Schroders publica su infografía anual en la que resume los principales hitos económicos y el comportamiento de los mercados en 2018.
Un año que arranca aprovechando la inercia de 2016 al tiempo que en EE.UU. se confía en que las rebajas fiscales, la liberalización y el gasto en infraestructuras del recién elegido Donald Trump animen a los mercados. En Europa, los inversores esperan los resultados de las próximas citas electorales en Francia y Alemania.
Durante el segundo trimestre, el riesgo político se estabiliza tras las elecciones en los Países Bajos y acusan un desgaste aún mayor después de que Macron derrote a Le Pen en Francia. En Reino Unido, aumenta la incertidumrbe tras la pérdida de escaños de los conservadores en las elecciones generales de junio. En cuanto a los mercados emergentes, se observa riesgo político en países como Brasil o Sudáfrica.
En el tercer trimestre, las Bolsas se recuperan a medida que resurge el riesgo político por la situación en Corea del Norte. Los activos de mercados emergentes arrojan buenos resultados y se estabilizan con una inflación más baja a pesar de las muestras de ajuste de la política por parte de la Fed.
La renta variable continúa registrando buenos datos al tiempo que el “termómetro del miedo” (la volatilidad) baja a su mínimo histórico, señala Schroders.
Un crecimiento estable y una inflación reducida son la tónica general en el cuarto trimestre cuando el FMI eleva sus previsiones de crecimiento mundial situándolas en el 3,6% en 2017 y el 3,7% en 2018. Los mercados desarrollados, a pesar de ir subiendo progresivamente, continúan registrando una inflación baja.
El BCE amplía la expansión cuantitativa, aunque reduciendo sus compras mensuales de 60.000 a 30.000 millones de euros a partir de 2018. Por su parte, Reino Unido da un traspiés y el Banco de Inglaterra sube los tipos por primera vez desde el 2007 a pesar de la desaceleración del crecimiento y la incertidumbre por las negociaciones del Brexit.
Respecto a 2018, Schroders espera la vuelta de la reflación y que el PIB mundial crezca con fuerza. El ajuste de la política monetaria a nivel mundial se traduce en unos tipos de interés que, en el caso de EE.UU., se situarán en el 2,25% y, en el caso de la zona Euro, se mantendrán en el 0% hasta el año siguiente.
Sobre los activos que registrarán mejor comportamiento en el ejercicio, destacan la renta variable de los mercados emergentes seguidos de los desarrollados como los que pueden ofrecer más retorno. Los bonos gubernamentales y los activos monetarios se mantienen, por el contrario, como los que menor rendimiento ofrecerán en 2018.