Las estrategias multiactivo siguen ganando peso como respuesta ante el entorno actual del mercado. Para Justin Simler, director de inversiones de Investec, “se ha convertido en una realidad en todas partes y el motivo de que sea comúnmente demandada por los inversores es porque ofrece mayor rentabilidad teniendo en cuenta la relación entre el riesgo asumido y el retorno de la inversión”.
Simler habla desde su experiencia como director de inversiones en el equipo de Multiactivos de Investec Asset Management y, por tanto, responsable de la gestión de procesos y productos en toda la gama. “El invertir en activos únicos te obliga a seguir un único mercado y es una opción atractiva, pero en la memoria de muchos inversores aún está fresco lo ocurrido en 2008. Sin embargo con una estrategia multiactivo, el inversor percibe que está protegido”, señala.
En este sentido Simler pone como ejemplo el fondo Investec Global Multiasset Income, que comercializa en España Capital Strategies. Se trata de un fondo flexible con un máximo en renta variable del 50% por prospectus, pero que nunca ha sobrepasado el 34%. Puede invertir en bonos gubernamentales o corporativos, así como en todos los países, pero manteniendo un mínimo del 35% en países del Espacio Económico Europeo.
“El enfoque de nuestra estrategia multiactivo es diferente al resto de estrategias de este tipo. A la hora de seleccionar los activos, tenemos en cuenta los fundamentales, así como su valoración y el comportamiento de su precio en el mercado. Y, cuando construirnos la cartera, establecemos una mezcla óptima entre activos growth, defensivos y no correlacionados, con el objetivo de obtener ingresos atractivos a largo plazo”, destaca Simler sobre el fondo.
En este sentido tres son las claves de la estrategia de Investec: “una cartera resiliente construida de abajo hacia arriba, estructuralmente diversificada y gestionada de forma activa, y limitando los riesgos a la baja”, añade. El fondo considera entre los activos de tipo growth las acciones de empresas, el high yield, la deuda de mercados emergentes y el capital privados, entre otros; mientras que entre los activos defensivos toma posiciones en bonos gubernamentales, bonos investment grade y bonos indexados. Respecto a la búsqueda de activos no correlacionados, apuesta por sectores como las infraestructuras, los seguros y activos de valor relativo.
Según destaca Simler hay tres áreas de inversión que consideran: Estados Unidos, Europa y Mercados Emergentes. “En renta variable nos estamos alejando de Estados Unidos, aunque permanecemos en determinados sectores como el tecnológico, que nos ha permitido hacer mucho dinero. Aunque no se trata de elegir entre renta variable americana o europea, sino de ser muy selectivo con los valores que se escogen y la exposición que se toma. En general, creemos que hay que aprovechar la fragmentación europea para quedarse con los mejores activos”, afirma. La incertidumbre política que ha vivido Europa también le ha hecho mostrarse cauto y centrar su cartera en mercados emergentes y en Asia.
Dentro de los mercados emergentes, Brasil y Australia son los países que señala con más énfasis. “Por ejemplo, en Brasil los bonos con respaldo gubernamental ofrecen una opción de buena calidad”, cita como ejemplo.
Entorno económic
Aunque la inestabilidad política parece que se ha calmado y que el crecimiento global continúa, en opinión de Simler no hay que relajarse. En particular le preocupa, y vigila, las posibles señales que la economía da ante una posible o no recesión.
“Estamos en un entorno en el que hay crecimiento tanto en Estados Unidos, como en Europa y en los países emergentes. Por ahora, creemos poco probable que pueda haber una recesión a corto plazo. Sin embargo, hay ciertos riesgos que empiezan a crecer. Y por supuesto riesgos políticos alrededor de la eurozona, en particular las elecciones italianas y el crecimiento de ese sentimiento antieuropeo”, apunta.