José Ramón Iturriaga, gestor de los fondos Okavango Delta, Kalahari y Spanish Opportunities, en la gestora de Abante, comienza su carta mensual señalando que el comportamiento de los mercados en las últimas semanas no es el anticipo de una crisis financiera como la de 2008 o la de 2011. “Aunque el arranque de año ha despertado viejos fantasmas, las situaciones no resultan comparables”, escribe.
Iturriaga comenta que la economía china continúa creciendo y destaca que la demanda interna en el país asiático se incrementa a tasas superiores al 10% gracias al mayor peso del sector servicios. Y, desde su punto de vista, “hay que relativizar los efectos de la caída del petróleo” y descartar una crisis financiera: “El daño que podría causar un eventual agujero en el sistema financiero no tiene nada que ver con el de otros tiempos; fundamentalmente porque los bancos no han tenido tiempo de asumir mucho riesgo. La desaceleración de las economías emergentes no va a degenerar en una crisis de balanza de pagos similar a la de los años 90, ya que el endeudamiento en divisas fuertes no es comparable con el de entonces”, dice.
Tras el arranque de año que hemos visto en los mercados, el gestor dice que “lo importante a estas alturas es no cometer errores de bulto” y subraya la importancia de las políticas monetarias llevadas a cabo por los bancos centrales: “Draghi ha demostrado saber estar a la altura de las expectativas”.
En su opinión, hemos de tener mejor perspectiva: “El problema de los inversores nacionales es que sufrimos un asedio informativo diario que he descrito muchas veces como una centrifugadora. Que si hay elecciones anticipadas o no. Que si se monta la coalición de perdedores o si finalmente será la del bunker. Semejante espectáculo se le está atragantando a más de uno, pero debemos entender que al inversor internacional, por muchas cosas que lea al respecto, no le afecta lo más mínimo en la toma de decisiones de inversión (…) la perspectiva que a nosotros nos falta en el mundo de las inversiones la están poniendo los extranjeros”, dice.
Valor en los bancos
Iturriaga explica por qué ve valor en los bancos españoles, pese a que acusa al sector de ser poco rentable, de poder verse afectado por los bajos precios del crudo y por tener una mala salud en Europa: “En primer lugar, hay que enfatizar que las dudas que han sobrevolado el sector en estas semanas no afectan directamente a las entidades de nuestro país. Por un lado, porque el riesgo que las instituciones españolas puedan tener abierto respecto a posibles quebrantos provocados por la caída del precio del petróleo es, a efectos prácticos, nulo. Y por otro, las dudas sobre la capitalización de la banca europea no son extrapolables al caso nacional, pues ha ido por delante en el proceso de reconocimiento de pérdidas y reconstrucción del capital. En cualquier caso, ambos problemas están localizados y no suponen un riesgo para el conjunto del sistema”.
Por otra parte, “la publicación de resultados está sirviendo para desmentir el mantra de que no es rentable”, dice. “En el entorno de competencia actual, tras la enorme restructuración del sistema, la presión en márgenes –si acaso– ha disminuido. Las grandes tendencias de la banca minorista española se pueden resumir en una estabilización del diferencial de tipos al que se contratan los créditos, la reducción del coste de los depósitos bancarios, la fuerte caída de la mora y el incremento progresivo de las comisiones. Todo ello en un entorno en el que, como aclaró Draghi hace pocos días, la banca europea no tiene problemas de capital y la armonización de los criterios para provisionar no van a suponer mayores dotaciones”, explica.
En su opinión, la ausencia de rentabilidad de la banca no constituye un argumento válido, aunque “no por ello las entidades van a dejar de utilizarlo como coartada para la inminente última fase del proceso de concentración del sector en Europa. El BCE quiere fusiones transfronterizas, el supervisor español quiere que las antiguas cajas se integren en los bancos grandes y los bancos grandes quieren aumentar su cuota de mercado en el mercado español. Además, es posible que algún extranjero aproveche la oportunidad de –por fin– entrar en un mercado en el que hasta ahora ha sido imposible alcanzar una cuota de mercado decente. El baile de sillas está a punto de empezar y estamos viendo los nervios propios de los días previos”.
Movimientos en cartera
Iturriaga también repasa los últimos movimientos que ha hecho en la cartera, de la que han salido IAG, Catalana Occidente y Gamesa y a la que ha incorporado Repsol y BBVA.