Ayer domingo dejó, a priori, una noticia buena y otra mala… La buena: el fracaso de la extrema derecha en las elecciones en Austria, que hubiera puesto en duda el europeísmo del país; la mala: el triunfo del no en el referéndum sobre la reforma constitucional propuesta por Matteo Renzi en Italia (con el 60% de votos), que ha tenido como consecuencia más inmediata la dimisión del primer ministro italiano, abriéndose ahora un periodo de inestabilidad en su futuro político. Con todo, este último resultado ya se esperaba y no ha habido sorpresas de ningún tipo.
En este entorno de noticias mixtas para el futuro de la Unión Europa -alivio por el resultado en Austria pero preocupación por lo que puede ocurrir en Italia a raíz de la dimisión de Renzi-, los mercados europeos abrían hoy en negativo pero enseguida cambiaban de signo, para dar paso a la calma y más tarde a subidas por encima del 1% en la bolsa europea (el EuroStoxx ganaba un 1,4% a solo unas horas de su apertura y el DAX alemán un 1,8%). Aunque el mercado bursátil italiano caía cerca del 1%, no había contagio a otros países periféricos: en España, el Ibex 35 se revalorizaba en torno al 0,5% a media mañana y la prima de riesgo se reducía también. El gran perdedor era el euro, que caía hasta tocar mínimos de 20 meses frente al dólar (en cerca de 1,05), pero también más tarde rebotaba, en línea con lo que ocurría en los mercados bursátiles.
Para los expertos de Allianz GI, el rechazo a las reformas en Italia y la dimisión del primer ministro puede llevar a otras elecciones o a nuevos escenarios que podrían suponer nuevos focos de inestabilidad política en Europa, en un año lleno de retos en este sentido. Aunque los mercados parece que ya habían descontado las malas noticias, dicen los expertos, y el BCE podría estar listo para actuar. “Este referéndum ha supuesto una pérdida significativa para Renzi y podría también ser visto como un voto contra la Unión Europea y el euro, con el fallo de los partidos dentro del sistema y resultados en línea con el Brexit y el triunfo de Trump. Al decir no, los votantes han perdido una oportunidad de afrontar las tan necesarias reformas de la ley electoral italiana, lo que significa que el Gobierno seguirá teniéndolo muy difícil para tomar decisiones. Las consecuencias tras el resultado dependerán de si los inversores sienten que Italia ha perdido su última oportunidad de elegir un gobierno efectivo”, explican desde la gestora, aunque matizan que el rechazo también retrasa la posible amenaza de que tome el poder un gobierno populista más radical, antisistema y anti UE, lo que podría reducir los miedos por un tiempo.
En la misma línea que desde Allianz GI, Philip Dicken, director de renta de variable de Columbia Threadneedle, cree que el resultado del referéndum puede ser una “bendición” teniendo en cuenta que en las próximas elecciones hay más posibilidades de que gane votos el movimiento antisistema Cinco Estrellas: el sistema actual sigue favoreciendo las coaliciciones de gobierno, en lugar de dar más poder al partido que más votos obtenga. El experto cree que en el corto plazo lo más probable será ver al presidente Matterella poniendo en marcha un gobierno tecnócrata hasta las próximas elecciones generales en 2018. “Italia, la UE y el BCE deberían ayudar al sector bancario con su esfuerzos de recapitalización”, explica.
“Veremos cuál es el camino político de Italia tras la dimisión de Renzi, si se nombra a un nuevo primer ministro en funciones o si, en el peor de los casos, se anticipan elecciones como piden el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga Norte”, dicen desde Renta 4. Paul Brain, director de renta fija de Newton, parte de BNY Mellon, comenta que el resultado representa un nuevo voto de protesta significativo por parte de un electorado “furioso”: “La dimisión de Matteo Renzi debería conducir al nombramiento de un gobierno transitorio, que podría estar formado por los mismos partidos que conforman el actual, pero sin Renzi al frente. No obstante, la celebración de elecciones en los próximos meses es ahora más plausible”. En general, los expertos creen que no habrá elecciones anticipadas: “Aún creemos que no habrá elecciones pronto, pues no pensamos que el presidente tome esa decisión antes de que el Parlamento haya aprobado a nueva reforma electoral para la cámara alta. Sin embargo, el fuerte rechazo a la reforma propuesta podría llevar a un nuevo periodo de inestabilidad política en el país y en la eurozona, causando negativas reacciones en los mercados y preocupaciones sobre el futuro del euro”, dicen desde HSBC Global Research. Aunque la posibilidad de abandono del euro es “remota”, creen que los mercados estarán inestables.
Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP), habla de la posibilidad de elecciones anticipadas y cree que la prioridad ahora será re-escribir la política electoral, votar el presupuesto para 2017 y seguir con la recapitalización bancaria, con un gobierno interino que no tendrá tiempo para nuevas reformas. En la entidad también vislumbran mayor inestabilidad política, una frágil recuperación (con un crecimiento por debajo del 1% el próximo año y un consumo moderado) y una inversión limitada, con riesgos bajistas en la actividad. “Con el crecimiento por debajo del 1%, una fuerte subida en los tipos de interés a largo plazo deteriorará la situación financiera pública e incrementará de forma mecánica la deuda del país”, dice el economista.
Debido a que Italia ha perdido una oportunidad para hacer más práctico su sistema y debido a la inestabilidad política que se abre ahora, PIMCO habla de un resultado negativo para los activos de riesgo en Italia y Europa, aunque con amortiguadores porque el resultado ya se esperaba, según Nicola Mai, responsable de Análisis de Crédito.
