En su estrategia de renta fija global, Robeco apuesta por un enfoque internacional, flexible y agnóstico, algo que también acompaña a su estrategia de crédito con grado de inversión y emergente, liderada por Victor Verberk. En una reciente presentación con miembros de la industria en Rotterdam, Verberk defendió una aproximación al activo sin restricciones, global y muy activa. “En high yield, el mercado puede estar barato por una razón pero en el crédito con grado de inversión tiende a darse una reversión a la media. Es una tendencia importante: los periodos con fuertes beneficios y retornos suelen venir seguidos de otros con menor crecimiento”, explica el experto. Por eso no es recomendable tener sesgo a una región o segmento del mercado, porque habrá volatilidad y movimientos extremos de entrada y salida, y por eso apuesta por una visión global y sin restricciones, capaz de buscar oportunidades para la cartera en cada momento.
Verberk detalla, en una entrevista a Funds Society, algunos focos de oportunidad que vislumbra, por ejemplo, en emisiones de deuda de las compañías estadounidenses en euros; en banca global; o en el mundo emergente, sobre todo en Latinoamérica y en países como Brasil. “Vemos oportunidades en compañías estadounidenses que emiten deuda en euros –los llamados “reverse yankees”-, que ofrecen una prima de rentabilidad con respecto al crédito europeo”. Como son poco familiares para los inversores europeos (y hay que hacer un análisis, algo que lleva tiempo), la prima puede ser de hasta 50 puntos básicos por encima, con el mismo rating y perfil de riesgo, así que Verberk cree que puede ser un segmento interesante como alternativa al crédito de empresas alemanas y francesas, más caras.
Otro sector de su agrado son los bancos, por el que apuestan pero de forma selectiva: “El mercado está obsesionado con la probabilidad de defaults, no solo por los fundamentales sino también por la tenencia de deuda pública, pero en algunas entidades esta opción es prácticamente inexistente. En este sentido, nos gustan los bancos de EE.UU., Escandinavia, Reino Unido y el Norte de Europa, Holanda o Francia, y de forma ocasional algunos de España –algunos grandes, como BBVA- o Irlanda… pero no los bancos alemanes, o chinos”, explica. En ocasiones identifica nombres que ofrecen atractivo en su deuda senior o subordinada, y también híbridos corporativos.
El crédito emergente es el tercer foco; un segmento en el que los inversores han estado cortos mucho tiempo pero donde hay oportunidades y por eso en Robeco están empezando a comprar, sobre todo en Brasil e incluso en industrias relacionadas con la minería o la energía, más cíclicas, pero centrándose en nombres de mayor calidad que ofrecen un alto spread. “Vemos algunas oportunidades en Latinoamérica, el mercado más barato, algo que está relacionado con los riesgos que afrontan los inversores en esta región. Pero las caídas de las materias primas ya están incorporadas en el precio en algunos casos, como en Brasil, donde sus empresas ofrecen una rentabilidad media del 8%”, dice, y ofrece como ejemplo la oportunidad que ve en la brasileña Vale, en Embraer o en conglomerados brasileños que producen en divisa local y exportan en dólares. “El país está inmerso en una negativa situación política y económica y algunas empresas reflejan más de un 30% de probabilidades de default, algo que vemos excesivo”, añade. En Chile, también apuesta por la deuda de empresas relacionadas con el cobre que ya están demasiado baratas: “El sector no desaparecerá”, dice. Y ve oportunidades asimismo en Oriente Medio o Suráfrica, donde la debilidad del país ya está puesta en precio.
En general, en emergentes busca oportunidades en países que paguen por el riesgo asumido, algo que por ejemplo no ve en China, donde espera más caídas, o Rusia, donde los spreads son la mitad que en Brasil (de unos 400 puntos básicos).
Críticas al BCE
En Europa es cauto: “El dinero gratis de Draghi está llevando a ralentizar las reformas en países como España o Italia, donde aún persisten los riesgos y hay mucho por hacer. Hace unos años sí se necesitaba una mayor liquidez, y la Fed lo entendió desde el principio, pero ahora hay un problema de solvencia y no se puede resolver un problema de deuda con más deuda. Lo que se necesita es generar crecimiento económico, a través de reformas que atraigan capitales. Los bancos centrales no entienden que el ciclo de beneficios y de crédito no se pueden impulsar con liquidez. La oferta de crédito se dispara pero el problema es que no hay demanda del mismo y para crearla se necesitan reformas”, explica Verberk. Además, añade como efectos secundarios de las políticas de los bancos centrales la desincentivación del ahorro y la inversión.
“Las compañías encuentran ahora dinero barato que utilizan, si no hay oportunidades de inversión, para pagar dividendos y para realizar fusiones y adquisiciones, algo positivo para el accionista pero negativo para el acreedor”, dice. Con todo, reconoce que no va contra el BCE y que aprovecha las medidas tomadas en su cartera, muy expuesta al mercado antes de la última reunión que benefició tanto a firmas financieras como a la mayoría del crédito, también al periférico, para captar el rally.
Aunque más allá de estos momentos sea cauto, y añada un riesgo más para invertir en crédito europeo, el auge de partidos populistas en muchos países o del Brexit: “No son lugares tan estables y el crédito no ofrece prima por el riesgo asumido por ejemplo en España frente a países como Alemania”, dice, reconociendo que habrá que tener en cuenta el creciente riesgo político en muchos lugares (incluyendo el país germano).
¿Podría la Fed subir mucho los tipos?
En Estados Unidos, y ante el abaratamiento del precio del petróleo, cree que los consumidores saldrán beneficiados y la salud de la economía podría sorprender alza, lo que conllevaría el riesgo de más subidas de tipos de lo esperado, no puestas en precio en el mercado, con el consiguiente riesgo para el inversor en crédito y también en emergentes. Aunque ve oportunidades porque los diferenciales del crédito con grado de inversión cotizan en niveles de recesión.
En cuanto a los riesgos, Verberk reconoce que la liquidez podrá empeorar, para lo que trabajan en desarrollar nuevos sistemas tecnológicos y tienen cash en cartera o nombres con calidad AAA, como defensa en caso de problemas en el mercado; y en cuanto a la rentabilidad, cree que su cartera de crédito, que ofreció el año pasado 270 puntos básicos por encima de los índices, dará “retornos decentes” y seguirá creando alfa. Para los próximos años ve posible retornos de entorno al 4%-5%, aunque advierte de que lo que suceda en los mercados es siempre incierto.