Las señales de alarma que preceden a las burbujas crecen día a día. Grandes instituciones, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco de Pagos Internacionales (BPI o BIS), así como algunos individuos que han acertado a destapar otras burbujas en el pasado – como Raghuram Rajan, gobernador del Banco de la Reserva de India, que anticipó acertadamente la burbuja de real estate en EE.UU.- han empezado a dar mensajes de alerta.
Stefan Hofrichter, CFA, director de Estrategia y Economía Global en Allianz Global Investors, ha elaborado un informe que se presentó en la conferencia Allianz GI Investment Forum en Fráncfort el mes pasado, en el que se ahonda en la siguiente cuestión:
¿Estamos ante la creación de una nueva burbuja en el precio de los activos, o peor aún, ante una serie de burbujas en varios activos, alimentadas por la política monetaria ultra-laxa?
El debate no debería tomarnos por sorpresa: en EE.UU. la renta variable se encontraba apenas unos puntos porcentuales por debajo de sus máximos históricos a la hora de elaborarse el informe, mientras que otros mercados de renta variable han tocado sus máximos a lo largo de 2014. Los spreads de los bonos – ya sean corporativos, emergentes, o bonos soberanos de la eurozona – son muy estrechos en términos históricos, aunque no están en sus niveles mínimos. Además, los precios del real estate han rebotado con fuerza durante los últimos años en EE.UU., Reino Unido y varios países más de la eurozona. En este punto Allianz GI ha considerado sensato actualizar su análisis sobre valoración y burbujas de activos.
Puede acceder al informe completo a través de este link. En todo caso, aquí mostramos algunas de las conclusiones del análisis:
Renta variable: En base al PER ajustado por el clico (CAPE por sus siglas en inglés), llamado también “PER de Shiller”, la renta variable global estaría en su precio justo, muy en línea con los múltiplos medios a largo plazo. La renta variable europea, en especial la periférica, incluso está barata, si se considera esta ratio. Lo mismo puede decirse de la renta variable emergente, que según este análisis cotiza con un descuento del entorno del 20% si se compara con las ratios de los países industrializados, y que se encuentran además en su nivel de valoración más bajo desde el año 2006 – un descuento similar al que registraron a mediados de la década de los ochenta.
Mientras, si bien la renta variable de EE.UU. cotiza actualmente a ratios que sin duda son altos comparados con sus medias históricas, las valoraciones no se encuentran en terreno de burbuja y no previenen, según apunta Allianz GI, que los precios sigan subiendo. Las valoraciones actuales no son por sí solas razón suficiente para ser extra cuidadoso con la renta variable, si bien Allianz GI destaca que con estas valoraciones, la historia nos dice que los retornos en renta variable americana estarán por debajo de la media en la próxima década.
Bonos: la deuda soberana de alta calidad, como los Treasuries de EE.UU., los Gilts británicos o el Bund alemán, están rentando significativamente menos de lo que Allianz GI considera normal dada la tendencia actual de crecimiento del PIB, que debería servir de referencia a largo plazo para su valoración, en base experiencias pasadas y a la teoría económica. Sin embargo, Allianz GI se ve más cómodo respecto a la valoración de los bonos no-alemanes de la zona euro en relación al Bund.
Sin embargo, el análisis para los bonos corporativos es menos favorable, si se compara su valoración actual con la de principios de año. Contodo, en el análisis destacan que sus spreads frente a los bonos soberanos son ahora mayores a los que hubo antes de que explotara la burbuja del real estate, algo que es particularmente cierto en los bonos high-yield, ya sean de EE.UU. o de Europa.
Según el análisis, los bonos de mercados emergentes emitidos en divisas fuertes (índice: EMBI+) están razonablemente valorados, si bien la deuda emergente en moneda local ofrece más valor: en primer lugar, por su mayor rendimiento comparado con los soberanos desarrollados; y en segundo, porque los expertos esperan también una contribución positiva a la rentabilidad de estos bonos vía revalorización de sus divisas, que estarían infravaloradas en varios casos, según la valoración a largo plazo de Allianz GI.