Renta variable estadounidense, inversión temática en inteligencia artificial, renta fija global y oportunista, deuda emergente, y renta fija mixta y creadora de rentas: fueron las estrategias presentadas por las gestoras Invesco, Jupiter AM, ODDO BHF, Neuberger Berman y T. Rowe Price en la primera edición del Funds Society ‘Investments & Golf Summit 2019‘ en España, un evento en el que la pasión por el golf y otros deportes se mezcló con la información más relevante del mundo de los mercados y las inversiones, en el Hotel Vincci Valdecañas Golf, en la provincia de Cáceres.
En un entorno en el que la tónica es el aumento de la volatilidad, y en el que los tipos bajo mínimos ponen a prueba constantemente al inversor, las gestoras lanzaron propuestas para ayudar a impulsar la rentabilidad de las carteras. En el espacio de renta variable, las ideas se centraron en dos campos: renta variable estadounidense y una perspectiva temática centrada en la inteligencia artificial.
La gestión activa en renta variable estadounidense fue la propuesta de T. Rowe Price, entidad independiente centrada en gestión activa, que lleva gestionando este activo desde 1937 y que cuenta con un análisis fundamental propio –responsable de la rentabilidad de las carteras y clave de sus buenos resultados frente al índice en un mundo en el que la gestión pasiva gana terreno -, orientación bottom up –la selección de valores es el principal catalizador del valor añadido en todas las carteras-, carteras diversificadas y equilibradas, un horizonte de inversión temporal más largo que otros comparables y procesos de inversión consistentes y disciplinados. “No estamos seguros de la dirección del mercado y por eso las carteras se estructuran para que puedan ofrecer buenas rentabilidades en diferentes escenarios, alcistas o bajistas siendo en este último caso más defensivas”, explicaba Eric Papesh, especialista de carteras de renta variable estadounidense en la gestora.
En un mundo en el que la gestión pasiva gana terreno y en el que puede tener sentido posicionarse en bolsa estadounidense de esa forma, Papesh defendió, con el ejemplo de su gestora, la importancia de ser activo en este mercado, ya que la entidad ha logrado batir a sus índices con todas sus estrategias en periodos de 5 y 10 años, y en la mayoría de los casos, también a tres años, con retornos superiores a los de los benchmarks en un 1,45% a diez años en large caps, en un 1,61% en midcaps y en un 2,26% en small caps. “Las small caps son un buen lugar para ser un inversor activo, pues es ahí donde se obtienen los mayores retornos en exceso del índice, pero incluso en large caps, un mercado donde hay menos ineficiencias, hemos logrado mayores rentabilidades”, explicaba.
El especialista presentó su estrategia T. Rowe Price Funds SICAV – US Equity Fund, lanzada en junio de 2009, una estrategia core sin sesgos de estilo que busca identificar inversiones a través del amplio universo de renta variable estadounidense de alta capitalización –por encima de los 5.000 millones de dólares- cuyo potencial económico de largo plazo esté siendo infravalorado, y tiene una cartera concentrada y equilibrada con valores de alta convicción. Actualmente sobrepondera sectores como materiales, utilities o healthcare, posicionándose en los nombres menos cíclicos y más defensivos, con alta visibilidad de ingresos. “Contamos con una cartera muy distinta al índice. Actualmente resulta atractiva una exposición más defensiva. Queremos participar en las subidas pero proteger en los escenarios bajistas”, explicó.
Y es que el escenario actual está marcado por el deterioro de las tendencias de beneficios y de la actividad económica, que pasarán a posiciones de menor fortaleza. “No creo que se dé una recesión en los próximos trimestres o en el próximo año pero sí es probable una desaceleración del crecimiento, de los beneficios de las empresas y de la actividad económica. Hemos pasado de expectativas del crecimiento de los beneficios en 2018 del 7%-8% hasta el 1%-1,5% ahora, es decir, aún se espera un crecimiento positivo pero mucho más ralentizado”, decía. Con respecto a las valoraciones de la bolsa estadounidense, reconoce que son elevadas frente a los niveles históricos, pero no dramáticamente altas: “Son altas pero no extremas en todo el mercado”, porque hay espacios con precios más atractivos, como el espacio value, que está más barato que el growth, o las small caps, con mejores precios que las grandes compañías.
Sobre el entorno, cree que la política monetaria seguirá acomodaticia puesto que los bancos centrales están centrados en promocionar la expansión económica y continuarán haciendo lo que sea necesario, con una Fed que se moverá según los datos; la guerra comercial tendrá implicaciones en los mercados, puesto que no veremos una resolución a corto plazo, y aún habrá que considerar otros riesgos geopolíticos -como las tensiones en Oriente medio, las elecciones en EE.UU. en 2020, las protestas en Hong Kong, el Brexit, el riesgo de impeachment en EE.UU., etc.- que mantendrán la volatilidad en altos niveles para los activo de riesgo.
