Los fondos de rentabilidad absoluta tienen como objetivo común ofrecer una rentabilidad positiva en todos los ciclos del mercado, aunque a menudo es ahí donde terminan sus similitudes.
La variedad de estrategias utilizadas por los fondos clasificados como “Targeted Absolute Return” en la asociación británica de gestión (Investment Management Association o IMA) es tal, que la propia asociación aconseja no realizar comparaciones de rentabilidad entre los fondos de este sector. Sin embargo, no hay duda de que su popularidad entre los inversores más prudentes como «posición clave» se ha disparado ante la volatilidad registrada durante los últimos años: según la IMA, este sector captó unas ventas minoristas netas por valor de 2.200 millones de libras esterlinas durante 2013. Incluso fue el sector que más ventas registró durante el mes de enero de 2014, con unas ventas netas a particulares por valor de 343 millones de libras.
Normalmente, estos inversores buscan características como la diversificación y el control del riesgo, pero los métodos utilizados por cada fondo para conseguir estos objetivos son muchos y muy variados. De hecho, estos fondos pueden incluir una serie de activos «alternativos» y aplicar técnicas de inversión como las ventas a corto, los derivados o las estrategias de arbitraje. Otros fondos de rentabilidad absoluta aplican un enfoque relativamente básico, a través de una metodología sencilla basada en estrategias long/short en renta variable, que no utiliza complejas estrategias cuantitativas o con derivados.
Tal y como explica Léopold Arminjon, gestor de la estrategia Pan European Alpha de Henderson y del hedge fund Alphagen Tucana: «Nuestro objetivo es ofrecer una rentabilidad extraordinaria, debido a los riesgos que asumimos. Asimismo, prestamos especial atención a las caídas del mercado. Esta estrategia —que se lleva aplicando a la estrategia Pan European Alpha desde diciembre de 2012— ha generado rentabilidades positivas en 2011, 2012 y 2013».
Fuente: Henderson Global Investors
Aún podría haber más obstáculos en el futuro
Durante 2013, muchos mercados de renta variable se dispararon hasta alcanzar máximos históricos, lo cual restó atractivo a las estrategias de rentabilidad absoluta en un contexto de apetito por el riesgo. Sin embargo, la volatilidad volvió a principios de este año y el índice VIX (también conocido como el indicador del pánico de los inversores) se ensañó con la debilidad de los mercados emergentes. Por su parte, la reducción gradual del programa de relajación cuantitativa por parte de la Fed y la ralentización de la economía china auguran más problemas en el futuro. Mientras los inversores con aversión al riesgo han considerado siempre a los bonos como un refugio, el efecto de la relajación cuantitativa de la Fed ha empujado a los bonos públicos a la baja hasta tal punto que la rentabilidad de los bonos con vencimientos más cortos ofrece poca o ninguna compensación ante la inflación. Al mismo tiempo, el interés por las estrategias de rentabilidad absoluta se ha visto alimentado por los temores de que, tras el sólido repunte experimentado por la renta variable, posiblemente venga una corrección.
No obstante, el trabajo de los gestores de fondos de rentabilidad absoluta se ha visto dificultado en los últimos años debido a las condiciones macroeconómicas, a menudo influenciadas por las intervenciones de los bancos centrales, lo que se traduce en un alto grado de correlación entre mercados y clases de activos. Dejando a un lado el desastre de 2008, 2011 fue el peor año para las estrategias long/short desde 1994 debido a la volatilidad registrada por la renta variable, aunque se vio más impulsada por el instinto de rebaño que por los fundamentales de las acciones.
¡Enséñame la dispersión entre las acciones!
El problema al que se enfrentaron muchos gestores durante dicho periodo fue la falta de dispersión entre las acciones a título individual, debido a la limitada diferencia entre el comportamiento del precio de cada título desde mediados de 2011 hasta mediados de 2012. Las preocupaciones en el plano macroeconómico —procedentes principalmente de Europa— hicieron que el ánimo de los inversores se dividiera entre la aversión y el apetito por el riesgo, y los valores cíclicos y defensivos. Durante esta fase, se prestó escasa atención a los fundamentales de las empresas, que resultan esenciales para el éxito de cualquier gestor long/short. Seamos realistas: no se puede esperar que los gestores generen alfa si sus posiciones largas y cortas se mueven al unísono, por lo que acogerán de forma muy positiva el regreso de una coyuntura más favorable para este tipo de estrategias.
Gracias a su capacidad para preservar el capital al tiempo que ofrecen revalorización con menos volatilidad que las estrategias basadas exclusivamente en posiciones largas, los fondos de rentabilidad absoluta seguirán siendo atractivos para un gran abanico de inversores, teniendo en cuenta los riesgos que persisten en los mercados de renta variable a medida que nos adentramos en el segundo trimestre de 2014.