La industria de inversión tiene la convicción de que juega un papel relevante a la hora de dar respuesta a los retos medioambientales a los que se enfrentan la sociedad y los estados. Una realidad que sitúa a la inversión sostenible en el foco de atención tanto del negocio de las gestoras como de los inversores, que han encontrado en este tipo de inversión una solución que aúna sus intereses económicos y preferencias personales. ¿Qué temáticas de inversión dentro de la ISR tendrán más fuerza en 2023?
En opinión de Andy Howard, responsable global de inversión sostenible de Schroders, la factura derivada del COVID-19 ha reducido la capacidad de los gobiernos de mantener su apoyo a la sociedad y a la economía en tiempos difíciles. “Se prevé que las empresas jueguen un papel más importante a la hora de afrontar cuestiones críticas, desde el desafío climático hasta la crisis del coste de la vida, pasando por la amenaza a la biodiversidad”, afirma Howard.
Según su valoración, con este telón de fondo, “la gestión activa de un gestor de fondos y su capacidad de adaptar las estrategias de inversión a los desafíos y oportunidades que están por venir tendrá más importancia que nunca para la rentabilidad de las inversiones”.
El último informe de ESG global elaborado por los analistas de Credit Suisse, en el que se analizan el rendimiento de 17 temáticas de sostenibilidad, basándose tanto en su calidad como en su momentum, muestra que la construcción energéticamente eficiente, la alimentación sostenible, la automatización y la vida saludables son las temáticas preferidas, mientras que las temáticas relacionadas con energía renovable continúan presentando dificultades.
“En el contexto de las continuas preocupaciones geopolíticas, los temores inflacionistas y la incertidumbre sobre las perspectivas macroeconómicas a corto plazo, observamos que nuestras temáticas centradas en el crecimiento obtuvieron unos resultados razonablemente buenos durante el mes pasado, ya que ocho de nuestras 17 temáticas superaron a la renta variable mundial. Aunque el reciente repunte del rendimiento de varias de nuestras temáticas es obviamente positivo, mantenemos la cautela sobre la probabilidad de que esto continúe a corto plazo, dadas las condiciones macroeconómicas mencionadas anteriormente.
condiciones macroeconómicas”, explican desde Credit Suisse.
¿Qué temáticas son estas? Los analistas de Credit Suisse señalan que, recientemente, se ha producido una mejora de los resultados de las energías renovables, como la solar, el hidrógeno y el almacenamiento de energía. “A principios de 2022 ya señalamos que los valores relacionados con la energía eólica habían generado una fuerte rentabilidad relativa. Ahora vemos varias razones para el repunte de los rendimientos de los valores renovables como, por ejemplo, la intención de Europa de ser energéticamente más independiente; y la reciente firma de la Ley de Reducción de la Inflación en EE.UU.”, apunta en su informe la entidad. Y añaden que, según indican múltiples estudios, los niveles anuales de inversión en tecnologías y servicios renovables deben aumentar c3x con respecto a los niveles actuales para lograr trayectorias netas cero a largo plazo.
Pero esta no es la única temática de inversión sostenible por la que apuesta Credit Suisse. Según su puntuación de calidad y momentum, la entidad sitúa en el cuartil superior de sus preferencias la eficiencia energética de los edificios, la automatización y la alimentación sostenible se mantienen en nuestro cuartil superior. Además, reconoce que su nuevo tema para 2023 es la vida sana, en sustitución de la temática de diversidad.
“La comida sostenible ocupa ahora el primer puesto. Es una temática donde las empresas tienen una rentabilidad media del flujo de caja sólida y las perspectivas generales dentro de esta temática también son amplias, dado que desempeña un papel central en la lucha contra el cambio climático”, apuntan.
En cambio, los analistas de Credit Suisse reconocen que la energía solar vuelve al cuartil inferior. “El mes pasado señalamos que las empresas del sector de la energía solar se habían beneficiado de un nivel sorprendentemente fuerte de impulso relativo de los beneficios. Sin embargo, con esta actualización, la energía solar vuelve a estar entre los cuatro temas peor clasificados, debido principalmente a un descenso del impulso relativo”, indican en su informe.
Temáticas a vigilar
A la hora de hablar de temáticas concretas, el responsable global de inversión sostenible de Schroders coincide en que el cambio climático es una cuestión ineludible y todos los inversores deben estar seguros de que su exposición a los riesgos que supone se valora cuidadosamente y se gestiona de la mano de las oportunidades que ofrecen soluciones al desafío climático.
“Está claro que el impulso político se ha desacelerado en 2022, pero cabe destacar que el sector privado sigue tirando del carro y ayuda a cerrar parte de la brecha entre la ambición que han expresado los líderes mundiales y la preparación de las empresas para materializar la transición”, afirma Howard. Por lo tanto, advierte a los inversores de que deberán vigilar todo aquello relacionado con la voluntad política en este campo. Eso significa que la principal cita que habrá en 2023 será la COP28, que se celebrará a finales de año en los Emiratos Árabes.
Según Howard, muy relacionado con el cambio climático, también destaca la temática sobre el capital natural y todo lo que tiene que ver con la biodiversidad. “La cruda realidad es que los riesgos para la naturaleza son, cada vez más, un factor a tener en cuenta en los riesgos de inversión y la rentabilidad. Las amenazas para el clima son un síntoma de las tensiones estructurales y cada vez mayores entre el aumento de la demanda por parte de una población mundial cada vez más numerosa, pudiente y hambrienta y los recursos disponibles en el planeta, que no son infinitos”, argumenta.
Por último, el experto de Schroders pone el foco en uno de los aspectos más relevantes de la inversión sostenible y que más impacto tienen a la hora de identificar oportunidades de inversión: la regulación.
“La regulación avanza desde la UE hacia otras partes del mundo, y es probable que la exigencia de transparencia y claridad en cuanto a lo que ofrecen los productos aumente, y con razón. Las noticias sobre greenwashing han puesto de relieve la importancia de la transparencia, y la mejor vacuna contra este fenómeno es la honradez, la transparencia y la coherencia”, afirma.
Su principal conclusión es que los últimos años ha sido un “no parar” para las gestoras que están poniendo el foco en la inversión sostenible. “Seguir el ritmo a la intensidad y velocidad de los cambios normativos ya ha supuesto un reto importante de por sí. Poner en práctica el análisis, los modelos y la adaptación de nuestro compromiso con las empresas en cartera para reflejar nuestro conocimiento cada vez más profundo de las tendencias estructurales en cuestiones sociales y medioambientales, con un volumen cada vez mayor de datos ESG, sube la exigencia”, concluye.