El sector salud ha adoptado un papel de liderazgo durante la pandemia del COVID-19 y muchos inversores han recompensado a las empresas que trabajan para desarrollar tratamientos para el nuevo coronavirus u ofrecer asistencia a distancia. Así, en marzo, mientras que las acciones mundiales se desplomaron, el sector salud ―pese a no librarse de las pérdidas― se comportó mejor que la mayoría de los sectores del mercado.
En la opinión de Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors, responsable de la gestión de la estrategias Global Life Sciences y de Biotecnología, esta dinámica positiva podría continuar, especialmente porque el brote contribuye a acelerar las tendencias de crecimiento del sector salud y, a largo plazo, podría mejorar la confianza con respecto al sector.
La innovación tecnológica sobresale
Con millones de personas en todo el mundo diagnosticadas ya con COVID-19, la necesidad de un tratamiento o una vacuna se ha vuelto es ahora fundamental. En el pasado, el descubrimiento y desarrollo de fármacos podía llevar años, pero en el brote actual algunas posibles vacunas han entrado en pruebas clínicas en cuestión de meses. Este rápido calendario ha sido posible gracias a los avances de la última década en la secuenciación genética, el diseño de medicamentos basados en la estructura y herramientas de análisis molecular.
Y lo que es más, el fuerte enfoque en la búsqueda de una cura para la COVID-19 está ayudando a mejorar la ciencia. La tecnología del ácido ribonucleico mensajero (mRNA), que ordena al cuerpo producir proteínas para combatir enfermedades específicas, lleva estudiándose desde hace varios años, con posibles aplicaciones en oncología, trastornos genéticos y enfermedades contagiosas. Todavía no se ha aprobado ninguna terapia de mRNA para uso comercial, pero ahora hay al menos dos vacunas mRNA en ensayos clínicos contra la COVID-19. Aún deben realizarse grandes estudios para demostrar la seguridad de los medicamentos y su eficacia contra el nuevo coronavirus, pero, a largo plazo, la crisis podría acelerar el conocimiento científico y la aplicación de esta tecnología.
Sector biofarmacéutico: la confianza podría mejorar
Los intensos esfuerzos por combatir la COVID-19 también podrían mejorar la percepción pública de la industria biofarmacéutica, que en los últimos años ha sido objeto de escrutinio debido al aumento de los precios de los medicamentos y los costes de los pacientes. En abril, según una encuesta de Harris Poll, el 40% de los estadounidenses afirmaba tener una opinión más positiva del sector que antes del inicio de la pandemia.(1) Esto no significa que las críticas hayan desaparecido. Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) concedió a Gilead Sciences la denominación de medicamento huérfano para remdesivir, que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de casos graves de COVID-19, la noticia provocó la indignación del público (la consideración de medicamento huérfano daría a Gilead siete años de exclusividad en el mercado). Gilead solicitó rápidamente a la FDA que retirase la denominación y posteriormente donó 1,5 millones viales de remdesivir en todo el mundo.
En Janus Henderson creen que las farmacéuticas probablemente pondrán precios asequibles a los tratamientos contra la COVID-19. (Gilead, por ejemplo, ha firmado acuerdos de licencia con cinco productores de medicamentos genéricos para remdesivir y ha permitido a cada empresa fijar su propio precio.) En adelante, las autoridades podrían apreciar más la investigación y desarrollo que lleva a cabo la industria biotecnológica y encontrar un equilibrio entre los precios asequibles y la necesidad de asegurar la innovación. El resultado evidente sería una reforma sanitaria más razonable y una menor incertidumbre para el sector.
La colaboración también va en aumento. Varias compañías biotecnológicas de pequeña capitalización innovadoras han colaborado con grandes farmacéuticas para tratar de desarrollar tratamientos contra la COVID-19. Las alianzas aúnan la tecnología de vanguardia de las empresas de pequeña capitalización con el poder de fabricación y comercialización de una gran biofarmacéutica, con la esperanza de resolver el problema a nivel global de forma más rápida. Por ejemplo, la empresa alemana BioNTech está trabajando con la farmacéutica china Fosun Pharma y la compañía farmacéutica estadounidense Pfizer para desarrollar una vacuna basada en mRNA. La vacuna, utilizando la plataforma de mRNA de BioNTech, se encuentra ya en los primeros ensayos clínicos. Si los datos son positivos, Fosun y Pfizer utilizarán sus recursos para ayudar a aumentar los ensayos y elevar la producción en China, EE.UU. y Europa. Si se mantienen después de la crisis, estas alianzas podrían ayudar a comercializar nuevas terapias más rápidamente en el futuro.