Doble inteligencia artificial, con ODDO BHF AM
También en renta variable hubo espacio para hablar de inversión temática, con una propuesta muy innovadora de ODDO BHF AM. Brice Prunas, Lead Portfolio Manager, AI powered Global thematic funds, presentó su nuevo fondo de renta variable global centrado en la inteligencia artificial pero que, a su vez, integra la inteligencia artificial en sus procesos de inversión. “El fondo usa la inteligencia artificial para buscar inteligencia artificial”, explicaba el gestor, con un resultado final materializado en 60 compañías con un punto en común: tienen una fuerte ventaja competitiva gracias a la inteligencia artificial. “Podríamos haber gestionado el fondo de una forma tradicional, pero hemos sido innovadores incluyendo la inteligencia artificial en el proceso de inversión. Mezclamos la inversión temática con el machine learning en finanzas. El 80% de los gestores creen que el machine learing será la primera prioridad de inversión en los próximos tres años”, indicó.
Así, Thematic Funds – ODDO BHF Artificial Intelligence integra la inteligencia artificial en su proceso de inversión mediante algoritmos basados en macrodatos (big data) haciendo el primer screening, seleccionando unos 300 valores dentro de un universo global. Posteriormente el equipo gestor lleva a cabo un análisis cuantitativo que se ha utilizado en ODDO BHF AM hace más de 10 años, basado en cuatro factores (valoración, calidad, momentum y tamaño –con un importante énfasis en este factor puesto que buscan seleccionar no solo large caps sino también small y mid caps en este universo. De hecho, un 35% del fondo está posicionado en esos segmentos). “Queremos encontrar firmas que se doblen en dos años y se multipliquen por tres en cinco. Infraponderamos o no tenemos gigantes como Google, Netflix, Amazon o Facebook, por razones de valoración y regulación”, comentaba Prunas. Una vez realizado el filtro, se descartan aquellas compañías que, aun dando a entender que utilizan inteligencia artificial, no lo son de verdad o no repercute en una mayor rentabilidad para sus accionistas. Finalmente, el resultado final es una cartera global compuesta por un total aproximado de 60 valores, equiponderados y con reajuste trimestral.
Sobre expectativas de retornos, buscan batir al MSCI World cada año, con retornos esperados por encima del 10%, algo que vienen logrando hasta ahora, con una volatilidad de en torno al 16%, pero compensada con una exposición a un sector de alto crecimiento y con diversificación para evitar fuertes caídas. “Es un fondo sistemático, con gran importancia en el proceso más que en el gestor”, decía Prunas. “Éste no es un fondo global de tecnología, sino un fondo diversificado, en diferentes sectores y países”, posicionado solo en un 65% en firmas con más de 10.000 millones de capitalización, y con posiciones en Norteamérica (64%), pero también Japón (10%), Asia y China, y Europa, y en diferentes sectores (tecnologías de la información solo supone la mitad de la cartera).
Prunas también argumentó las razones para invertir en inteligencia artificial, puesto que no todas las temáticas tienen iguales expectativas de crecimiento ni riesgo: se espera un crecimiento de la inteligencia artificial del 23% al año en los próximos siete años, mientras la tecnología global crecerá a ritmos del 10%. “Pero no solo hablamos de crecimiento, sino del valor que va a traer la inteligencia artificial en los diferentes sectores”, añadía. El gestor puso ejemplos de aplicaciones de la inteligencia artificial en el domicilio -con Roomba-, en el tiempo de ocio –AMD-, en el sector de la salud –Elektra-, en el del automóvil -General Motors-, en el de la consultoría -Ping AN-, en el de los seguros… “La inteligencia artificial es la capacidad de un programa para pensar y aprender como un humano. Es una revolución silenciosa que afectará a todos los sectores de la economía”, aseguró.
