La Financière de l’Echiquier (LFDE) sostiene que invertir de manera sistemática en empresas con mejores calificaciones ASG genera, a largo plazo, una rentabilidad superior si se compara con invertir en firmas con malas calificaciones y en aquellas que están en los indices bursátiles. En un plazo de nueve años, la cartera con los mejores perfiles ASG genera una rentabilidad 2,3 veces mayor que una con los peores perfiles ASG.
Así lo defiende la gestora en su informe IRS y rentabilidad, en el que refleja las principales tendencias que la inversión responsable y sostenible. Para este estudio, LFDE ha creado carteras de renta variable ficticias equiponderadas, invertidas al 100%, para comparar su rentabilidad entre ellas y con los principales índices bursátiles. El único criterio de selección de empresas incluidas en estas carteras es su calificación ASG. Únicamente se tienen en cuenta las calificaciones de tres años, de modo que sean fieles al perfil de la empresa. Las carteras se reajustan periódicamente, anualmente entre 2010 y 2015 y, después, trimestralmente a partir de 2016.
“La diferencia de rentabilidad anual media mínima a nueve años cuando la calificación ASG aumenta aproximadamente de un punto. Observamos diferencias anuales, como por ejemplo en 2013 y 2016, años durante los cuales la gestión value se comportó mejor que la gestión growth (crecimiento): las carteras compuestas por buenas calificaciones ASG no han superado a las carteras compuestas por malas calificaciones. En efecto, las empresas de crecimiento suelen obtener mejores calificaciones ASG. No pueden descuidar su posicionamiento en responsabilidad social y medioambiental para tener éxito y cuentan con los recursos necesarios para aplicar políticas ambiciosas en esos ámbitos. En cambio, al estar en fase de cambio, las empresas con descuento (value) a menudo descuentan algunos aspectos sociales y/o medioambientales”, explica entre sus conclusiones el informe.
Aportar rentabilidad
Otro de los argumentos que sostiene LFDE, y que ha querido contrastar con este informe, es que, por separado, los criterios medioambiental (A), social (S) y de gobierno corporativo (G) son todos ellos fuentes de rentabilidad a largo plazo. Y entre ellos, el criterio social es el que más contribuye a la rentabilidad.
“Las carteras compuestas por buenas calificaciones medioambientales, sociales o de gobierno se comportan mejor que las carteras con malas calificaciones, superando también a los índices, excepto el índice MSCI Europe Small Cap, por lo que respecta al medioambiente. Los valores con buenas calificaciones sociales son los que han obtenido mayor rentabilidad comparado con las buenas calificaciones medioambientales y de gobierno corporativo. Sin embargo, la rentabilidad de la cartera compuesta por empresas con mejores calificaciones sociales es inferior a la de las carteras con mejores calificaciones, lo que pone de manifiesto que la combinación de criterios A, S y G en un calificación ASG permite generar más valor a largo plazo”, señala en sus conclusiones. En cambio, las empresas con malas calificaciones en gobierno corporativo son las que generan menos rentabilidad.
¿Cuestión de riesgo?
Las malas calificaciones de gobierno corporativo son las que más lastran las rentabilidades, lo cual también se puede convertirse en un riesgo para la inversión. “Aunque esperábamos una diferencia real de riesgo entre las carteras favorable a las carteras compuestas por mejores calificaciones ASG, no hay una diferencia significativa. Sin embargo, en las caídas de los mercados, las carteras compuestas por mejores calificaciones ASG han resistido mejor que las carteras compuestas por malas calificaciones ASG”, matiza.
Según se observa en el gráfico, a largo plazo, la cartera TOP 40 tiene un ratio de riesgo y rentabilidad superior al de FLOP 40, lo que significa que esta inversión es preferible, porque genera más rentabilidad para un mismo nivel de riesgo. “Las carteras compuestas por buenos alumnos ASG presentan niveles de riesgo similares a los de las carteras compuestas por los malos alumnos ASG, y similares a los de los índices. Sin embargo, el ratio de riesgo y rentabilidad es más favorable para las carteras con buenas calificaciones ASG, que obtienen rentabilidades muy elevadas”, concluye el informe.