James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Management, repasó la actualidad de los mercados ante un numeroso grupo de clientes que la gestora reunió en una cena –como cada año- en Miami. En el evento, además de Swanson y José Corena, también estuvieron Paul Brito y Nicholas Paul, por parte de la gestora. El estratega comenzó dando unas pinceladas sobre la situación del mercado laboral, los seguros, la construcción o los 11,5 años de antigüedad media de los vehículos para señalar que la inversión corporativa está despertando después de un periodo en que las compañías no han querido endeudarse y que estamos más cerca de una subida de tipos por parte de la Fed, aunque China siga parada.
Estados Unidos lleva seis años creciendo –apuntó-, Europa lo ha hecho, aunque pobremente, y hay previsiones de recesión para Japón. Pero los datos que señalan un crecimiento por parte de China del 6,5% y de Estados Unidos del 2,5% son positivos, aunque algunas voces pongan en entredicho la previsión del gobierno chino. No es de extrañar dada su falta de transparencia. Swanson, que además de liderar la estrategia de MFS, gestiona el Diversified Income Fund de la firma, cifró en un 4,5% real el crecimiento esperado para China y opinó que su economía está siendo manipulada por un gobierno que impulsa el éxodo del campo a la ciudad de 1.200 millones de personas para reactivar la economía, pues todos ellos necesitarán, en el nuevo entorno, adquirir una buena cantidad de bienes de consumo.
El resto del mundo
Hay países asiáticos que viven un buen momento, aunque el 22% del PIB de Corea, Taiwán, Singapur o Indonesia se genera gracias al comercio exterior; Europa, que sigue creciendo, debe hasta el 30% de su PIB a las exportaciones –de las cuales un tercio va a parar al gigante asiático-. El euro está dubitativo y volverá a perder fuerza con respecto al dólar -considera el experto-, lo que favorecerá a una región que exporta más que Estados Unidos.
En el caso de este último país, sólo el 13% del PIB está ligado a exportaciones –que se reduce hasta el 1% si las relacionamos con China, siendo la soja la mayor exportación a este mercado. El 87% restante de la economía de Estados Unidos se debe al mercado local, que se encuentra en buena forma. En Estados unidos, los márgenes mejoran gracias al bajo precio del petróleo, bajos tipos de interés y un dólar fuerte, y la mayor parte de los sectores (siete, de diez) están revisando a la alza sus previsiones de beneficios para el tercer trimestre del año.
Pero existen efectos secundarios y uno es la bajada de precios de las materias primas, que países como Perú, Chile, Brasil o Rusia, todos ellos exportadores de cobre, están sufriendo; o la caída de los precios del petróleo –que Swanson sitúa en 60/65 dólares en dos años-, que favorece a Japón (importador neto del 100% de la energía consumida en el país), a Europa (que importa el 80%) o, incluso a Estados Unidos -donde los consumidores gozan de mayor poder adquisitivo-, pero lastra las economías de los productores y exportadores de energía y los resultados de la industria energética, de materias primas y de bienes de capital, que además han tenido que lidiar con la fortaleza de la moneda norteamericana.
James Swanson terminó su exposición dando nuevas pinceladas y algunas recomendaciones: “Nos encontramos en el tercer año del ciclo electoral y ese no es el mejor momento para estar en renta variable”; “Cuando se produce una subida de tipos, los mercados caen los siguientes 90 días”; “El high yield se está volviendo ilíquido y veremos titulares negativos”; “Si quieres commodities, no compres todavía”; o “Si vas a invertir, hazlo en Estados Unidos». Para Swanson el entorno actual es “incierto y turbulento, pero no anormal”.