De acuerdo con el índice de Vulnerabilidad Externa de IHS Markit, las monedas de mercados emergentes que ya han experimentado una depreciación este año –un 8% de media– seguirán siendo susceptibles a las crisis de la balanza de pagos.
La moneda de Ucrania y la de Sudáfrica son consideradas las dos más vulnerables de todo el estudio, seguidas por las de Indonesia e India dentro del unierso de mercados emergentes.
Turquía y Argentina, cuyas monedas se han depreciado frente al dólar en un 37% y un 54% en 2018, respectivamente, se ubican en los primeros puestos del índice. Turquía muestra signos de peligro en casi todos los indicadores: alto déficit en cuenta corriente, incluso después de contabilizar las entradas de inversión extranjera, gran exposición a la deuda externa, bajo nivel de reservas extranjeras y alta inflación.
De manera similar, Argentina muestra vulnerabilidades en todas estas medidas, excepto la cuenta corriente si se tiene en cuenta la inversión extranjera directa.
Uniéndose a Ucrania, Turquía, Argentina, Sudáfrica, Indonesia y la India con Egipto, Rumania, México y Colombia. Brasil y Filipinas se mueven cerca.
«Los mercados emergentes menos vulnerables son China y Rusia, debido a sus persistentes excedentes de cuenta corriente, baja exposición a la deuda externa y amplias reservas de divisas», dijo Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Markit». Sin embargo, Rusia es mucho menos robusta, debido a los riesgos geopolíticos y sus fronteras abiertas a los movimientos de capital».