Janus Henderson reunía el pasado 15 de junio en Edimburgo a más de una treintena de clientes provenientes de Europa y la región de las Américas para analizar las distintas opciones de inversión dentro del espectro de renta variable de mercados emergentes.
En el “Janus Henderson Knowledge Exchange”, estaban representados varios países y compañías que durante la jornada tuvieron la oportunidad de asistir a una serie de conferencias impartidas por expertos de la firma.
Ignacio de la Maza, responsable de Ventas para Iberia y LatAmy que recientemente añadía a sus responsabilidades el canal minorista para Europa continental, daba el pistoletazo de salida al evento. Tras dar la bienvenida a los asistentes, de la Maza presentó a Graham Kitchen, jefe de Renta Variable, que era el encargado de dar una visión actualizada de la situación corporativa tras la fusión entre Henderson Global Investors y Janus Capital Group.
En su primer evento tras la culminación de la operación el pasado mes de mayo, la compañía se muestra muy satisfecha con el resultado de la misma. “Este acuerdo tenía mucho sentido para todos por tres razones fundamentales. En primer lugar, en un entorno en el que la gestión pasiva está en constante crecimiento, es muy importante el tamaño de la compañía. Además, ambos negocios son muy complementarios gracias a la exposición de Estados Unidos por parte de Janus y Henderson en Europa, dónde el solapamiento ha sido residual. Y por último, demuestra el compromiso que tenemos con la gestión activa y el servicio al cliente”, afirmaba Kitchen. “La gestión activa es más que un enfoque de inversión, es la manera en la que traducimos ideas en acciones, comunicamos nuestra visión y construimos relaciones que crean los mejores resultados para nuestros clientes”, continúa.
Con esta fusión, Henderson ha doblado sus activos bajo gestión, dando lugar a una gestora con más de 300.000 millones de dólares gestionados, 2.000 empleados y oficinas en 27 países a lo largo del mundo. “Nuestra experiencia incluye la mayor parte de clases de activos, con equipos de inversión en todo el mundo, dando a servicio a inversores individuales e institucionales a nivel global”, concluía Kitchen.
Mercados emergentes
Glenn Finegan, responsable del Equipo de Renta Variable de Mercados Emergentes,comenzaba con un análisis sobre las oportunidades de inversión en esta clase de activos. La tendencia demográfica, con una población en crecimiento y el aumento de los ingresos de la clase media, están impulsando la demanda en esta parte del mundo. Finegan lidera un equipo muy cohesionado dado los años que hace que se conocen, y con base en Edimburgo, defiende una firme creencia en la inversión a largo plazo basado en una gestión “bottom-up”.
Partiendo de una lista de 350 títulos, el equipo construye la cartera invirtiendo en compañías lideradas por profesionales con una larga trayectoria de integridad y buen gobierno, con un enfoque conservador hacia el riesgo y la deuda, elevados flujos de caja y que hayan demostrado un buen comportamiento en recesiones anteriores. Finegan defiende que “sus esfuerzos de análisis son globales”, y que comparten conocimientos e ideas con el equipo de Renta Variable Global, ya que “se están desdibujando los límites entre las oportunidades en los mercados emergentes y desarrollados, lo que significa que ninguno de ellos debería analizarse de manera aislada”.
Michael Cahoon, gestor miembro del equipo de Finegan,daba su particular visión sobre India y África, dos países que según el experto ofrecen muchas similitudes, como una población en crecimiento y rápidamente organizada. “En el 2050 estás dos regiones representarán casi el 50% del crecimiento a nivel global”, asegura Cahoon. Pero, ¿cómo invertir en un país dónde la instituciones son jóvenes y se enfrentan a una mala calidad de los datos, liquidez limitada, inflación y fricciones sociales? “Nuestro enfoque es simple y muy consistente: un proceso de inversión disciplinado con una visión a largo plazo basado en el análisis bottom-up de compañías con calidad elevada. Encontramos oportunidades de inversión interesantes en compañías con gran calidad. De hecho, India y África representan actualmente el 70% del total de la cartera”. Pero para Cahoon, es fundamental no caer en errores del pasado: “pensar de manera top-down o una visión corto-placista, llevan a tomar malas decisiones de inversión y de mala calidad”, puntualiza.
