La inflación centró la reunión de ayer del Banco Central Europeo (BCE), que se mantiene firme en su hoja de ruta y sus premisas. Su presidenta, Christine Lagarde, reconoció que el aumento de los precios comienza a durar «más de lo esperado», pero transmitió un mensaje de tranquilidad e indicó que prevé que baje en 2022. Según las primeras valoraciones que hacen las gestoras, la institución monetaria no ha mostrado nerviosismo ante el debilitamiento de la recuperación europea, pese al contexto de inflación creciente. Es más, el comunicado de prensa en el que se anunciaban las decisiones de política monetaria ha sido casi idéntico al del mes pasado.
«El BCE trató de rebajar las expectativas del mercado en su reunión de ayer, pero sigue pensando firmemente que la inflación es transitoria y que volverá a caer hacia el objetivo el año que viene. Europa está soportando la peor parte de la subida de los precios de la energía y, con la falta de suministro, el endurecimiento de las normas medioambientales y el invierno que aún queda por delante, es difícil que la situación se resuelva de forma inminente, por lo que las presiones inflacionistas seguirán existiendo durante un tiempo. El BCE está decidido a mirar a través de esta inflación, pero el mercado sigue sin estar convencido, los bonos se vendieron y el euro subió después de la reunión», resume Jon Day, gestor de carteras de renta fija de Newton Investment Management, parte de BNY Mellon Investment Management.
En este sentido, la institución monetaria ha vuelto a defender que la inflación probablemente sea algo transitorio, además sigue considerando que el crecimiento es fuerte aunque sí reconoce que este se está moderando y que los riesgos están ampliamente equilibrados. Para Peter Allen Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, esta reunión se caracterizó quizás por su énfasis en los factores que impulsan la inflación.
“La inflación ha sido el tema principal de la reunión, de acuerdo con la presidenta Christine Lagarde. En este contexto, Lagarde señaló tres factores que impulsan la inflación: las dificultades de la cadena de suministro que mantienen tensa la oferta mientras la demanda de la economía se ha recuperado, los precios de la energía y los efectos de base. Aunque el Consejo admite que las tasas de inflación seguirán subiendo a corto plazo y disminuirán más lentamente el año que viene de lo que se esperaba en un principio, el BCE mantiene el mantra del carácter transitorio de la actual subida de las tasas de inflación. Por ello, Lagarde ha indicado que las expectativas del mercado de una subida de tipos ya en 2022 no están en consonancia con la orientación futura del BCE”, explica Johannes Müller, Head of Macro Research para DWS, en este sentido.
Por su parte, Goves añade: “Tal vez lo más interesante del BCE de octubre sea la interacción entre las orientaciones del BCE y sus perspectivas de inflación en comparación con las expectativas de los tipos de interés del mercado. Lagarde se refirió a una desconexión que, en nuestra opinión, es poco probable que dure para siempre. O el BCE sube en línea con las expectativas del mercado o no lo hace”.
Su férrea posición contrasta con la postura tomada esta misma semana por el Banco de Inglaterra y el Banco Central de Canadá, quienes están marcando ya el camino hacia el fin de sus políticas expansivas. En opinión de Pietro Baffico, economista de abrdn, el BCE se mantendrá en una posición dovish entre los principales bancos centrales, lo que debería contribuir a apoyar los precios de los activos de la zona euro.
“Como era de esperar, en su reunión de hoy, el BCE mantuvo sin cambios el marco de condiciones de financiación. Dado que las previsiones económicas de los miembros de la institución no se publicarán hasta diciembre, el BCE dispondrá de cierto tiempo para evaluar la evolución de la inflación antes de tomar cualquier decisión. Aunque es poco probable que el BCE se desvíe de su actual discurso de que los recientes repuntes de precios son temporales, el riesgo de presión inflacionista está erosionando la confianza de los inversores, que ahora esperan ansiosos la reunión de diciembre, en la que también se reevaluará el futuro de los programas de QE”, apunta Baffico.
Política monetaria y QE
Respecto a la evolución de la política de QE, las gestoras coinciden en que la reunión de diciembre será decisiva para saber más sobre el futuro de la compra de activos. “Seguimos creyendo que el APP se ampliará ligeramente en diciembre hasta aproximadamente 40.000 millones de euros. Las compras netas semanales han alcanzado los 18.400 millones de euros en las últimas tres semanas, frente a los 17.700 millones de media del tercer trimestre y los 18.300 millones del segundo. Definitivamente, es bastante difícil entender este enfoque holístico y multifacético», reconoce Hugo Le Damany, economista de AXA Investment Managers.
Tal y como recuerda Charles Diebel, director de renta fija de Mediolanum International Funds Ltd (MIFL), la intención es claramente reducir el PEPP para el próximo mes de marzo, pero a su vez tendrá algún programa de sustitución para continuar con las compras de activos.
“El mercado había empezado a valorar una subida de tipos del BCE en 2022 y la presidenta Lagarde se mostró claramente contraria a estas expectativas, afirmando que no están en línea con las directrices y que no prevé subidas en un horizonte a 3 años. A pesar de ello, el mercado sigue siendo cauteloso en cuanto a un cambio de postura en las perspectivas de inflación, aunque Lagarde fue categórica al afirmar que estaban convencidos de que las presiones inflacionistas eran transitorias y disminuirán en 2022. E mercado continúa nervioso respecto al riesgo de inflación a corto plazo, pero su mensaje steady as she goes fue claro”, matiza Diebel.
A la espera de diciembre
En este sentido Konstantin Veit, Portfolio Manager at PIMCO, añade: “En diciembre esperamos que el BCE anuncie el fin del PEPP, que indique un total de compras netas de activos muy por encima de la actual tasa de ejecución del APP durante el segundo trimestre del próximo año, que mantenga la reevaluación trimestral de las cantidades de compra y que anuncie operaciones adicionales de refinanciación a largo plazo con objetivo.
“Normalmente, evitar un precipicio en las TLTRO formará parte de la decisión de diciembre. Asimismo, el período previo a la reunión de diciembre será clave para configurar el debate del Consejo sobre la reforma del programa de compra de activos (PPA) para el período posterior al PEPP). Existen varias opciones: aumentar el PEPP para que se reduzca gradualmente; ampliar el APP para salvar el final del PEPP; hacer que el APP sea tan flexible como el PEPP en cuanto a límite de emisores y claves de capital”, añade Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
En su opinión, también en diciembre, el BCE podría eliminar la palabra «en breve» de su compromiso de poner fin al PPA «poco antes» de subir los tipos. Según la valoración de Chaar, “eso reforzaría su forward guidance sobre los tipos, pero no vemos una subida de tipos del BCE antes de 2024, ya que la inflación tendría que superar el objetivo del 2% del banco central para contrarrestar los periodos de inflación por debajo de su objetivo”.
Por último, Le Damany destaca que, durante el discurso de Lagarde, los mercados financieros se han movieron de forma bastante importante. “Es difícil extraer información precisa, ya que las cifras preliminares del PIB del tercer trimestre de EE.UU. y las solicitudes de subsidio de desempleo se han publicado al mismo tiempo, pero el bono alemán a 10 años subió 6 puntos porcentuales antes de retroceder hasta el -0,13%, mientras que el euro se depreció un 0,5% en pocos minutos frente al dólar», concluye Le Damany.