Con 2015 a la vuelta de la esquina, es bueno repasar qué dejamos atrás y tener claros cuáles son los desafíos de cara al próximo año. Philip Saunders, co-director de la estrategia multi-activos de Investec, nos explica las perspectivas de la firma para el próximo ejercicio, marcado, en su opinión, por el entorno deflacionista y por la fortaleza de la renta variable.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido en 2014?
La resistencia del mercado a los datos macroeconómicos negativos vista hasta octubre de este año. Hemos vivido un largo periodo sin una corrección significativa, a pesar de contar con algunas amenazas muy graves como las acciones del Estado Islámico, la energía, la falta de crecimiento en Europa y la debilidad de la economía china. En otoño el mercado registró una corrección más convencional, y creo que en general esto es saludable para los mercados.
¿Cuáles son las perspectivas de Investec para el crecimiento mundial de cara a 2015?
Nuestras previsiones para el crecimiento de 2015 son relativamente constructivas. Creemos que algunas de las preocupaciones sobre la debilidad de la economía en el corto plazo son exageradas. Aunque no esperamos una virulenta fortaleza del crecimiento económico en 2015, éste debería seguir siendo positivo en el entorno de poco más del 3% a nivel internacional, en línea con la experiencia que hemos tenido años atrás. Es cierto que la composición de ese crecimiento se ha desplazado, alejándose de las economías emergentes, donde hemos visto un crecimiento más débil, hacia una economía estadounidense más fuerte, respaldada por factores domésticos entre los que se incluye la energía. Es probable que continúe la debilidad en China, pero se trata de un menor crecimiento y en lo que respecta a las expectativas para Europa, creemos que son excesivamente negativas. Desde Investec esperamos un contexto general de crecimiento -que va a dar soporte a los mercados de renta variable- donde los tipos de interés se mantendrán bajos. La inflación mundial probablemente siga siendo baja, lo que permitirá a los bancos centrales establecer políticas monetarias expansivas, un factor que debería respaldar el crecimiento.
¿Qué tipo de crecimiento estamos viendo actualmente y cómo va a afectar a los ciclos del mercado?
El tipo de crecimiento en el que estamos inmersos es bastante anémico y desequilibrado. Muchas economías están en distintos puntos del ciclo, lo que llamamos el crecimiento asincrónico, es decir, que no está sincronizado, y pese a todo sigue siendo positivo, pero no es tan dinámico como en el pasado, cuando todas las economías tendían a fortalecerse en una base coordinada. Esto es bastante bueno para los inversores porque, en general, un crecimiento fuerte tiende a provocar inflación, lo que anima a los bancos centrales a endurecer la política monetaria. No hemos detectado esto y no creemos que vayamos a verlo durante algún tiempo. La baja inflación, los bajos tipos de interés y un largo ciclo económico son constructivos para la renta variable en particular y también significa que los tipos de interés reales a largo plazo no tienen por qué aumentar como debería ser.
¿Cuáles son los mayores riesgos de esta visión?
Creemos que el mayor riesgo está en el lado de la deflación más que en el de la inflación. No es probable que esta última sea un problema porque nos hallamos en un entorno fundamentalmente deflacionista. El crecimiento económico mundial es desequilibrado en este momento porque en general depende de la evolución de Estados Unidos. Creemos que su economía va a hacerlo bien y esto ayudará a sostener el crecimiento a nivel internacional en un momento en que otras economías atraviesan un proceso de adaptación. Sin embargo, si la economía estadounidense se debilitara significativamente, esto comprometería nuestras perspectivas de crecimiento global, porque se elevarían los riesgos y afectaría a las ganancias empresariales. Nuestra visión sobre la renta variable depende de los beneficios empresariales. En la práctica, el sector empresarial evoluciona mejor que las economías nacionales y esperamos que eso continúe.
¿Cómo está posicionando los portfolios?
Nuestros portfolios reflejan actualmente un sesgo estratégico hacia la renta variable. Pensamos que este mercado está razonablemente valorado en los niveles actuales y creemos que está respaldado de forma amplia por las dinámicas de ingresos. También preferimos la renta variable frente a otros activos growth, como la deuda high yield o de mercados emergentes. El sesgo hacia la renta variable es menor al que teníamos en el periodo que siguió al verano de 2012, pero sigue siendo positivo y está equilibrado con otros activos defensivos. Seguimos encantados de tener bonos, a pesar de que las rentabilidades son relativamente bajas en este momento, simplemente porque estamos convencidos de que el principal riesgo para nuestro escenario central es deflacionista.