El pasado 18 de septiembre, en la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, la Reserva Federal recortó 25 puntos básicos la tasa de interés de los fondos federales, dejándola en el rango del 1,75% al 2,0%. Días antes, el Banco Central Europeo había anunciado un amplio y complejo paquete de estímulos económicos.
En un escenario en el que los tipos van a permanecer más bajos por más tiempo, los inversores deberían cuestionarse qué deben hacer para permanecer activos en su búsqueda de un rendimiento atractivo, aunque con un enfoque defensivo. En ese sentido, deberían preguntarse: ¿se están agotando las opciones para los fondos de deuda corporativa a corto plazo? ¿son las rentabilidades de estos fondos ahora menos atractivas? ¿cómo podrían generarse un rendimiento atractivo con una reducida sensibilidad a los tipos de interés?
En los últimos años ha habido una estampida por parte de los inversores para posicionarse en fondos de deuda corporativa de corto vencimiento, ya que los inversores buscaron un rendimiento defensivo. Con unos diferenciales de crédito comprimidos, los rendimientos de cupones que ofrece el mercado son ahora menos atractivos. Además, los inversores también están comenzando a desconfiar de un ciclo del crédito que está en su etapa madura.
En este contexto, la estrategia Investec Global Total Return Credit podría ser una alternativa atractiva. Se trata de una cartera gestionada de forma dinámica, que tiene un enfoque global y que diversifica a través de un amplio rango de oportunidades. Esta estrategia, que proporciona un nivel de rentabilidad atractiva, tiene unas fuertes características defensivas y una baja sensibilidad a movimientos en los tipos de interés. El fondo tiene flexibilidad para ser comparativamente defensivo en periodos de volatilidad del mercado, al tiempo que mantiene la opcionalidad para añadir un riesgo selectivo a medida que evoluciona el ciclo crediticio.
¿Por qué elegir la estrategia Investec Global Total Return Credit?
Es una cartera gestionada de forma dinámica y diversificada a nivel global en la que el equipo gestor, formado por Jeff Boswell, Garland Hansmann y Tim Schwarz, agrupan las mejores ideas dentro del universo de la deuda corporativa. En términos generales, la deuda corporativa puede proporcionar una rentabilidad atractiva con una menor sensibilidad a los movimientos en las tasas de interés que los bonos soberanos de los mercados desarrollados.
En teoría, invertir en deuda corporativa es sencillo, en la práctica es algo complejo, con un universo de más de 15.000 emisiones entre que las que encontrar oportunidades y que con frecuencia ofrecen unos rendimientos muy diversos.
El fondo busca ofrecer un retorno total atractivo, con una rentabilidad objetivo que supere en un 4% a la tasa Libor a 3 meses, expresada en términos de dólares. Asimismo, ofrece una baja volatilidad y una reducida sensibilidad a los tipos de interés y busca ser una solución para ganar exposición a unos mercados de crédito cada vez más complejos invirtiendo sin sesgos en todo el espectro de la renta fija corporativa: en deuda high yield y deuda con grado de inversión, invierte tanto en el universo estadounidense como en el europeo, en crédito de corta duración, invierte en deuda high yield de corta duración y en deuda con tasa flotante. A la vez que busca oportunidades de crédito en la deuda emergente y en el crédito estructurado, mientras que dentro del crédito especializado puede invertir en deuda corporativa híbrida, en capital bancario y en instrumentos sintéticos.
El equipo gestor realiza una selección ascendente y construye una cartera con las mejores ideas de inversión en deuda corporativa. En consecuencia, la estrategia proporciona una asignación activa que es flexible entre las diferentes clases de deuda corporativa, adaptándose a las cambiantes condiciones del mercado tanto en prima de riesgo como en liquidez. Como resultado, la cartera elimina la carga operacional para el inversor, le genera rentas y reduce la sensibilidad a los movimientos en los tipos de interés.