La «telemedicina» despega
Las medidas de distanciamiento social han afectado considerablemente al acceso a la salud. Como consecuencia, la demanda de procedimientos electivos, clínicas y algunos tipos de procedimientos rutinarios se han reducido considerablemente, y la American Hospital Association calcula que los hospitales de EE.UU. perderán 203.000 millones de dólares de marzo a junio debido a los gastos por la COVID-19 y lucro cesante.(2)
Pero, por otra parte, el uso de la «telemedicina» se ha disparado, gracias en parte a las reformas que facilitan el acceso de los pacientes a esta opción. En Alemania, la Ley de atención digital aprobada a finales de 2019 reforzó el uso de las consultas a través de vídeo y permitió a los médicos recetar aplicaciones de salud digital, con los costes cubiertos por la seguridad social del país. Desde la pandemia, el uso de la «telesalud» en Alemania se ha disparado y empresas como TeleClinic han registrado un crecimiento semanal del 60%.(3) En EE.UU., el proveedor de telesalud líder, Teladoc, afirma que las visitas diarias se dispararon más de un 100% a principios de abril con respecto al mes anterior.(4)
En Janus Henderson creen que los consumidores probablemente seguirán usando la telemedicina después de la pandemia, debido a la comodidad de la tecnología y los crecientes reembolsos por parte de los sistemas sanitarios. En cuanto a los procedimientos electivos, la gestora cree que la demanda se ha retrasado, no se ha perdido. Las fechas en que se reanuden los procedimientos podrían variar según evolucione la pandemia, lo que provoca cierta volatilidad en las acciones de los hospitales y proveedores de dispositivos médicos. Pero, a largo plazo, espera que los fundamentales de estos sectores se mantengan intactos.
El auge del sector biotecnológico chino
Por último, la pandemia ha puesto en evidencia hasta qué punto ha crecido la industria biotecnológica global en los últimos años, especialmente en China. Durante el brote de SARS de principios de la década de 2000, China tenía algunas capacidades farmacéuticas o de diagnóstico propias para afrontar la situación por sí sola. Tras el SARS, el Gobierno chino reformó el sistema sanitario para mejorar el seguimiento y la comunicación de enfermedades, el acceso a suministros de alta calidad y la prevención y el control de pandemias. En el brote de la COVID-19, la historia es muy distinta. China ya no es un país que se dedique exclusivamente a producir medicamentos genéricos e ingredientes farmacéuticos activos. En su lugar, China posee ahora talento local y capacidades tecnológicas para desarrollar diagnósticos novedosos y participar en el descubrimiento de fármacos innovadores, con muchas empresas realizando ya ensayos clínicos de posibles vacunas.
Además, en Janus Henederson creen que, tras la COVID-19, el sector biotecnológico chino saldrá reforzado por la aceleración del apoyo y los recursos para el sector. China Saludable 2030, la estrategia nacional de salud publicada en 2016, fijó unos objetivos ambiciosos para mejorar los resultados sanitarios para la población china, incluido un mejor acceso a medicamentos innovadores. En los últimos años, el interés de las compañías multinacionales y las empresas biotecnológicas innovadoras por China ha aumentado considerablemente. En la opinión de la gestora, las empresas del sector de todo el mundo se han dado cuenta de que el mercado chino es un punto de inflexión tanto para las perspectivas comerciales como para las oportunidades de colaboración para acceder a la región.
Anotaciones:
(1) https://www.fiercepharma.com/marketing/pharma-industry-reputation-jumps-during-covid-19-harris-poll-finds-positive-surge
(2) American Hospital Association, «Hospitals and Health Systems Face Unprecedented Financial Pressures Due to COVID-19», mayo de 2020.
(3) Gtai.de/gtai-en/invest/industries/life-sciences/digital-health-64408
(4) teladochealth.com/newsroom/press/release/teladoc-health-previews-first-quarter-2020-results/
Información importante:
Este [documento] está destinado únicamente para ser utilizado por profesionales, definidos como contrapartes elegibles o clientes profesionales, y no está dirigido al público en general. Las llamadas telefónicas pueden ser grabadas para protección mutua, para mejorar el servicio al cliente y para mantener registros con fines regulatorios.
Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual se proporcionan los productos y servicios de inversión por parte de Janus Capital International Limited (reg. n.º 3594615), Henderson Global Investors Limited (reg. n.º 906355), Henderson Investment Funds Limited (reg. n.º 2678531), AlphaGen Capital Limited (reg. n.º 962757), Henderson Equity Partners Limited (reg. n.º 2606646), (cada uno registrado en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulado por la Financial Conduct Authority) y Henderson Management S.A. (reg n.º B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo, y regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
Janus Henderson, Janus, Henderson, Perkins, Intech, Alphagen, VelocityShares, Knowledge. Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o de una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.