Stephen Deane, gestor de renta variable emergente y psicólogo de formación,habló de la importancia de la cultura corporativa a la hora de invertir. “Invertir en compañías no se trata solo de cualidades financieras, es también invertir en gente”. Pero, ¿por qué la cultura es importante a la hora de invertir en una compañía, qué factores la hacen buena y como se aplica a los negocios? “La cultura no se trata de palabras, va de la mano de la experiencia. Se trata de conocer la compañía, visitarla, buscar señales,…. La cultura es consistente y no cambia a lo largo del tiempo, ayuda a atraer y retener gran talento, mejora la rentabilidad, afecta la reputación, permite la sucesión y es difícil de copiar”.
¿Como se construye una buena cultura? Para Deane, “es interesante como la cultura es distinta en función de la industria pero al final tienden a ser similares. Es fundamental hacer sentir al empleado que tiene poder, fomentando la confianza y potenciando la sensación de emprendedor y que así se sientan que son dueños de la compañía sin confundir esto con el hecho real de que sea dueño de acciones de la misma. Tienen que sentirla suya, aunque esa no sea la realidad”. Esta visión de la cultura corporativa intentan aplicarla también a los equipos de Janus Henderson.
Latinoamérica y primer mundo
La visión sobre Latinoamérica venía de la mano de Nick Cowley, quien asegura que “la inversión en Latinoamérica no es para todo el mundo, mucho menos para aquellos débiles de corazón. Ofrece grandes oportunidades dada su creciente población y amplios recursos naturales, pero es una fuente de frustración debido a los problemas políticos y la hiperinflación”. Esta visión les lleva a evitar invertir en compañías propiedad del gobierno y con entornos políticos difíciles de prever. “Nos gustan aquellas que entienden que las buenas épocas en sus países no duran”, asegura.
Gordon Mackay y Stephen Weeple, gestores de la estrategia de Crecimiento Global,nos traían de vuelta al mundo desarrollado. Ambos equipos trabajan de cerca en Edimburgo y aseguran compartir una filosofía de inversión similar basada en la inversión a la largo y un enfoque bottom-up. Steve Weeple apuesta por un equipo pequeño de portfolio managers y analistas, pues así “es mas fácil de retener talento y no creas burocracias innecesarias”.
“Tenemos un enfoque muy bottom-up. Apenas pasamos tiempo mirando la política y el entorno macro. Somos analistas de negocios. Buscamos calidad en la empresa y tenemos una estrictica disciplina de valoración”, asegura Weeple. “La clave es no distraerse en el mundo moderno con la política, las crisis, el entorno, las emociones…Hacemos complicado un mercado que no lo es”, afirma.
Proceso de inversión
Gordon explicaba su proceso de análisis – fundamental con enfoque bottom-up, con una visión a largo plazo y un proceso de valoración muy disciplinado – en el que en particular se concentran en tres aspectos: la marca – debe tener atractivo en el mercado final y una ventaja competitiva a largo plazo- calidad en los ingresos – y que estos se reinviertan con el objetivo de crecer- y capacidad de resistir una tormenta y por último un equipo de gestión de alta calidad que actúe en beneficio del accionista.
El resultado es una cartera concentrada, entre 40 y 60 posiciones, con inversiones de alta convicción. Actualmente sus apuestas pasan por compañías que siguen las siguientes tendencias: transformación internet, innovación en el cuidado la salud, eficiencia energética, crecimiento de los mercados emergentes y pagos sin papel.
La jornada terminaba con una cena típica escocesa y una tradicional cata de whiskey, amenizada por Stuart O’Gorman, director del sector de Tecnología, quien con una excelente y divertida presentación, aseguraba que la tecnología representa cada vez un papel más importante en nuestras vidas, dada la disminución de los costes y la innovación, que hacen que sea más asequible para todo el mundo.