También habló de ejemplos de operaciones de fusiones y adquisiciones en este universo desde la creación del fondo, con casos como el de Mellanox Technologies, Wabso o Control 4, lo que ayuda a sus objetivos de revaloración. Y reveló algunas tendencias para los próximos años: “En los próximos cinco años tendremos un super ciclo de semiconductores. Ahora hay chips en los ordenadores, luego en los smart phones, luego el coche eléctrico…”
Renta fija mixta con foco en rentas: Invesco
Con una apuesta en el terreno mixto de renta fija centrada en obtener rentas o income destacó Invesco. Lewis Aubrey Johnson, miembro del equipo de Renta Fija de Invesco en Henley, explicó en primer lugar por qué la inversión en income se ha convertido en una tendencia y defendió que lo mejor para abordar esta perspectiva es desde un terreno mixto: “Hace 20 años el concepto de invertir para buscar income no existía en la Europa continental (sí en Reino Unido, donde Invesco lleva gestionando income 40 años), debido a las altas rentabilidades de la deuda pública, que funcionaba, pero ahora las cosas son diferentes porque ya no hay fuentes de rentas libres de riesgo”, explicó. “La búsqueda de rentas es ahora una tendencia principal porque los inversores necesitan encontrar lugares donde encontrar income seguro”, añadía.
Y la razón por la que es mejor jugar esta temática desde una perspectiva mixta es clara: la renta variable es ahora una importante fuente de income y su rentabilidad media es más alta que la que ofrecen los mercados de deuda. “A nivel global el income que ofrecen los dividendos es clave”. El experto presentó dos fondos, gestionados de forma similar, y por el mismo equipo, aunque uno centrado en Europa (Invesco Pan European High Income Fund, con más track record) y otro global y más nuevo, lanzado en 2014 (Invesco Global Income Fund). Y, en los dos casos, destacó, el yield del dividendo es mayor que el que ofrece la parte de renta fija –del 4,9% frente al 3,5% en el europeo y del 4,3% frente al 3,9% en el global, para ofrecer yields del 3,5% y 3,8% respectivamente en conjunto-, incluso aunque incluyan high yield o emergentes, y tomen mayor riesgo de crédito. “En los productos de income es clave tener capacidades en renta variable”, añadió. El experto manifestó un sentimiento contrastado: por un lado el income nunca ha sido tan bajo pero por otro la alternativa está cercana a cero, con los mercados de deuda con grado de inversión y deuda pública con rentabilidades bajo mínimos: “Me siento dividido: las yields son más bajas que en el pasado pero estos productos todavía pueden producir rentabilidades positivas”, indicó.
Aunque es clave el componente de renta variable, los fondos se gestionan desde una perspectiva de renta fija, con un gran porcentaje de la cartera en deuda, para controlar la volatilidad. De hecho, el equipo gestor de los dos fondos combina renta fija y variable en diferentes porcentajes (entre un 0 y un 30% de renta variable en el europeo y entre un 35% y un 65% en el global) . El enfoque activo permite al equipo gestor adaptar las carteras a diferentes condiciones del mercado y le brinda la flexibilidad para identificar las mejores oportunidades.
El primer fondo, el europeo, con 9.500 millones de euros en activos, se lanzó en 2007 y sus principales fuentes de rentas ahora se centran en el sector financiero, la deuda corporativa y la renta variable, equilibrando diferentes fuentes de riesgos. “Tenemos flexibilidad de gestionar de acuerdo con las condiciones del mercado, y de dónde vemos valor, o dónde es más atractivo el precio. En 2011 había income en renta fija y por eso teníamos poca bolsa pero cuando los yields cayeron fuimos gradualmente incrementando el nivel de renta variable, de forma que la gestión activa es clave para el fondo”. Así, en renta fija, cuando los diferenciales caen la consigna es vender: “No puedes esperar porque si no después puede que no cuentes con suficientes liquidez. Y cuando se amplían ocurre al revés, hay que comprar: solo así tenemos buena liquidez como vendedores y la mejor como compradores”, explicaba. Y es que la gestión de liquidez –en niveles del 10% en agosto, en cash y bonos con vencimiento menor a un año- es clave, así que siempre tienen un seguro. Otra de las consignas es limitar el riesgo en renta fija: en high yield, la mayoría de valores tienen calificación BB y B, pero apenas tienen CCC, es decir, apenas entran en deuda distressed y en deuda subordinada también predomina la de mayor calidad. “Los riesgos del fondo no son de defaults, sino que están más centrados en el riesgo de renta variable y las subidas de spreads”, comenta el gestor. En lo que va de año, gana un 8,83%.
Por su parte, el fondo global -que aúna en un solo fondo el expertise en renta fija de Paul Read y Paul Causer y en renta variable el de todos sus desks en Henley-, lanzado a finales de 2014 como respuesta al problema de las bajas rentabilidades en Europa, puede incluir mayor riesgo de renta variable y crédito (por ejemplo, incluye mercados emergentes). Con todo, en bolsa siempre se han mantenido en los niveles mínimos marcados, del 35%: “Los vemos como un fondo de renta fija y no estamos cómodos con las posibles caídas bursátiles, pero este formato nos permite tomar más riesgo de crédito y generar más yields sin tener que ser un fondo de riesgo”, explicaba Aubrey Johnson. La liquidez está en torno al 25% actualmente y su rentabilidad anual desde lanzamiento es de un 4,25%.