El problema ahora está en los bancos
Y es que el mercado ya había descontado parte de los problemas, de forma que el foco ahora está en los bancos. Alberto Chiandetti, gestor del FF Italy Fund, de Fidelity, recuerda que el mercado ya tenía el no en sus perspectivas: «El mercado de deuda ya había descontado este resultado así que no hemos notado grandes reacciones. Para la renta variable, el foco estará en los bancos, cuyos accionistas se enfrentarán al riesgo de reducción de próximas ampliaciones de capital”, explica. “Creo que el mercado ha descontado este resultado y que tenemos que centrarnos en las recapitalizaciones de los bancos: Monte Paschi obtuvo la semana pasada menos conversión de deuda de lo esperado pero ahora el foco está en si esto se materializará o no en las inversiones. El segundo problema es la subida de capital de UniCredit: se rumorea que estará en torno a 10.000-13.000 millones de euros, cantidad que debería ser revelada el 13 de diciembre. En definitiva, un panorama difícil para los bancos italianos que, sin duda pesará en el próximo acuerdo y pondrá presión a las acciones de UniCredit», añade.
Sobre las consecuencias en los mercados si hay una severa reacción política en Italia, desde Allianz GI temen sobre posibles consecuencias en los bancos del país y también de toda europea y vislumbran la posibilidad de una crisis del euro similar a la de 2010-2011. Además, advierten de que el rechazo al referéndum significa mayores costes de financiación para los prestamistas italianos y, en todo caso, dicen que “la política seguirá siendo un foco de consideración clave en los próximos años. Durante este tiempo, Italia estará centrada en sus claves internas y será poco probable que ayude a impulsar los cambios que Europa necesita en el mundo post-Brexit”.
“La incertidumbre dificultará la recapitalización de los bancos (algunos de ellos necesitan desesperadamente inyecciones de nuevo capital) y plantea la posibilidad de que los partidos antisistema ganen terreno en los próximos comicios. El proyecto del euro podría verse amenazado y la deuda pública italiana mostrará volatilidad”, dice Brain, que habla de la continuidad del programa de liquidez del BCE.
El BCE ayudará: el jueves, cita clave
“Los grandes desafíos para Italia son el BCE y sus bancos. El BCE se reúne esta semana para decidir si se extiende el programa de flexibilización cuantitativa y cuánto lo extiende. El mercado mayoritariamente espera una prórroga durante seis meses de 80.000 millones de euros al mes. Si Draghi no da la respuesta esperada, o parece menos comprometido con el programa de flexibilización cuantitativa, los mercados no serán tan optimistas. Podría fácilmente descarrilar el cuidadosamente equilibrado plan de recapitalización que Monte dei Paschi está tratando llevar a cabo en este momento. Si falla el plan de Monte dei Paschi, se convertirá en una mala noticia para los demás bancos italianos que necesitan recapitalizarse. Si Italia no puede resolver los problemas de sus entidades bancarias, se encontrarán en un caos. Una vez más, Europa se encuentra en una posición donde la política, el BCE y los bancos están peligrosamente entrelazados”, explica Patrick O’Donnell, gestor en Aberdeen AM.
Y es que los expertos confían en el apoyo del BCE. Desde UBP creen que el BCE está preparado para dar liquidez si es necesario y “debería poner su atención en evitar cualquier fragmentación o contagio en los mercados de renta fija, utilizando medidas de QE o LTRO. La liquidez prevendrá de riesgos sistémicos pero los políticos podrían interferir con el proceso de recapitalización de los bancos”, advierte Gautry. Axel Botte, responsable de Análisis de Renta Fija en Natixis Asset Management, habla de salidas en la deuda pública italiana y en compras por parte del BCE para apoyar al activo.
Desde NN IP, Roel Janssen, co-responsable de crédito europeo con grado de inversión, también valora esta posibilidad: “El BCE anunciará el jueves de esta semana su próxima decisión en política monetaria. Algunos participantes del mercado esperaban reducciones en el programa de compras el próximo año pero si el BCE, quizá parcialmente en respuesta al resultado del referéndum italiano, mantiene su política sin cambios y suaviza algunas de las restricciones de su programa para darse más margen para mantener su actual ritmo de compras durante más tiempo, será un positivo catalizador de mercado y ayudaría al sentimiento durante lo que queda de año”, explica.
“Creemos que este jueves Mario Draghi anunciará una extensión del programa de flexibilización cuantitativa hasta finales de 2017. Y lo hará fundamentalmente porque todavía se sucederán en Europa el año próximo importantes citas electorales y el presidente del BCE no quiere adoptar ningún riesgo para el mercado”, dice Mondher Bettaieb, gestor del fondo Vontobel Fund- EUR Corporate Bond Mid Yield en Vontobel AM.
Diferente al Brexit y a Trump
Desde M&G, Juan Nevado, gestor del equipo de multi-activos, recuerda que entre el rechazo a la reforma constitucional en el referéndum italiano y el voto a favor del Brexit o de Trump hay una gran diferencia: estos últimos hechos representaban drásticas rupturas con el orden establecido: “El resultado del referéndum italiano es más complejo. Desde un punto de vista constitucional, no ha cambiado nada, y la dimisión de un primer ministro no es nada excepcional (los dos años de Renzi como primer ministro se encuentran dentro de la media de los últimos 30 años)”, explica.
“Aunque puede que Italia sea una economía importante en términos de envergadura, también es mucho más rica de lo que muchos perciben, si bien su mercado de valores es bastante pequeño”, comenta Tim Stevenson, director de renta variable europea de Henderson Global Investors, sobre un posible riesgo sistémico o contagio. El experto también explica que la depreciaciónd el euro puede ayudar: «Las economías registran un comportamiento positivo, la depreciación del euro es positiva para los exportadores de Europa y puede que se dé con una solución “inteligente” para el problema de la recapitalización de los bancos italianos (y de otros)», añade.