estados Unidos. Dicho esto, creemos que muchas de las fuerzas subyacentes que han mantenido la inflación baja durante las dos últimas décadas siguen vigentes, y nuestro escenario base es que la inflación se mantenga relativamente moderada durante los próximos años.