Los primeros meses del año han estado marcados por una elevada incertidumbre. El mercado ha tenido que responder a un giro en política monetaria por parte de la Reserva Federal estadounidense y a un incremento del riesgo geopolítico, con la invasión de Rusia a Ucrania de fondo. Una mayor volatilidad que llega en un momento en el que las correlaciones entre los activos plantean dudas sobre si los modelos tradicionales de asignaciones pueden estar mal equipados para afrontar el entorno actual.
Con este telón de fondo, las soluciones alternativas líquidas se presentan como una vía potencialmente eficaz frente a los actuales retos de la asignación de activos. Durante la celebración del foro virtual “Invested in Connecting: Alternatives Forum”, Ignacio de la Maza, responsable del Canal Intermediario de la gestora para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y Latinoamérica en Janus Henderson Investors dio la bienvenida a los participantes en un evento que contó con la presencia de los expertos de la gestora en estrategias alternativas.
La última caída experimentada por los precios de las acciones ESG es percibida como una oportunidad de compra. Aunque, como siempre, es necesario ser selectivo. Así lo expresaron Luke Newman y Ben Wallace, gestores de la estrategia Absolute Return de Janus Henderson, durante su entrevista con Julius Bird, especialista de producto. En Europa y en el mundo occidental ya había un gran compromiso con la transición hacia energías de cero emisiones netas. Las empresas de servicios públicos y de energías renovables se presentaban como empresas clave para resolver este problema. Desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, existe un nuevo problema que solucionar y este es la gran dependencia de Europa como bloque al gas ruso, con algunos países como Alemania con una dependencia energética superior al 50%.
Recientemente, la estrategia Absolute Return ha sido certificada de forma oficial bajo el Artículo 8 de la regulación SFDR. El interés y la inclusión de los factores ESG en la estrategia ya se tenía en cuenta en su proceso de estructuración desde hace 20 años. Esta certificación no supone ningún cambio material en el enfoque de la estrategia. De nuevo, una muestra de que los requisitos de la SFDR no hacen más que dar un marco a los procesos que ya se estaban llevando a cabo en los últimos dos o tres años. La inclusión de los factores ESG en la estrategia ayuda no sólo aumentando la capacidad para ofrecer unos rendimientos absolutos consistentes, sino también a la hora de gestionar el riesgo con un enfoque más eficiente.
El posicionamiento de la estrategia
A la hora de gestionar el riesgo, siempre han sido muy conscientes del riesgo en la parte en corto de la catera. La razón obvia es que, en una posición larga, como mucho, se puede perder el 100% del capital invertido si la empresa llega a quebrar. Sin embargo, en una posición corta, las pérdidas pueden llegar a ser infinitas, conforme el precio de la acción sube.
Las posiciones en la parte en corto de la cartera pertenecen al área táctica del fondo. Para implementar estas ideas, utilizan unos “stop loss” del 10% del coste de la posición. De esta forma, se ayuda a intervenir parte de la volatilidad de la cartera y a limitar algunas de las pérdidas.
En la estrategia Absolute Return se intentan casar las ideas macroeconómicas con las ideas micro, pero su enfoque principal es el de la selección de acciones. Uno de los temas más notables dentro del libro de posiciones en corto es el sector tecnológico estadounidense, una de las áreas más fuertes del mercado en la última década, representada por el índice Nasdaq, ha sufrido enormemente con el aumento de las expectativas de subida de los tipos de interés. Tras los confinamientos, las economías están buscando la senda de la normalización monetaria. Las valoraciones de estas empresas se ven ahora afectadas porque sus flujos de caja serán descontados a unas mayores tasas de interés.
Otro área que se presenta interesante en Estados Unidos es el gasto discrecional de los consumidores. Los hábitos de consumo han cambiado porque la gente ha estado en casa durante los últimos dos años y por el respaldo ofrecido por las políticas monetaria y fiscal, con un estímulo directo a los hogares. Algo que ha sido mucho más pronunciado en Estados Unidos que en cualquier otra parte del mundo. La demanda de algunas áreas de la industria minorista y de electrodomésticos se ha adelantado en estos dos años, en un periodo en el que los consumidores se vieron obligados a comprar la oferta disponible por culpa de los problemas existentes en las cadenas de suministro. En consecuencia, los gestores creen que se verá una disminución en los próximos meses de su demanda y por ello consideran este área en su libro de posiciones en corto.
En Reino Unido, los gestores creen que el mercado continúa con algo de resaca de la incertidumbre política y las negociaciones del Brexit. Las empresas británicas siguen cotizando con valoraciones absolutas menores que las de empresas similares cotizadas en Europa o Estados Unidos, por lo que siguen siendo atractivas.
En los últimos 12 meses las oportunidades de descuento en las valoraciones de las acciones británicas están siendo explotadas por inversores de capital privado, atraídos por el valor absoluto de estas empresas. Si los potenciales inversores en renta variable británica cotizada no cierran la brecha del descuento en los precios, otras fuentes de capital entrarán en juego.
La mayor posición neta la mantienen en el sector de las aseguradoras, tanto de vida como de no-vida. La principal razón por la que se decantan por este sector es por su resiliencia financiera. Estas acciones ofrecen de media un rendimiento del 6% al 8% anual. Durante la pandemia, el regulador les permitió seguir pagando dividendos o incluso incrementarlos, un símbolo de la solidez de sus balances financieros. El único viento en contra son las tasas de interés y los rendimientos de los bonos persistentemente negativos o en niveles cercanos a cero, que han afectado a los ratios de solvencia de algunas empresas del sector. Aun así, sus balances siguen estando sobre capitalizados en muchos términos. Ahora que la inflación está incrementando, los rendimientos de los bonos han sido algo más elevados en términos generales, algo que refuerza la fortaleza de estas empresas frente a otros sectores más endeudados o que tienen una mayor dependencia del gasto del consumidor.