La inversión inmobiliaria en España ascendió a 3.417 millones de euros en el primer trimestre del año, un 50% más que en el mismo periodo de 2016, según datos de la consultora CBRE. De esta cifra, el 70% tuvo origen extranjero, lo que «confirma el apetito» de los inversores internacionales por el sector inmobiliario español. De ellos, los más activos fueron los estadounidenses, que invirtieron el 33 % del total.
Los fondos procedentes de EE.UU. han estado muy activos en este comienzo de año, como demuestran las operaciones cerradas por GreenOak, CBRE Global Investors, Hines, HIG Capital, Thor Equities o Harbert Management. Tras los inversores estadounidenses se sitúan los británicos, que representaron el 29% de la inversión extranjera.
La inversión nacional supuso el 11% del total, mientras que el 19% restante procedió de las socimis (sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria). Según los datos de CBRE, las socimis invirtieron 643 millones, con Merlin Properties a la cabeza, que compró la Torre Agbar de Barcelona y los activos logísticos de Saba por un importe conjunto de cerca de 300 millones.
Por sectores, el segmento retail (locales y centros comerciales) ha sido el protagonista del primer trimestre, con una inversión conjunta de 1.365 millones. Destacan cuatro grandes operaciones con volúmenes superiores a cien millones, entre ellas la compra del centro Xanadú por el fondo británico Intu por más de 500 millones.
Otros dos sectores que han recibido un alto volumen de inversión han sido el de oficinas (646 millones) y el hotelero (564 millones). Le siguen los sectores residencial (457 millones) y logístico (241 millones)