Renta fija emergente: desmontando los mitos, con Jupiter AM
También en deuda, pero con un sesgo más atrevido, está la propuesta de Jupiter AM, que desmonta cinco mitos de la deuda emergente: que es un universo de inversión homogéneo, de calidad inferior a la de los mercados desarrollados, que invertir en emergentes supone asumir mucho riesgo de tipos de cambio y exponerse mucho a las materias primas y que son más vulnerables a los cambios en la política de la Fed. “Los emergentes parecen una clase de activo para los buenos momentos, porque ofrecen un crecimiento fuerte, deuda baja y rendimientos elevados”, explicaba Alejandro Arévalo, gestor de la entidad, recordando que suponen un 70% del crecimiento mundial, que ofrecen una deuda más baja que sus homólogos desarrollados, pese a que la relación entre deuda pública y PIB ha aumentado ligeramente -pero no está fuera de control y tampoco tienen razón las críticas que hablan de que no se podrán pagar: esas voces, dice Arévalo, no tienen en cuenta el otro lado de la ecuación que es el crecimiento, y además hay que considerar cómo la deuda ha mejorado el crecimiento en estos mercados- y que se les exigen fuertes primas.
“Se les exige una prima mayor pero sus fundamentales a veces son mejores que en los mercados desarrollados, y se les penaliza”, denuncia. Como ejemplo, algunas firma argentinas que emiten papel al 15% pagarían en Chile un 4%. Además, las agencias de rating no dan a los bonos corporativos más rating que al soberano a pesar de que a veces sus fundamentales son muy fuertes (algunas firmas argentinas con rating B-, dice, serían grado de inversión en Chile): “Algunos nombres no tienen apalancamiento pero tienen que pagar prima igualmente”, critica el gestor.
Frente a lo que se puede pensar, comentaba Arévalo, la inversión en deuda emergente también conviene en los malos momentos y, salir de ellos en momentos difíciles del ciclo puede no ser la decisión correcta. “Analizamos cómo se han comportado estos mercados en momentos de shocks globales y vemos que hay dos grupos, los cíclicos –deuda en moneda local y renta variable, que sufrieron más- y los no cíclicos –deuda en dólares-. En 2008, la deuda en dólares necesitó nueve meses para recuperar principal, frente a tres años de la renta variable emergente y el S&P 500. Desde 1994, el primer índice en dólares (soberano y corporativo), muestra que la deuda emergente en dólares ofrece un retorno similar al S&P 500 pero con la mitad de volatilidad”, y ahí se centra su apuesta. En su opinión la clave es la diversificación: “Si creemos que EE.UU. va a una recesión a corto plazo, no creo que 83 países la vayan a sufrir en emergentes. Cada economía está en diferentes puntos del ciclo, pero a veces ponemos a todos los mercados en el mismo barco. El mercado de deuda emergente es un mercado de 20 trillones de dólares, con vencimientos entre 0 y 100 años, calificaciones desde AAA a CCC, que aglutinan al 85% de la población mundial y el 75% de la masa continental”, añadía Arévalo.
Y son difíciles de ignorar, puesto que estos mercados suponen el 27% de los bonos globales, aunque solo pesan un 10% en el índice de emergentes, y no ofrecen rentabilidades negativas. Sobre precio, tampoco los ve caros, con el diferencial cerca del promedio y ofreciendo que la gestión activa marque la diferencia: “En los últimos tres meses, estamos vendiendo más high yield y comprando más grado de inversión por dos beneficios: queremos tener compañías sólidas que no necesitan ir a los mercados para pagar cupones o principal si llegan malos momentos y por el diferencial entre ambos mercados. A menos que el crecimiento repunte, el diferencial de los bonos IG probablemente bata al high yield”, explicaba. En 2017 la gestora lanzó un fondo de deuda corporativa emergente (Jupiter EM Corporate Bond) para aprovechar la mayor oleada de emisiones corporativas en dólares, y porque hay una gran liquidez en este mercado (frente a lo que se puede pensar, el doble que en el soberano, según Arévalo).
