La reforma anunciada la semana pasada por el Partido Comunista chino para el programa hukou, o sistema de registro del hogar, es un importante primer paso para reducir las contradicciones y conflictos que aquejan a la sociedad china. Según apunta Andy Rothman, estratega de inversiones en Matthews Asia, la reforma del hukou también deberá impulsar el consumo y mejorar la productividad manufacturera. En el post más reciente de “Sinology”, un blog de inversión sobre China que firma Rothman, explica qué es un hukou, su objetivo y las implicaciones de esta relevante reforma.
Históricamente, para Mao el sistema hukou tenía diversos propósitos. En primer lugar, restringía la movilidad de los ciudadanos dentro del país. El que nacía en un área rural, recibía un hukou agrícola, denominado hukou rural, mientras los nacidos en las ciudades recibían un hukouno denominado hukou urbano. A la mayor parte de los chinos les resultaba muy difícil cambiar su designación de hukou, y para los que tenían un hukou rural resultaba casi imposible trasladarse a una ciudad.
El Partido Comunista Chino utilizaba el sistema hukou como apoyo a la economía planificada. A finales de la década de los cincuenta en torno al 85% de la población era rural. El Partido quería que los campesinos se quedaran en el campo para que cultivaran el grano y cuidaran del ganado necesarios para alimentar a la población urbana, menos numerosa pero llamada a establecer la nueva economía industrial de China. La población rural se consideraba bastante autosuficiente. Se le otorgaba tierra para el cultivo y la ganadería, pero apenas recibía otros beneficios sociales.
Por el contrario, a los tenedores de hukous urbanos se les asignaba un empleo (no existía la empresa privada) y recibían una vivienda, educación, sanidad y una pensión. El grano estuvo racionado hasta 1992 y solo los que poseían un hukou urbano recibían cartillas de racionamiento, limitando el coste para el gobierno así como la posibilidad de que los que tenían hukou rural fueran capaces de sobrevivir en las ciudades.
Reforma del sistema hukou: ¿Por qué ahora?
Durante la última década el Partido ha reconocido en varias ocasiones la necesidad de reducir la discriminación formal que sufren los trabajadores que, a pesar de todo, han ido llegando a las ciudades desde el campo, proponiendo algunas reformas, pero se había logrado poco progreso.
Sin embargo, durante el último año los líderes del Partido han dado un giro, reconociendo los riesgos que conlleva esta discriminación continua contra un segmento de la población que es numeroso y crucial para el crecimiento económico. Cada vez hay más presión para que se dé el cambio: a medida que los inmigrantes procedentes del campo han pasado de ser una población flotante a ser permanentemente urbana, esperan más beneficios sociales, incluyendo cobertura sanitaria, pensiones, y otros beneficios urbanos como la educación gratuita y acceso a la vivienda social, ventajas que históricamente solo disfrutaban los trabajadores en posesión de un hukou urbano.
El nuevo plan
Tras más de un año de debates y planificación, la semana pasada el Partido lanzó su programa para la reforma del hukou. No se desvelaron muchos detalles, pero Rothman espera que el programa se enfoque inicialmente a que los trabajadores inmigrantes vivan con sus familias en ciudades pequeñas. El gobierno se marcó el objetivo de otorgar status urbano a 100 millones de personas para el año 2010.
Tres ventajas clave
Matthews Asia anticipa las siguientes ventajas de la implementación del programa de reforma del hukou:
- Reducción del riesgo de inestabilidad social. El lanzamiento de una reforma cara y compleja es señal de que los nuevos líderes del Partido están dispuestos a afrontar grandes retos. La reforma del hukou reducirá el riesgo de inestabilidad social por parte de los 234 millones de personas que viven en las ciudades y que sufren día a día discriminación de jure, en particular debido a que resultan no elegibles tanto para los servicios sociales como para recibir subsidios a la vivienda.
- Impulso a la fuerza laboral y al consumo. La reforma del sistema hukou podría incrementar la oferta de trabajadores inmigrantes del campo a la ciudad en un momento en el que la fuerza laboral existente está menguando. También debería mejorar el consumo al reforzar las expectativas de seguridad de los inmigrantes, incrementando su envío de remesas y reduciendo su ahorro preventivo.
- Ganancias de productividad. El final del hukou podría mejorar la productividad en los sectores manufactureros y de la construcción al reducir la rotación de los trabajadores y al crear una fuerza laboral más cualificada.
Puede acceder al artículo completo, firmado por Andy Rothman, a través de este link.
Andy Rothman es estratega de Inversiones en Matthews Asia.