El año 2017 ha sido otro año que nos ha recordado el reto que puede suponer predecir acontecimientos macroeconómicos y políticos. Ya fuese el entusiasmo de comienzos de año sobre lo que la presidencia de Trump podía significar para el impuesto de sociedades estadounidense, la reforma del sistema sanitario y el gasto en infraestructuras; la evolución de los tipos de interés en todo el mundo o el siempre cambiante panorama político, predecir estos cambios y cómo afectarían a los mercados financieros fue más difícil que nunca.
Para Ian Warmerdam, director del Equipo de Renta Variable Global de Janus Henderson, en 2018 y, a partir de entonces, los inversores deberían centrarse en las tendencias a largo plazo más predecibles que están dando forma a los mercados de renta variable. «En Janus Henderson seguimos centrando nuestro análisis en empresas innovadoras de alta calidad de todo el mundo que están bien situadas para beneficiarse de lo que creemos que son las tendencias sociales y demográficas más predecibles que dan forma a los mercados», explica Warmerdam.
Entre las tendencias de crecimiento estructural a largo plazo que creen que están subestimadas por el mercado se incluye el cambio en marcha de pagos en efectivo a pagos electrónicos; el efecto transformativo de Internet; el envejecimiento de la población mundial y las consecuencias que es probable que tenga para el gasto y la innovación en atención sanitaria; la búsqueda de una mayor eficiencia energética en un amplio abanico de sectores y el crecimiento continuado de los consumidores de mercados emergentes. En opinión de Warmerdam, «estas tendencias continuarán de manera mucho más predecible, demostrando su atractivo y creando mercados finales para empresas que puedan generar ventajas competitivas a largo plazo»
¿Dónde ve actualmente los riesgos en su clase de activos y dónde las oportunidades más atractivas?
Intentar predecir las noticias geopolíticas y económicas y el efecto a largo plazo que podrían tener sobre los mercados sigue siendo un riesgo fundamental, siendo esta la razón por la que en Janus Henderson abordan las inversiones con una mentalidad a largo plazo. «Nuestras decisiones de inversión se toman con un horizonte temporal a cinco años y vemos el riesgo de perder dinero como más relevante que un
rendimiento menor relativo», afirma Warmerdam.
Muchas de las empresas que analizan y en las que invierten se benefician de las tendencias sostenibles a largo plazo anteriormente mencionadas centrándose en estas en lugar de en factores mucho menos predecibles que puedan influir sobre los mercados. «Nuestra estrategia seguirá invirtiendo en empresas con características de alta calidad en lo que respecta a su franquicia, sus finanzas y su gestión. Creemos que esto proporcionará resistencia durante periodos de incertidumbre en el mercado, permitiéndonos invertir a largo plazo a medida que se afianzan estas tendencias».
«Puesto que buscamos invertir en estas empresas, seguiremos adoptando una sólida disciplina de valoración, siempre conscientes de que, para generar una rentabilidad absoluta a largo plazo, debemos invertir en empresas con un precio atractivo. Con el continuo movimiento ascendente en los niveles generales del mercado, especialmente en EE.UU., somos sumamente conscientes de la necesidad de mantenernos fieles a esta disciplina. 2018 será un año en el que esto será más importante que nunca», concluye Warmerdam.