Sobre su visión de mercado, destacó la necesidad de ser selectivo debido las tensiones actuales, como por ejemplo entre China y EE.UU. “A corto y medio plazo seguiremos viendo tensión entre los dos países, con tarifas también pronto en Europa… el proteccionismo de EE.UU. seguirá afectando al crecimiento global. Los datos de PMIs apuntan a 28 países en recesión; la Fed no es clara en su comunicación –dice que no recortará más los tipos pero le fuerzan los mercados y los datos económicos-… es un buen momento para proteger capital y es lo que buscamos. En este contexto, nos gustan historias como Brasil por las reformas, Arabia Saudí, por sus fundamentales fuertes y Guatemala. Buscamos economías pequeñas fuertes, sin riesgo político, con fundamentos sólidos y donde estamos pagados por el riesgo”, explicaba. Prefieren la deuda denominada en dólares sobre la local, están reduciendo su exposición a high yield y, en sectores, apuestan por infraestructuras, consumo o servicios públicos.
Renta fija global y oportunista, con Neuberger Berman
Neuberger Berman, que centró su ponencia en renta fija, gestiona 100.000 millones de dólares en renta variable y 150.000 en renta fija, con una amplia cobertura, y cuenta también con una plataforma de alternativos líquidos de 10.000 millones y de 70.000 en private equity, con una gestión centrada en gestores. En el momento actual, defendieron sus responsables, es difícil tomar riesgo, puesto que el crédito está demasiado ajustado en precio, pero siempre hay alguna posibilidad porque el mundo ofrece muchos sitios donde encontrar valor y en la entidad identifican oportunidades y aumentan y disminuyen riesgos en función del entorno.
Jon Jonsson, Managing Director en Neuberger Berman, fue el encargado de explicar la estrategia flexible en renta fija global de la gestora, que aprovecha el amplio universo del activo para lograr rentabilidades en un contexto de tipos bajo mínimos. Neuberger Berman Global Opportunistic Bond Fund, desde su lanzamiento, ha capturado un 111% de las subidas y solo un 66% de las bajadas (con el Bloomberg Barclays Global Aggregate USD Hedged Index como índice de referencia), explicó el gestor. Se trata de una estrategia global y flexible, que asigna sus activos de forma táctica en función de las cambiantes condiciones del mercado, con la flexibilidad de invertir en todo el espectro de deuda. La asignación sectorial es dinámica, y no tiene sesgos persistentes, asegurando que se nutre de múltiples fuentes de alfa. El proceso de inversión se basa en el análisis junto con una fuerte gestión de los riesgos y cuenta con un equipo de gestión experimentado.
“Se trata de un fondo flexible con una alta calidad media de la cartera, que suele ser A-, pero siempre dentro del grado de inversión”, explicaba el gestor. El fondo además ha incluido los criterios ESG en su proceso, que se basa en dos claves: la construcción de bloques sectoriales best in class (equipos especializados gestionan estrategias en el universo de deuda y se apoyan en el análisis bottom up para añadir valor a través de la selección de valores) y un proceso de asignación de activos de valor relativo (su herramienta combina datos históricos con las visiones de los equipos especialistas sectoriales para ayudar a encontrar oportunidades de valor relativo, y enfatiza la conciencia y mitigación de potenciales riesgos). Así, se incorpora un análisis de riesgos para analizar qué pasará con los sectores en caso de una potencial recesión y se asignan probabilidades de impacto.
El equipo tiene flexibilidad para incorporar un mayor rango de fuentes de alfa, como diversificación en divisas, bonos chinos onshore, deuda municipal de alto income, bonos híbridos corporativos, o CLO Mezzanine. “Hay un riesgo asimétrico que has de considerar al invertir en renta fija”, con más captura de las caídas que de las subidas. “Por eso nos centramos en los riesgos de cola y en asegurar que entendemos el negocio ahí donde invertimos”, decía el gestor.
Sobre el entorno, ve sobreprecios tanto en los activos seguros como en los de riesgo en renta fija, todo al mismo tiempo, con otra ronda masiva de QE y en un entorno sin crecimiento. “Hemos reducido riesgo en high yield y buscamos protección frente a este riesgo de crédito” –pueden usar derivados o CDS- y también han comprado algo de bonos frente a la inflación en EE.UU., explicaba el gestor, advirtiendo de la necesidad de tener cuidado con las duraciones. “La guerra comercial traerá más inflación, y en un entorno de no crecimiento, los activos de riesgo lo tendrán difícil”, argumentaba. Además de su visión constructiva en los TIPS, también lo es con high yield europeo (con buenos fundamentales y precios) y la deuda emergente en moneda local (que se beneficiará de un potencial dólar más débil más adelante). El incremento de las conexiones entre los políticos y los bancos centrales también centraron parte de su análisis.