Un total de 27 inversores institucionales globales, que representan 2,117 billones de dólares en activos bajo gestión, han lanzado una iniciativa de compromiso colaborativo para ayudar a las empresas tecnológicas a definir políticas e implementar medidas para mitigar el posible impacto negativo de la tecnología en la salud mental y el bienestar de sus consumidores finales. En aras de un mayor impacto, la coalición busca expandirse en los próximos meses con miras a comprometerse con más empresas.
Las nuevas tecnologías pueden facilitar la vida diaria y entretener a personas de todas las edades, pero también pueden tener impactos negativos significativos en la salud mental y el bienestar. La literatura muestra que el uso excesivo de la pantalla, en las primeras etapas del desarrollo humano, puede conducir a trastornos de concentración y comportamiento, incluida la depresión y el aislamiento. El aumento del uso de Internet, teléfonos inteligentes y medios de comunicación (como videojuegos, redes sociales y servicios de transmisión) plantea preocupaciones sobre la adicción, cuyos síntomas incluyen cambios de humor, conflictos, abstinencia y recaída. La investigación también muestra que la tecnología afecta el bienestar: las redes sociales pueden contribuir a aumentar el estrés y la baja autoestima, y la exposición a las pantallas y la navegación web afecta la cantidad y calidad del sueño.
Para limitar este impacto, las regulaciones han comenzado a actuar, y podemos ver un entorno regulatorio floreciente pero creciente en torno a la tecnología, la salud mental y el bienestar. En consecuencia, esta coalición de inversores recién formada, iniciada por AXA IM y Sycomore AM, se comprometerá con empresas en el espacio de hardware, medios, Internet, juegos, software, edtech y telecomunicaciones para crear conciencia y garantizar que las empresas de tecnología estén desarrollando planes de acción para mitigar los problemas de salud mental y bienestar del consumidor final.
El grupo de inversores guiará a las empresas tecnológicas a implementar buenas prácticas como:
- Definir una política e implementar medidas para mitigar los riesgos de adicción y los posibles efectos adversos en la salud mental y el bienestar del consumidor final
- Establecer un compromiso de alto nivel para mantener a los niños seguros online en códigos comerciales, políticas de derechos humanos o marcos de evaluación de riesgos; Por ejemplo, establecer una política de seguridad infantil y un sitio web dedicado. Establecer objetivos específicos y revelar el progreso.
- El compromiso de alto nivel debe estar respaldado por objetivos / metas específicos (aunque no cuantitativos, dado el tema). Además, establecer objetivos específicos permite a los accionistas supervisar las mejoras y el progreso realizado por las empresas en este tema.
- Desarrollar un mecanismo para informar sobre contenido dañino online, cooperar con las autoridades para denunciar el abuso online y asociarse con terceros en materia de seguridad en línea.
- Gobernanza, transparencia y divulgación en torno al control de contenido para sus productos.
- Apoyar iniciativas educativas para la seguridad online y otras iniciativas relacionadas con la tecnología, la salud mental y el bienestar.
«Cuando se trata de invertir en tecnología, siempre hemos hecho una prioridad estar alineados con nuestro enfoque de inversión responsable», afirma Marie Vallaeys, analista de ESG en Sycomore AM y copresidenta de la coalición. La experta explica que los posibles impactos negativos de la tecnología en la salud mental y el bienestar del usuario final «han sido subestimados durante mucho tiempo por las empresas» y que si bien «ya se han iniciado acciones de compromiso sobre derechos digitales, reconocimiento facial y ética de IA, estamos orgullosos de unir fuerzas para que las empresas del sector tecnológico entiendan que el bienestar del usuario es una preocupación creciente para los inversores activos de ESG». Vallaeys concluye que «nuestro objetivo es liderar políticas y medidas concretas«.
Vallaeys añade que estamos «realmente en las primeras etapas de crear conciencia sobre el impacto real que las tecnologías están teniendo en el bienestar y la salud mental», por tanto, le «complace complace lanzar esta coalición, ya que creemos que ha llegado el momento de participar en este tema; todavía queda mucho por hacer y podemos acelerar la concienciación y animar a las empresas tecnológicas a implementar planes de acción concretos para proteger a los usuarios y reducir los riesgos ESG a largo plazo de las empresas».
Por su parte, Théo Kotula, analista de ESG en AXA IM y copresidente de la coalición, asegura que iniciar discusiones «es un primer paso, y esperamos sinceramente que las empresas estén abiertas a un diálogo constructivo. Nuestro objetivo es un resultado positivo colectivamente, pero si este último no es satisfactorio, cada miembro puede tener que considerar iniciar sus propias tácticas de escalada, desde rebajar la puntuación ESG hasta votar en contra de la administración durante las juntas generales o presentar resoluciones de accionistas «.