Desde que el Banco Central Europeo anunció en enero de 2015 que tenía previsto implementar un QE por importe de 1,1 billones de euros para estimular la economía de la zona euro, el euro ha caído con fuerza frente al dólar estadounidense y actualmente se negocia en torno a 1,06-1,10. La ola de ventas en el euro se aceleró en la primera semana de marzo y la posterior caída de la rentabilidad de los bonos hizo caer al euro por debajo del nivel de 1,06 frente al dólar por primera vez desde marzo de 2003.
A día de hoy, el euro ha recuperado algo de terreno, pero la cuestión de la paridad sigue flotando en la mente de muchos inversores. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de algo así?
Russell Silberston, director de Reserve Management de Investec, explica que el research de divisas siempre trata de responder a tres cosas: ¿Apoyan las cifras la inversión? ¿Está barata? ¿Están comprando los inversores?
«En respuesta a las tres preguntas anteriores, cuando en Investec aplicamos nuestro proceso de análisis para el euro todos nuestros indicadores de corto plazo continúan sugiriendo un cambio de tendencia en el euro porque la zona euro está empezando a mostrar signos de recuperación. De hecho, el BCE elevó recientemente las perspectivas de crecimiento de la zona euro para este año hasta el 1,5%, frente al 1% anterior. En segundo lugar, nuesto research revela que el euro está barato, actualmente cotiza a en torno a un 13% por debajo de su media móvil a largo plazo. Y por último, los inversores han tomado posiciones cortas y creemos que la divisa se enfrenta a una sobreventa a corto plazo», cuenta Silberston.
En cuanto a la aplicación del mismo proceso al dólar, el análisis de Investec arroja datos económicos planos, aunque a niveles moderadamente positivos. «Nuestros datos anticipan, sin embargo, que los índices se han vuelto muy negativos, lo que sugiere que los datos están realmente más débiles o que los participantes del mercado son demasiado optimistas. A corto plazo, el dólar estadounidense está un poco caro, pero sigue siendo barato en enfoque a más largo plazo», dice el experto de Investec.
«Así que, si juntamos ambos análisis, nuestro research sugiere la posibilidad de un rally en el euro hacia su media móvil a largo plazo frente al dólar, por lo que un retroceso de la moneda única hacia la paridad parece poco probable«.
Dos economías en diferentes puntos
A medio plazo, sin embargo, el panorama es diferente y creemos que el dólar puede seguir subiendo. La razón de esta visión a favor del dólar a largo plazo es la misma que en 2012. Estados Unidos está en una posición del ciclo mucho mejor que el resto del mundo y ya ha superado el desapalancemiento posterior a la crisis. Sus bancos están bien capitalizados, el mercado laboral es muy competitivos, los tipos de interés podrían subir a finales de este año y, a pesar del desplome de los precios del petróleo, la industria todavía tiene una gran ventaja en coste de la energía con respecto a otros países.
Por contra, la eurozona aún tiene por delante un severo proceso de desapalancamiento y se enfrenta a varios años de duras reformas estructurales que permitan a su economía ser más competitiva. Esto podría mantener los tipos de interés bajos y el crecimiento moderado. Además, la moneda única tiene un rendimiento deficiente. Europa ha puesto en marcha la unión monetaria antes que la unión política y no hay transferencias transfronterizas eficaces que ayuden a los países que se encuentran con dificultades económicas. Esto significa que esas divisas están en una construcción económica similar al patrón oro, donde sólo la devaluación interna a través de salarios más bajos es la única vía real para alcanzar la prosperidad. Esto plantea los riesgos políticos a medio plazo y, de hecho, en los últimos meses hemos asistido al auge de los partidos políticos populistas.
«Sin duda, es posible que el euro retroceda aún más hasta tocar los niveles de paridad, pero sólo si nuestra visión a medio plazo a favor del dólar es la correcta», concluye Silberston.