Aunque haya muchas incógnitas encima de la mesa y sigamos viendo cómo no paran de llegar noticias desconcertantes, lo cierto es que 2022 puede ser el año de la normalización. Así lo defiende Diego Fernández, director de inversiones de A&G Banca Privada, quien señala que nos encontramos en un momento macro y de mercados muy importante.
“Después de un 2020 durísimo con una contracción y recesión enorme, caracterizada por su rapidez tanto a la baja como al alza en 2021, toca que las cosas se vayan sentando. Esto tendrá muchas derivadas y generará volatilidad”, reflexiona. Fernández ve una normalización sanitaria (esta normalización no implica el final de la pandemia, pero sí un menor impacto), y una normalización de la actividad económica.
Esta tendencia de normalización también se extenderá al mercado, la volatilidad, las valoraciones, las correlaciones, los beneficios empresariales, la inflación y las políticas de los bancos centrales. “Normalización no es volver a niveles prepandemia, es a normales cerca de los objetivos de bancos centrales”, matiza el experto.
El equipo de Portocolom AV considera que 2022 podría ser un año de inflexión. Según señalan, si los bancos centrales quieren frenar la inflación, y especialmente los efectos de una segunda vuelta (presiones salariales), tendrán que actuar con cierta contundencia. “Un cambio de escenario para muchos”, advierten.
Como riesgos para los mercados financieros, el equipo de Santalucía AM señala que son principalmente los relacionados con la estrategia a aplicar en política monetaria y los elevados niveles de inflación, seguidos en menor medida por la pandemia y riesgos geopolíticos (tensión entre Rusia y Ucrania por la cercanía de esta a Occidente y política comercial entre EE. UU. y China) y una desaceleración del PIB de China.
Para el director de Inversiones de A&G Banca Privada, el reto este año será quitarle los ruedines a la economía, que llevaba sustentada por los estímulos de los bancos centrales y los tipos bajos durante mucho tiempo.
¿Qué pasará con la inflación y las políticas de los bancos centrales?
Xavier Fàbregas, director de Caja Ingenieros Gestión, destaca que el nivel actual inflación se ha intensificado en muchos países, alcanzando máximos de los últimos 30-40 años. “La inflación marcará la evolución final de los mercados, especialmente de la bolsa. De esta forma, si la inflación es transitoria o moderada, los mercados tendrán un buen comportamiento, y si finalmente se convierte en estructural, habrá volatilidad”.
«Aunque se prevé una estabilización de los precios a medio plazo, el aumento de precios representa un riesgo para la recuperación de la demanda y pone presión a los bancos centrales que ya han iniciado una normalización de su política», añade Fàbregas.
Fernández considera que sí será temporal pero acepta que está durando mucho más de los que se esperaba. Para hacer un análisis más completo invita a identificar que factores son temporales y cuales son permanentes. De su reflexión extrae que en Europa los factores que empujan a la inflación si son más pasajeros, pero advierte que en Estados Unidos son estructurales.En opinión de Santalucía AM, las presiones inflacionistas no son un fenómeno temporal y aún tardarán varios trimestres en relajarse.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, considera que el principio de año de las bolsas “va a estar totalmente influido por la inflación y, sobre todo, por las medidas de contención que tomen los bancos centrales.” En este sentido, el experto advierte que “la inflación sigue siendo la principal variable económica para vigilar” y que, según las previsiones, va a ser “un año muy complicado en renta fija”.
El equipo de Portocolom AV señala que están convencidos es que 2022 va a ser un año de fluctuaciones, ya que los mensajes y las interpretaciones de este nuevo escenario irán cambiando con el transcurso de los meses.
“Y a diferencia de otras ocasiones en el pasado, si la renta variable podría sufrir, los mercados de renta fija también presentan importantes riesgos, ya que con los tipos de interés reales negativos que existen actualmente, creemos muy difícil, por no decir imposible, frenar las presiones inflacionistas. Los bancos centrales no tienen opciones fáciles, y lo que es peor no cuentan con opciones favorables. Pero lo dicho, ya nos hemos acostumbrados a ver cómo los bancos centrales donde dijeron digo, dicen Diego”, explican.
Respecto a la política monetaria, Bas Fransen director de Mercado de Capitales de Caja de Ingenieros, explica que «no hablamos de cambios pronunciados, pero se pasará de una política monetaria ultraexpansiva a una política monetaria más normalizada”.
Posicionamiento para 2022
Del Pozo argumenta que el 2022 será un año “razonablemente positivo en renta variable”. “La parte positiva”, explica el experto, es que será “un año de recuperación macroeconómica de previsible normalización sanitaria y de crecimiento, lo cual es bueno para los beneficios empresariales.” Sin embargo, “si la inflación es excesiva, podrá inferir fuertes subida de tipos y la renta variable se verá afectada”, explica. En cuanto a los inversores en bonos, el experto considera que “la mejor recomendación es tener paciencia”.
Fernández señala que mantendrán posición tácitas en liquidez y advierte de que toma especial importancia la gestión activa y las gestiones alternativas. “En este punto si tuviera que dar una recomendación inversión sería que diversifiquemos nuestras fuentes de diversificación. Carteras bien construidas y diversificadas, con activos reales, alternativos, diferentes estilos de gestión, inversión en activos no direccionales, gestión activa y no pegarnos a los índices”, aconseja.
Por su parte, los expertos de Diaphanum recomiendan que entre un 5% y un 15% del patrimonio sea invertido en activos ilíquidos. La entidad observa oportunidades en venture capital, private equity, renovables, real estate e infraestructuras. De esta forma, se buscan activos con una descorrelación real para aumentar la rentabilidad y proporcionar estabilidad a las carteras.
Evolución hacia una economía más sostenible
La necesidad de reconstrucción económica, con un papel clave para los estados y los bancos centrales, es una oportunidad para impulsar la transición hacia una economía más sostenible, condicionada por la necesidad y la presión social, así como por las iniciativas internacionales, explican desde Caja de Ingenieros. En Europa, al menos un 37% de los fondos Next Generation EU se destinarán para la transición hacia una economía sostenible y en EE.UU. Biden se reincorpora a los Acuerdos de París, se compromete a alcanzar emisiones netas cero con límite en 2050, y ha activado su plan de infraestructuras.
Según los expertos de la entidad, con este impulso se estima que para 2050 con emisiones netas cero, la inversión que debería llevarse a cabo es de alrededor de 56 trillones de dólares, una muy fuerte inversión que llegará a suponer un 2,3% del PIB mundial en 2036 y que potenciará la economía y generará puestos de trabajo.